TRADICIONES
MILENARIAS
EL
PASTOR PEPITO GUEDES Y EL "JUEGO DEL PÁMPANO ROTO"
Paco
Díaz
Estimado
compa:
Tardé un poco en contestarte hasta poder hablar con el "rabadán",
jefe, según la tradición de los pastores guanches, Pepito Guedes, para
comunicarle que le querían entrevistar desde Tenerife. Éste es, al igual que
muchos otros pastores, uno de tantos sabio pastores que acumulan consigo la
mejor biblioteca de tradición milenaria "maga". Fue elegido
"rabadán" en una de las itinerantes Fiestas del Pastor que organizo,
concretamente en la Julio de 2007. En ella, en directo y ante miles de personas
que comprobaron como con su melodía de pastor, con la flauta con la que
suele apacentar el rebaño, sonaba exactamente igual que aquel de otros dos
pastores, ¿canarii?, del norte de África, que a continuación sonaron por los
altavoces, a través de la reproducción de dos casettes aportados ex profeso
para tan importante demostración documental histórica. ¡Nuestros pastores son
tan FIELES A LA TRADICIÓN que, después de más de DOS MIL AÑOS, aún
continúan vivas y exactamente iguales, sin cambio alguno, las mismas melodías,
"usos y costumbres" pastoriles!
Te ruego que, aunque el pastor es muy alegre y dicharachero,
cuando tu amigo Fernando Hernández le entreviste, por favor, que haga hincapié que aunque
los pastores son muy alegres, a pesar de su duro trabajo, se debe respetar
mucho, teniendo infinito tacto que cuando se presenten en entrevistas
en medios informativos, sus lectores, televidentes u oyentes, se
despisten y les tomen por simples y curiosos payasos.
En
estos casos se le debe dar el máximo de dignidad de ser reliquias vivas como
portadores de nuestra Identidad y de los "usos y costumbres, que son ley,
aunque muchos jueces godos las desconozcan.
-
Él
procede de Las Breñas, en las Cumbres de Telde, de fama de afamados y
respetados pastores. De jovencito, para ayudar a la familia, se cargaba con una
cesta de higos, tunos o productos agrícolas y bajaba hasta la lejana zona
costera para venderlos. También vivió en socavones-cuevas sin infraestructura
alguna, al igual que en casas y cuevas cruciformes, auténticas guanches, de
hace cientos o miles de años, que exactamente igual fueron habitadas por
antepasados guanches, con las mismas camas guanches con jergones de pieles de
cabra u oveja y trozos de arbustos y hojas bajo ellas. He visitado y he grabado
varias de ellas en las que vivió con algún hermano o hermana. ¡Igualito que
unas ovejitas más, solo con una muda, que se la quitaban para que su hermana se
las lavara, mientras esperaban desnudos¡ Comían leche, queso y gofio en e zurrón.
No conocían el dinero, ya que cada quince días su padre les enviaba unos mulos
para recoger el queso que se amontonaba en un pretil de lajas.
Suele
contar una anécdota sobre un gran abusador, vecino de su abuelo, al que le
tiene gran aprecio, al igual que a su padre, que siempre que su ganado de vacas
bebía -"y dice el pastor: en la fuente, primero bebe el ganado y luego la
gente"-, adrede emporcaba toda la fuente. Nadie se atrevía a enfrentarse a
él. Todos le temían y nadie le alzaba la voz ni le llamaba la
atención, pero su abuelo, Salvadorillo, con solo 14 años, que
ya era todo un tagilague sí que le llamó la atención y se atrevió a
amenazarle. Pero éste continuaba de fanfarrón y emporcando la fuente para
mofarse del pueblo. "Tanto fue el cántaro a la fuente, hasta que se
rompió"..., hasta que aquel tagilague, al comprobar que hacía caso
omiso y seguía con sus habituales humillaciones;" ¡Ustedes coman
mierda!", se vio obligado a tomar una piedra y arrojándola con tal fulminante puntería a
la cabeza de aquel abusador, que le mató al instante, cayendo su cuerpo con los
brazos en cruz a la charca y con la cabeza boca abajo. Pero cuando llegó la
policía de la época, todo el pueblo le arropó, diciendo: "¡Salvadoriño
es inocente, no ha hecho más que defendernos, mucho antes se merecía haber
muerto!" . Y le absolvieron.
