El pasado jueves, 2 de agosto, tuve la
fortuna de asistir a la presentación del libro Las Papas antiguas de Tenerife,
obra de Domingo Ríos. Se trata de un trabajo que recoge y analiza en pocas
líneas una cultura, una manera de entender el campo y la naturaleza, de una
fortaleza que ha resistido en tiempos difíciles. Junto al autor de esta
magnífica obra, estuvieron presentes el consejero de Agricultura, Ganadería y
Pesca del Cabildo, José Joaquín Bethencourt; así como Sulbey
González, directora del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria; y
ejerciendo como anfitrión Isaac Valencia, alcalde de La Orotava. Todos
valoramos este trabajo en el que se hace alusión al desmantelamiento que ha
sufrido el mundo rural, quedando en muchos casos los cultivos de secano
reducidos a una mínima parte de lo que fueron en el pasado. Es en estas
circunstancias donde las papas han asumido un papel simbólico; son una parte
fundamental e indisoluble de la cultura isleña.
Tenemos en nuestras manos un trabajo que
recoge y analiza en pocas líneas una cultura, una manera de entender el campo y
la naturaleza, de una fortaleza que ha resistido en tiempos difíciles; unos
tiempos en los que el mundo rural ha sufrido un duro desmantelamiento, quedando
en muchos casos los cultivos de secano reducidos a una mínima parte de lo que
fueron en el pasado. Es en estas circunstancias donde las papas han asumido un
papel simbólico; son una parte fundamental e indisoluble de la cultura isleña.
Domingo Ríos nos muestra un estudio
detallado por comarcas, variedades y vínculos con la cultura andina en ese
tejer y destejer de nuestros emigrantes; en la que los aspectos culinarios,
agrícola, y en general culturales han arraigado en la Isla. En cada localidad
las papas son parte de cada familia y de cada caserío; las semillas de cada
variedad son bienes casi patrimoniales, mucho más que un cultivo; son elementos
de artesanía profundamente enraizados en las costumbres y tradiciones.
Domingo también hace un recorrido
espacial analizando las características morfológicas, desde el color, pasando
por las texturas, y llegando hasta las épocas de siembra marcadas por la
tradición. Las papas bonitas son las papas del alisio, de las medianías de
secano, que suponen más del 80% del total canario. Hablar de las papas de color
en Canarias es hablar del norte de Tenerife, pues solo en Lanzarote y La Palma
quedan todavía algunos cultivos aislados de las papas andinas.
La Asociación de Papas Antiguas de
Canarias y el Cabildo de Tenerife han realizado un esfuerzo en la consecución
de la denominación de origen que el trabajo de Domingo
avala. Es un merecido reconocimiento de nuestro patrimonio en una sociedad que
ha devaluado lo rural, tanto en lo cultural como en lo económico.
Ésta es una cultura de ida y vuelta
entre Canarias y América: por el número de variedades; por los sistemas de
mantener las semillas intercambiando entre zonas de manera horizontal o
vertical; por el juego del cultivo a tres hojas para mantener la fertilidad del
suelo (cereal, legumbres y papas); y también por el cultivo entre rozas o
asociados permanentemente con zonas boscosas (castaño, monteverde,…).
Las papas andinas son idóneas para el duro invierno en las medianías, ya que
están varios meses sin grelar; también son variedades
rústicas, en las que cada pie tiene numerosos brotes, con una mayor capacidad
de supervivencia ante el viento y la sequía.
Las papas de color son parte de las
señas de identidad de nuestra cocina, son una referencia que le da personalidad
al norte de Tenerife. Un plato de papas de color arrugadas y un vino de la
tierra son parte de nuestras señas de identidad, son parte de los archivos
vivos de nuestros emigrantes. No son solo un plato, son un encuentro con
nuestra historia y nuestra cultura, son parte de nuestros antepasados que
pervive en las medianías.
Este libro es también un encuentro entre
el ayer y el mañana. Domingo le pone letra de imprenta a numerosos olvidos de
la historia reciente de esta tierra. Seguro que continuará rescatando sabiduría
popular del rico pozo del mundo rural. Enhorabuena y Gracias.
*
Profesor de Geografía
de la Universidad de La Laguna