Recuperando nuestras tradiciones
¿Para
quién “finados”?
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Pedro
M. González Cánovas
Mientras la celebración de Halloween es cada vez más
promovida por los “nacionalistas” canarios de Coalición, en el poder político
durante sucesivas legislaturas, se abandonan otras tradiciones de Canarias como
la de la propia noche de finados.
La víspera del 1 de noviembre en Canarias, según Rocío Orta, los niños
“tocaban en la puerta y preguntaban ¿hay santos? La dueña decía que sí,
depositando en la talega almendras, nueces, higos pasados o castañas. Cuando
los niños llenaban la talega, volvían a casa muy contentos. Por la tarde se
reunían las familias para recordar a sus difuntos: la mujer de mayor edad de
cada familia recordaba a los muertos, (los finados, los que habían llegado a su
fin) contando anécdotas y mientras se compartía una comida con los frutos de
temporada”.
Según diversos historiadores sobre la celebración de origen Celta,
Halloween, “La fiesta de Halloween, es decir
`el festival de Samhain´, todavía es hoy celebrado oficialmente por
los satanistas, ocultistas y adoradores del diablo como la víspera del
año nuevo de la brujería. Antón Lavey, autor de la `biblia satánica´
y sacerdote alto de la iglesia de Satán, dice que hay tres días sumamente
importantes para todo satanista y el día más importante de todos es Halloween.
La iglesia satánica asume como suya esta fiesta”.
En nuestra realidad política actual, la banda de Ana Oramas, que solo va
a misa en la semana santa, es quién promueve Halloween. Mientras que el partido
nacional-socialista español (PSOE) es el que propone en el Parlamento Canario
recuperar las tradiciones de Finados, valorándolas y exaltándolas justamente.
Se quejan de que las instituciones del Archipiélago no consideran los Finados
y, en su proposición no de ley, argumentan que hay que poner en marcha “un plan de catalogación y recuperación
de las múltiples manifestaciones culturales existentes en torno a la noche de
Finados”.
Muchos creemos que no se trata de una cuestión por la que se valore el
satanismo o catolicismo; que es incluso secundario que pueda señalar a
nacionalistas españoles o nacionalistas canarios. Pero sí que es grave la
desaparición por abandono o condena al oscurantismo de tradiciones que
evidentemente enriquecen la diversidad mundial.
También es verdad que se me hace más fácil imaginar a Ana Oramas
envuelta en una bandera yanqui que en una canaria con siete estrellas; lo mismo
que aún me resulta increíble que Coalición Canaria haya apoyado la propuesta
de PSOE/C´s en la investidura, pero eso es otra historia. Así que bueno,
desearles felices vacaciones de semana santa a quienes descansen y, a los que
sigan trabajando -de parte de mi madre- “por favor, no se pongan a ver el WhatsApp
en misa”.