PAPAS, POLILLAS Y COVID-19 (II)

 

Wladimiro Rodríguez Brito

[...Aquí y ahora debemos ser respetuosos con la producción de alimentos y la gestión ambiental, nuestros queridos campesinos saben mucho más que lo que dicen, aunque en muchos casos sean ágrafos, nos han dejado un patrimonio que debemos valorar por razones obvias: El barbecho, las legumbres, el manchón, la ganadería y el estiércol, las semillas locales, los frutales y, sobretodo, la rotación de cultivo en hojas. Los distintos medios geográficos tienen en su ADN mucha experiencia, lamentablemente separada por muros de ignorancia, en algunos casos universitaria, que nos hablan en nombre de la ciencia...]

Hemos comentado la situación de la producción de papas en los secanos húmedos: desde el macizo de Famara (Guinate-Guatifay) hasta la Montaña Vaqueros-Hoya Grande en Garafía, en la cosecha de verano. Pero entender los cultivos de invierno requiere otra lectura, pues son una realidad más compleja, mayor dispersión parcelaria, regadíos, cultivos en jable, entre otras cosas. El factor limitante es el agua, ya que los inviernos son muy irregulares, tanto en las zonas costeras como en los sotaventos. En todos los casos, hablar de papas es hablar de 100 a 200 litros m2/cosecha en los secanos, lo cual no ofrece garantías, hemos de contar con infraestructuras hídricas. En otro estado de cosas, la semilla para dicha siembra no depende del exterior, como la papa de verano, o bien la semilla local, caso de las papas de color. La semilla es la segunda cosecha de las papas inglesas-irlandesas de la cosecha de verano.

Tenemos suelos con posibilidades para el autoabastecimiento, en tanto en cuanto tengamos agua. Si destinamos el agua que se produce en las medianías (pozos, galería, fuentes) a dicho marco geográfico podremos autoabastecernos sin depender de las importaciones.

Hemos de destacar que las papas de invierno tienen menos problemas con la polilla, tanto por la época de la cosecha, como por la dispersión parcelaria, en un marco geográfico más amplio, en la que la mayor concentración se produce en La Escalona-Vilaflor, y el norte de Gran Canaria.

En el artículo anterior hacíamos alusión a Simón Ortega, como agrónomo y dirigente de una gran empresa agraria (Agroisleña - Venezuela), y sus conocimientos sobre Canadá, país organizado, productor de papas de semillas, en la que aplican prácticas que nuestros agricultores “ágrafos” aplicaban en Canarias, es decir, hay una sabiduría empírica transmitiendo de padres a hijos, de una valía extraordinaria, orientada, por ejemplo, al mantenimiento de la fertilidad de los suelos, N.P.K., carbono, más equilibrio con los nematodos, hongos, pulgones, y otras plagas.

No olvidemos que la papa es uno de los cultivos que produce más materia seca por Ha. cultivada, de 4.000 a 6.000 Kilos por hectárea. Debemos saber que la aplicación en Canadá (país poco estatalista), del cultivo en hojas, rotando los cultivos cada 3 años, como practicaban nuestros agricultores, pone de manifiesto la sabiduría y valor que han tenido los agricultores y ganaderos, conocimientos en muchos casos no codificados en publicaciones, en una sociedad que infravalora lo rural, lo empírico, lo tradicional, hoy algo básico, tanto en la lucha contra plagas, como por una agricultura más saludable, en la que se apuesta por menos fitosanitarios.

La globalización, el cambio climático, el COVID19, nos hacen mirar para detrás, debemos entender que hemos dejado en el camino experiencias, conocimientos, maneras de manejar la naturaleza de un modo menos agresivo. Hemos priorizado las importaciones sin respeto a la agricultura local, el llamado libre mercado, la política de puertas abiertas, sin cancelas ni candados, sin consideración con nuestros agricultores, nos ha traído a la situación actual, que les ha ido bien para unos pocos, generando unos huérfanos marginados en el sector agrario, lo que lamentablemente llamamos progreso, desarrollo, sin apenas P.I.B. agrario, modernidad, futuro. El COVID ha entrado sin permiso, asalta todas las fortalezas, de tal manera que en uno de los portaaviones más destacados del mundo, el Franklin D. Roosvelt, tiene que volver a puerto porque el COAVID19 neutraliza una parte importante de la tripulación.

Aquí y ahora debemos ser respetuosos con la producción de alimentos y la gestión ambiental, nuestros queridos campesinos saben mucho más que lo que dicen, aunque en muchos casos sean ágrafos, nos han dejado un patrimonio que debemos valorar por razones obvias: El barbecho, las legumbres, el manchón, la ganadería y el estiércol, las semillas locales, los frutales y, sobretodo, la rotación de cultivo en hojas. Los distintos medios geográficos tienen en su ADN mucha experiencia, lamentablemente separada por muros de ignorancia, en algunos casos universitaria, que nos hablan en nombre de la ciencia.

Las papas en Canarias son también una fuente de sabiduría y de valor. La referencia de Canadá es una fuente más de que las cosas de ayer son útiles para mañana, allí aplican sabiduría empírica que nuestros campesinos aplicaban ya hace muchos años, y la rotación de cultivos es una de ellas.

Tenemos una rica cultural, cuidémosla.