El
fin de un Mito:
“Del
folclorismo paternalista y descafeinado de CC
al Nacionalismo” (IV)
«»
Rukaden Ait Anaga
El
balance de casi cuarenta años de “democracia” protagonizados por el Régimen
del 78 en Canarias [CC + PPSOE], puede resumirse en una corta frase:
“Empobrecimiento general de los Canarios hasta límites de miseria y el saqueo
sistemático de Nuestro Patrimonio Natural y Recursos Naturales a base de
especulación urbanística, y la venta a intereses extranjeros de Nuestro Suelo
[Con todo lo que contiene]”, dentro de una estrategia de depredación colonial
de la que CC ha sido colaboradora necesaria, imprescindible.
En este contexto, la última cacicada a favor de intereses extra canarios
es la modificación de la Ley del Suelo, que pone en manos de la especulación
privada la “reserva de inversiones” en forma de Suelo Rústico y Espacios
Naturales, sujeto ahora a las interpretaciones personalistas de cualquier
Concejal de Urbanismo, “esos personajes incorruptibles que no han dado nada
que hablar en 40 años de corrupción generalizada” en Canarias y el Estado
espanol.” Por lo tanto, eso de que son Nacionalistas, “que hacen prevalecer
por encima de todo los intereses de Canarias y los canarios”, es una
entelequia, una mentira.
Una postura Nacionalista, por parte de cualquier canario, sería dejar a
un lado todas las boberías, las posturas personales y personalistas, que en la
mayoría de las veces, en los casos que conozco, posturas muy personales
cargadas de orgullos y “agravios o supuestos agravios” personales sin
contenido político, sustituyendo el debate y el contenido de un Programa; Cosas
que son llevadas al terreno de lo personal y que no teniendo nada que ver con la
política, condicionan el despegue de un Movimiento político que podría contar
con el respaldo inicial de un 15- 20 % de los/ las canarios/ as, y que un poco
de trabajo podría superar el umbral del 30- 40% de la población de las islas.
Estoy harto de oír las mismas quejas a un lado y el otro, en el sentido
de que “los demás” son los que nunca quieren la Unidad, pero de igual
manera me he cansado como unos y otros no dan su brazo a torcer y solo se sentarían
a negociar si los demás les dan la razón en todo y renuncian a sus
convicciones, convirtiendo el razonamiento en actitudes ultra radicales que no
solo no les llevan a ningún sitio sino que además impiden que otros puedan
llegar a un embrión de Unidad; Son de estos que ponen condiciones a todo para
sentarse a una mesa solo a hablar, que solo lo harán si el otro les da la razón
en todo aunque no la tengan, los que de forma consciente lo hacen a propósito
porque en el fondo es la única forma de que no se demuestre objetivamente que
ellos carecen de la “cultura política” necesaria ni para llevar una
Agrupación Local, puesto que no han tenido el interés necesario ni para saber
distinguir entre Democracia y todo lo demás, entre lo que significa el Derecho
de los demás a sostener libremente lo que cualquiera pueda pensar y creer y lo
que significa imponer por la fuerza los propios planteamientos e ideas. Un
ejemplo claro de ello es la cantidad de divisiones, escisiones y contra
escisiones que ha habido entre nuestras filas, de gente que carece del respeto
suficiente a las posturas ajenas para coexistir con ellos, por lo que a la
primera de cambio “rompen la baraja” y forman su grupito aparte, “porque
ellos están en posesión de la Verdad y el resto del mundo está equivocado”.
Yo que en el pasado cometí “ese mismo error”, muchas veces además,
que siendo simpatizante comunista, en un momento dado llegué a considerar a los
conmatriotas del FREPIC-AWAÑAC [A fin de cuentas un Partido de Izquierda
Revolucionaria] casi como de derechas porque no quería entender en mi juventud
radical que no todo el mundo tiene la obligación de pensar como yo; Y a medida
que crecía mi desencanto y dejaba el mundillo político y me comprometía con
el Movimiento Vecinal, me fui dando cuenta que la única forma es el trabajo
diario, codo con codo con la gente.
Fue no hace tanto, en conversaciones y debates con Gerardo [DEP] un
camarada del FREPIC, en casa de otro amigo también fallecido, cuando logré
entender algunas cosas que hasta ese momento a mi me parecían inimaginables y
casi pecados capitales [“En Política], llegando a la conclusión, ambos, que
el único problema que había habido es una falta total del Diálogo suficiente
para que ambos entendiéramos la postura del otro, porque invariablemente todo
acababa con el puñetazo en la mesa y el “déjate de boberías, tú no puedes
decir eso...”Miren, yo he llegado incluso, imbuido de esta filosofía, a tener
que trabajar codo con codo con gente situada en las antípodas de mi forma de
pensar, para conseguir una simple farola de alumbrado público, “porque a
ambos nos hacía falta”, a colaborar en cosas con las que simplemente no
comulgo, como tener que asistir a una procesión religiosa, porque me había
comprometido con una Comisión de Fiestas y “caramba” en aquel preciso
momento no había nadie más que “estuviera pendiente” del buen desarrollo
de las actividades que se habían planificado ¿Qué más da que el “rojo”
del barrio estuviera allí? Lo que importaba es que lo que se había decidido
por la mayoría cualificada se hiciera, aunque yo tuviera que pasar un mal trago
momentáneo; Lo que importaba, era el resultado del balance anual de Gestiones y
Consecuciones de la Asociación/ Federación/ Confederación de Vecinos o
Asociaciones, donde media hora de procesión religiosa no significaba nada
puesto que lo verdaderamente importante eran las mejoras que entre todos habíamos
conseguido para el barrio/ s, de las que yo o “los míos” también me/ se
beneficiaba/n. Pero afortunadamente, a trompicones, quizá demasiado tarde, he
llegado a madurar políticamente, lo suficiente para al menos llegar a aceptar
la posibilidad de que por muy claras que yo tenga las cosas, no solo puedo estar
equivocado, sino que el camino se hace andando, convenciendo a los demás; Y que
si no logro convencer a nadie, una de dos, o mi camino no es el correcto y soy
yo el equivocado, o no tengo razones suficientes para que nadie me acompañe,
por lo que en lugar de cabrearme, quizá debería parame a analizar las cosas, a
madurarlas. Si yo he podido, cualquiera puede.
Desde
la Vieja Fortaleza Menceyato de Anaga
Artículos
anteriores de Rukaden Ait Anaga
Anteriores:
El papel de los soberanistas canarios (II)
El papel de los soberanistas canarios (I)