Pacto por Canarias
José Antonio Infante
A lo mejor es
el momento. Me gustaría pensar que sí, a pesar de que pienso, pensaba y
seguramente volveré a pensar que no. Yo es que parto de mantener personalmente
que cualquier equipo, sea de la ideología que sea, que en defensa y
representación de la economía del archipiélago pudiera con honestidad negociar
con el exterior encontraría un desequilibrio tan evidente que sus argumentos
caerían bajo su propio peso encima de cualquier mesa. ¡Pumba!, este dato, este
dato y este dato, punto, ganaríamos siempre.
Todo
se importa en Canarias, es una autentica barbaridad, con un fleje de riqueza
exportada hacia otros lugares, siendo nuestra única compensación, al parecer,
un turismo en manos foráneas del que solo alcanzamos para cortados. ¡Eso no da!
¡No es suficiente! Con un solo motor puenteado nos caemos. No tenemos hoy en
día un modelo que al menos nos permita mantenernos. Perdemos posiciones en la
cola de la cola, que es donde estábamos y aunque alguien pueda decirme que
hemos decrecido menos que la media, ja, ja. También podría contestarle que se
sumerja -y si quiere le prestó la escafandra- en los turbios fondos de nuestros
siete negocietes para que observe cómo no crecen ni
las bacterias extremofilas. Con los sueldos
descaradamente más bajos y el mayor índice de pobreza y de paro del club al que
pertenecemos.
¿Alguien
se atreve a poner a Canarias por delante de cualquier otra prioridad? África
crece y va a crecer en un capitalismo muy complejo que convendría entender y
aprovechar razonablemente para desarrollar herramientas y competir,
diversificando nuestro tejido productivo y creando los medios para que se
puedan mantener nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Es que estamos
vendiendo el oro que queda en las gavetas, ¿qué somos leones o güevones?
Venga,
atrévanse. Una de dos, "o te divorcias o le dices que la quieres".
Quizás este periodo de crisis sea el adecuado para intentar no romper.
Defiendan juntos o semijuntos algo que sirva para el
futuro del archipiélago, quedará constancia. A ver qué les parece que tengamos
una financiación en la media de los demás o que se cumpla un REF modificado y
ambicioso hasta con un encaje en las RUP europeas, aunque teniendo en cuenta
que los dos millones y pico de habitantes imponen un peso especifico muy
distinto, por ejemplo, al de Martinica o Guadalupe, ¿o no? El mismo que el del
paso, frontera y fonda geoestratégica hacia dos continentes que despiertan.
El
transporte es fundamental. Algo de especificidad al sector primario, a las
energías alternativas, a las tecnologías, cosas todas ellas en las que podemos
esgrimir diferenciales de partida que para sus rentabilidades nos distinguen en
su base. Ya sabemos que coches será muy difícil que fabriquemos, pero, hombre,
energía, papas y aloe sí. ¿O no?
D. Jose Luis Rodriguez Zapatero
cifró en 2.500 millones anuales la posible compensación a ese desequilibrio de
partida -y el número no era un invento, era una revelación-, un gran acuerdo
que no debe tener nombres ni demasiados protagonismos, con querer a Canarias es
suficiente. Según Paulino Rivero, además de incorporar el análisis de las
políticas de empleo y crecimiento, debe incluir otros que se encuentran en lo
alto de la agenda política del Archipiélago, como la revisión del sistema de
financiación autonómica, la reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF), la
resolución de los expedientes y objetivos canarios en Europa o las medidas de
racionalización administrativa. Esto último ahorraría mucho.
Da
igual quien empiece, que lo hagan los partidos con representación, que ya eso
será harto complicado, incluso una utopía, y que después se haga participes a
los sindicatos, empresarios y a otros colectivos, porque vuelvo a lo mismo:
necesitamos un esquema de desarrollo básico no solo para afrontar la crisis, si
no antes, y además, abordando las carencias constatables de un modelo que falla
en varias de sus prediseñadas patas y que es claramente deficitario e injusto
en el entorno en el que nos movemos. De momento con "sinceridad" y
"voluntad" se ha acordado crear mesas de trabajo conjuntas con el fin
de buscar salidas consensuadas. Pero si no se encontraran esas voluntades,
sinceridades y acuerdos de mínimos -como dicen ellos- y los de siempre
torpedean los posibles avances habrá que plantearse tirar por la vía del medio.
"A
un pez puede no servirle de nada una bicicleta". Lo que existe en realidad
es una economía arrinconada, dependiente, delegada y sin encaje rentable en
ninguna parte.
Fuente: Publicado en
el periódico El Día, /2013-01-26