Para salir de la crisis

 

Padre Báez *

 

La crisis que se nos echa encima es tan grande, que los historiadores estamos obligados a mirar hacia atrás y ver cuáles fueron sus causas (aunque mejor es mirar hacia adelante, para solucionarla, pero a ello nos ayudará el ver de dónde viene).

 

Hay pues, que analizar la realidad, y virar hacia otro rumbo, senda o camino. De seguir así vamos a la hecatombe final. Ya no es cosa de unos cuantos pensantes y otros tantos mandantes; la cosa tiene que ser de la masa. El pueblo se tiene que mover.

 

Lo peor de todo es la tristeza, la desesperanza, la depresión... Puesto que los gobiernos no dan en la diana, el pueblo tiene  que actuar.

 

Sabido es que la crisis está más allá de la economía. Hay crisis ecológica, crisis de demografía, crisis de cultura, crisis de valores... La Historia aguarda un cambio de rumbo. Un nuevo movimiento.

 

Se nos quedó caduco y viejo los otros sistemas; nuevos sistemas no solucionaron nada, ya no vale lo antiguo; ni lo más reciente tampoco, nuevas dictaduras; han caído muchas ideologías (no es cuestión de reseñarlas)...

 

Sobra la economía bancaria que ha empobrecido a la masa, salvándose unos pocos. Hay que regresar, volver al campo. Esto quiere decir que hay que retomar la agricultura, darle vida al campo (sabido es que la ciudad mata, destruye...), y al respecto, no se oye una sola voz de los que gobiernan.

 

Son más ya los que consumen que los que producen, y en esa proporción crece la pobreza. Algo tan simple y que tantos ojos no ven. La actual alimentación es basura y enferma. La comida trae más embalaje que alimento en sí. Se multiplican los desechos de forma alarmante...

 

No hay conciencia de un actuar colectivo, por ejemplo frente a los abusos de precios, que los obliguen a cambiar. El pueblo unido fuerza los cambios en todo, incluido el gobierno. Gobiernos, todos, a todos los niveles endeudados todos (consumen, sin producir). Los hay que solo piden ayuda, y de ayudas no se puede vivir. Esa vaca se seca...

 

Las obras faraónicas, las construcciones sin sentido, carreteras sin fin, etc., no son la solución, sino que lo agrava todo. El paro es visible (el campo está parado). Y esto solo genera hambre, pobreza, muerte... Solo la agricultura puede frenar y hacer desaparecer el paro (pero, insisto: sobre la agricultura, la administración y los políticos [sus partidos], no dice ni media palabra, nada). Mientras no se tome conciencia de esto, vamos a tener crisis, y crisis para rato.

 

Mientras los políticos no se den cuenta que no es poder lo que el pueblo necesita sino volver al campo, están sobrando. Y hay que regresar a tiempos de riqueza agrícola y ganadera para salir de este atolladero.

 

¿Debe, sin más, la masa obedecer a quien nos manda a arrancar árboles que nos dan la comida? ¿Puede un pueblo en masa permanecer impasible, cuando durante sesenta años solo se planta pinos, y ahora tabaibas y retamas? ¿Puede permanecer inamovible una masa que vive a expensas de la comida que nos traen los contenedores de todo el mundo, teniendo la mejor tierra y clima del planeta? ¿Cuándo este pueblo va a actuar?

 

¿Cómo permite una sociedad que sus políticos le marquen un carnaval sin fin contra la norma mundial al respecto? ¿No es eso drogar e idiotizar a un pueblo, para que no vea otra cosa? ¿Cómo se permite que la única ganadería sea la de los perros, y se mande a erradicar a las cabras?

 

¿Permite este pueblo se castigue en lugar de premiar a quien arranque una retama invasora, y que en lugar de olivos nos planten acebuches en tierras de cultivo? Son muchas las preguntas por hacer, pero lo dejamos aquí (sin olvidar a una universidad -las nuestras, a la cola de las de espakistania- que estudia a ballenas muertas en lugar de encontrar alguna propiedad a la leche de tabaiba, y es un decir...)...

 

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