La papa caliente de Australia
José
Antonio Infante *
Mira que habíamos tenido que digerir
procedencias raras de papas importadas haciendo que se acumulen los
"stocks" del país. En sacos y almacenes. Las nuestras, parece ser, no
son competitivas en determinadas épocas, y las de fuera, con orígenes tan
llamativos como Chipre, sí. En algunos casos anunciando fraudulentamente que
son canarias.
Lo
que nunca habíamos tenido el disgusto de conocer es la papa caliente de
Australia. Es nueva. La portavoz del Grupo Popular ante la presentación en el
Parlamento de una Proposición no de Ley auspiciada por Nueva Canarias, en la
que se insta al Gobierno para que pida al Estado "que cumpla" con la
financiación prometida o reclame fondos suficientes para hacer frente a la
crisis de tal forma que al final del periodo (2020) se hayan invertido los
25.000 millones de euros "prometidos de más", María Australia
Navarro, en su réplica, insistió en que el Plan Canarias pactado con el PSOE, y
que nació de un acuerdo "unánime" en el Congreso de los Diputados, es
un tubérculo ardiente. Navarro subrayó que es "propaganda política".
Aseguró que NC quiere pasarle "la papa caliente" al Gobierno que
salga de las urnas. "Se requiere la honestidad de todos y hay que
reconocer el fraude", expuso para añadir que no se puede responsabilizar a
una fuerza política que no tuvo nada que ver.
Y,
efectivamente, se tiene que responsabilizar al Estado. Desde hace un tiempo no
solo hay que negociar, sino después negociar que se cumpla lo que se ha
negociado, negociando más tarde la dotación o la ficha económica de lo que
negoció primero; y segundo, mira las cúpulas de Aguere
o la "chumberaluminosis".
Aparte,
yo creo que la cifra alumbrada como consecuencia no es casual para nada. Los
2.500 millones anuales salen de hacer cuentas de dos más dos, tirando incluso a
la baja, y sin medir muchos factores de difícil cuantificación para lo que se
da y lo que se recibe. El número es precisamente el resultado de un gesto serio
de honestidad, por justicia y equidad con Canarias, de un gobierno del Estado
agobiado que en su última bocanada ha sido capaz de reconocer de hecho que las
Islas tienen que contar con un trato reforzado, por la lógica de su situación
particular geoeconómica, con una plasmación
perjudicial actual a medio camino entre ultraperiferia, colonia y territorio,
que produce como muestra unos parámetros de pobreza, retribución y paro que no
casan ni de lejos con la zona del mundo en la que se supone encuadrada.
Lo
que personalmente no entiendo, ni entenderé nunca, es que sean precisamente los
primeras espadas en las Islas, de partidos puestos ahí por la población de un
territorio compacto situado en el mal llamado Trópico de Cáncer, los que
ejerzan de "stopper" y pudrecosechas
ante las aspiraciones de igualdad de su propia gente. Creo en mi ingenuidad que
sus razones no deberían esconderse solo en hacer méritos ante los jefazos; más
bien al revés, dejándoles clarito que ese plan entre otras cosas es intocable y
mejorable.
La
papa caliente de Australia, en el mismo cantero que lo fue la papa "juanfernandina" para el PSOE, amenaza con ser la
calificación que el PP, si consigue mayoría para gobernar en España, dé al
Archipiélago.
Y
aquí solo se me ocurre introducir otro comentario sobre papas:
El
aislamiento geográfico de Canarias, lugar por el que penetró la patata europea,
la convierte en la única zona donde hoy pueden encontrarse variedades de triploides que solo existen en los Andes y que nunca han
llegado a tierras del viejo continente ni tampoco a EEUU. Son las papas negras
"yema de huevo", amarillas por dentro y fáciles de pelar. Después
están las denominadas "papas bonitas", evolucionadas a partir de una
subespecie indígena -no alienígena-, que en lengua quechua recibe un nombre
similar. Las "papas bonitas" poseen aspectos muy diferentes: negras,
blancas, coloradas, llagadas y ojos de perdiz. Otro de los grupos interesantes
son las "azucenas". Pero hay bastantes más. En las zonas altas de
montaña existe una variedad que se llama "borralla"
o "melonera", que se caracteriza por su alto contenido en materia
seca, pudiendo llegar a un 35% frente al 18% que poseen, por norma general, las
patatas de fuera. Muy apreciadas culinariamente, con piel y un poquito de mojo
pueden acompañar cualquier plato de calidad. Con una hamburguesa o con un canguro
frito no pegan.