Las papas y el "brexit"

«» Wladimiro Rodríguez Brito *

[...Hoy tenemos que relacionar la nueva situación, dado que Inglaterra deja la UE, pero también porque seguimos comprando semilla de papa de las islas británicas, al mismo tiempo que somos dependientes de una parte importante del consumo de las Islas con papas inglesas (¿"dumping"?, excedentes, organizaciones comerciales...)...]

La cultura de la papa ha tenido un gran arraigo en Canarias, siendo una referencia las variedades andinas cultivadas en las Islas desde el s. XVI (papas de color). Tengamos presente que las papas, el gofio y los productos ganaderos y pesqueros han sido la base de la alimentación de los canarios durante más de cuatro siglos.

Los ingleses y las papas.- Hemos de tener presente que en las últimas décadas del s. XIX, Inglaterra introduce un nuevo ciclo en la exportación de las Islas (tomates-plátanos-papas), incorporando en las Islas numerosas variedades mejoradas en el Reino Unido, haciéndonos dependientes de semilla inglesa a lo largo de 127 años. En un primer periodo exportaban las Islas papas tempranas de enero a junio hasta 1973, año en que Inglaterra se incorpora a la CEE, rompiendo con casi cien años de abastecimiento canario de papas tempranas. Se da la situación de que los ingleses venían comprando papas del área externa de la CEE con importantes partidas de Egipto y Chipre, para las que habían negociado aranceles un 50% más bajos de los que aplicaban a las papas de Canarias, siendo importante en la economía del Archipiélago las exportaciones a las islas británicas, de algo más de 40.000 tm3 al año hasta 1977.

Las papas y el "brexit".- Hoy tenemos que relacionar la nueva situación, dado que Inglaterra deja la UE, pero también porque seguimos comprando semilla de papa de las islas británicas, al mismo tiempo que somos dependientes de una parte importante del consumo de las Islas con papas inglesas (¿"dumping"?, excedentes, organizaciones comerciales...).

Nuestros responsables políticos tienen que negociar ante una nueva coyuntura económica para Inglaterra, en la que Canarias tiene mucho que decir, dada la complementariedad de la producción entre Inglaterra y Canarias y las posibilidades de mejorar la economía y la producción de los agricultores isleños.

Una nueva época.- Las medidas proteccionistas que se producen en numerosos países, la vuelta a los acuerdos bilaterales ("brexit"), Trump y otros y las necesidades que tenemos de potenciar la producción local deben hacernos reflexionar cómo hacer el agro algo menos dependiente del exterior, que en el caso de las papas podemos ser autosuficientes, o exportando cultivos tempranos.

Debemos hacer una lectura amplia de lo que está ocurriendo con los alimentos en el mundo, tanto por la concentración del poder de los que manejan las semillas, los fertilizantes (caso de la fusión Monsanto-Bayer) o toda una reestructuración de grandes empresas agrarias en EE.UU. (Cargrill y otras), así como los nuevos planteamientos de aranceles a las importaciones. Hay numerosos interrogantes en el mayor productor de cereales y carne del planeta. Hemos de comentar cómo en un país de grandes recursos agrarios tienen un debate en la necesidad de mantener a más de dos millones de granjeros como referencia de estabilidad productiva, a la que hemos de añadir varios millones de asalariados que ahora peligran, tal situación con los planteamientos de papeles o la frontera del señor Trump. Aquí y ahora debemos tener un debate profundo con los aranceles y la agricultura, en la que la mayor potencia del mundo tiene numerosos interrogantes sobre barreras de entrada y prioridades.

Cómo no vamos a plantear en Canarias la producción local y la manera de abastecernos, en las que las importaciones sin aranceles y otros deben tener un control que prime el interés público en el sentido amplio de la palabra, garantías de autoabastecimiento y estabilidad social. Creemos que sería oportuno que los responsables políticos tengan un debate sobre el futuro del campo, en el que los temas arancelarios, las ayudas a la producción y las prioridades en el uso de la tierra sean el eje central. Hagamos otra lectura con un compromiso del presente y del futuro. Aranceles y campo no son solo temas del señor Trump, aquí y ahora debiéramos ser conscientes de la tierra y la estabilidad social, la tierra y el estómago... Leamos lo que ocurre en Nigeria o Somalia.

* DOCTOR EN GEOGRAFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA

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