El futuro de la PAC, a debate
Mario
Escuela Henríquez
El debate sobre el
futuro de la Política Agraria Común se ha reabierto, si es que alguna vez
estuvo cerrado. Las incógnitas sobre el futuro de la PAC[1] se mantienen, coincidiendo con un escenario crítico
para nuestros productores. El nuevo reparto, a partir de 2014, requiere de un
profundo análisis de las nuevas necesidades que tiene el sector agrario y
ganadero, aunque el objetivo principal pasa por asegurar que los agricultores y
ganaderos canarios mantengamos unas rentas dignas, asegurando así la
supervivencia de un sector estratégico en nuestra región.
La actividad agraria y
ganadera en Canarias necesita de un respaldo económico que debe asegurar la PAC
a partir de 2014. Después de las últimas reformas llevadas a cabo en el marco
comunitario, la UE ha incorporado a nuevos países y el presupuesto ha
permanecido congelado desde la Agenda 2000. Unos parámetros que obligan a que,
con la nueva reforma, la única política común existente en Europa cuente con un
presupuesto mayor y más reequilibrado, siempre acorde al principal objetivo del
sector agrario y ganadero, que es el suministro alimentario en cantidad y en
calidad suficiente.
En este sentido, la
Comunicación difundida por el comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos, no ofrece
garantías a los productores canarios. El desequilibrio es latente. El maridaje
desigual entre políticas medioambientales y medidas de mercado no responden a
la necesidad de un sector presionado hasta la extenuación por las cadenas de
distribución y necesitado de medidas básicas de regulación de mercado. Los
agricultores y ganaderos tenemos que obtener una mayor proporción de renta del
reparto realizado a lo largo de la cadena alimentaria y no podemos seguir
siendo el último eslabón. Por ello, es en este ámbito donde la UE debe incidir
para asegurar la viabilidad del sector.
Un crisol de
oportunidades en el horizonte. Sin embargo, para que las negociaciones
prosperen positivamente para nuestros agricultores y ganaderos, Canarias debe hacer un frente común para defender nuestros intereses,
al ser una de las principales regiones agrícolas en todo el marco europeo.
Canarias tiene que incidir en mantener el sistema de
ayudas actual, aunque mejorándolo. La nueva PAC debe considerar que los
agricultores y ganaderos tenemos diferentes condiciones económicas y naturales,
y los pagos directos tienen que contemplar criterios que permitan reflejar las
diferencias existentes. De este modo se equilibrarían las ayudas y se haría un
reparto más justo entre todos los productores canarios.
Además, hay que
destacar que el principal problema que tenemos agricultores y ganaderos son los
precios que percibimos por nuestros productos. Europa necesita de unos mecanismos
básicos de regulación del mercado, y, en este sentido, las medidas planteadas
por la Comunicación son escasas y superfluas. Los agricultores y ganaderos
necesitamos un código de buenas prácticas comerciales que permita garantizar
una mayor transparencia en la cadena alimentaria, así como acuerdos
interprofesionales y un marco normativo para trabajar contra las prácticas
abusivas de las grandes cadenas de distribución. Unas medidas que permitan
atajar la sangría de bajos precios que está asfixiando al campo canario. Porque
el sector agrario tiene futuro. Mucho futuro.
* Secretario regional de Organización Regional de UPA