Como
todos los pastores, Pepito Guedes siente gran respeto por la familia. Al
preguntarle por su padre, dice que era muy trabajador y que de joven era
muy popular por su elegancia y enamoradizo, por lo que le llamaban el
"Perro Chimbo" - Todo ello relacionado con el "inocente"
juego de nuestras abuelas, "El Pámpano Roto", que estaba muy de moda
en el Sur de Tamarant, especialmente Agüimes, Ingenio y su zona del
Barranco de Guayadeque. Este era debido, posiblemente, a un juego de iniciación
sexual guanche, el cual y como era lógico, entusiasmaban mucho a los
adolescentes de ambos sexos, en aquella época del finales del siglo XIX y
principios del XX, portadores de más de un 80 "% de genes guanches. En la
época había bastante agua en los múltiples arroyos de la isla, como,
asimismo, en las muchas acequias y canales, a cuyas orillas crecían enormes ñames
con abundancia de hojas de ñameras.
"El Juego del
Pámpano Roto", consistía en que estos adolescentes se desnudaban
totalmente, mientras ellas se tapaban su sexo con siete hojas de ñameras,
mientras que los candidatos intentaban con su pene erecto forzar el blindado
"agujero" para introducirlo dentro de ella. Muchas abuelas a las
que entrevistamos cuentan la experiencia como lo más normal. "Lo hacíamos
sin malicia alguna, como un juego más". Pero el padre de Pepito Guedes, a
quien apodaban el "Perro Chimbo", era tan impetuosos y de gran
potencia sexual que a los primeros "embistes" y viendo que fácilmente
rompería las siete hojas de ñameras, tiraban de él para atrás y le decían ,
"¡Quieto ya, Perro Chimbo"
Cuando
se trasladaron a la costa, a las cercanías de Vecindario, que, por cierto, por
ellos al barrio se le llamó Casa de Pastores; la calle donde viven y poseen su
Quesería El Buen Pastor: la calle Buen Pastor, la iglesia, la del Buen pastor,
al igual que su patrón, es el Buen Pastor, mientras en todas las escenas de
navidades él hace de buen Pastor y sus nietos y, ahora bisnietos, de Niño Jesús.
Podríamos
citar tantas anécdotas sobre la aceptación de su puesto de quesos El Buen
Pastor, en las ferias y mercadillos que frecuenta, especialmente ahora, los miércoles,
el mercadillo de Vecindario, y los sábados en La Carpa, cercana al lugar a Casa
Pastores, de la fama de sus quesos, especialmente los de oveja de 8´10 kilos,
de las cientos de miles de flautas de caña, que para regocijo propio regala
a los niño, de su hermosa artesanía en zurrones, "batijeros"
(en los que lleva su zurrón, gofio, queso, calabaza del agua u otros preciosos
y más pequeños, para que lleven los niños los libros a la escuela), trompetas
guanches hechas con enormes calabazas de agua, pero sobre todo el impacto
positivo que se llevó con nuestra invitación para que pudiera
conocer la positiva realidad de Madeira, donde se le rindió merecido homenaje a
cargo del Gobierno de Madeira, en la famosa sala de fiestas Copapacabana, de su
internacionalmente conocido Casino de Madeira. Le impactó el Mercado dos
Labradores, la media docena de ríos de agua corriendo libremente por su capital
Funchal, además la bellas cascadas de la isla", Exclamando a vivo grito de
lástima por nuestra realidad: ¡¡Virgencita, mientras en Canarias tan
sequitos!". Pero, sobre todo, le impactó el gran respeto por la
agricultura.
Queda
mucho por escribir y contar sobre este gran pastor, Pepito Guedes, que es fiel
reflejo de otros cientos de también sabios compañeros, que languidecen ante
nuestra desidia, DE TODOS, NO SOLO POLÍTICA, mientras sin que movamos un dedo a
su -nuestro- favor de estos dignos portadores de la verdadera Indentidad
Canaria, que encierra en su larga experiencia de tradición milenaria. Todo esto
debe quedar para otro artículo.
¡Ahul
y Faita,
Faita!
Paco Díaz
En
Guiniwada, a 11 de Agosto de 2012