Origen de la abstención en Canarias

 

España es un Estado de escasa, por no decir nula, tradición democrática, quedando esta reducida a los breves periodos de la I y II Repúblicas y al referéndum sobre la OTAN.

 

La Primera República Española estuvo en vigor desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874, inicio de la restauración borbónica (dinastía que tiene especial predilección por el día de los inocentes: el BOE publicó la actual constitución española un 29 de diciembre pero de 1978, siempre un día después del de los inocentes). Fue una República Federal. Ciento treinta y nueve años después algunos pretenden la cuadratura del círculo proponiendo un borbonato federal.

 

La Segunda República Española comenzó el 14 de abril de 1931, final del reinado del borbón Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I, finalizando el 1 de abril de 1939, habiendo estado en guerra desde el 18 de julio de 1936, fecha de inicio del golpe de Estado que desembocó en la dictadura fascista de Franco, reinstaurando a su muerte la dinastía borbónica.

 

El 12 de marzo de 1986 se celebró el referéndum, glorioso para Canarias, convocado a regañadientes, nunca mejor dicho, por Felipe González, más conocido como “el de los GAL”, Secretario General del Partido Socialista Obrero Español y que en Canarias fue rechazado por una amplia mayoría pese a la manipulación gubernamental eliminando del censo a todos aquellos sospechosos de votar en contra, léase los estudiantes que pretendían votar por correo, debido a su ausencia del domicilio habitual, victoria que, más de un cuarto de siglo después, el Gobierno y el Estado españoles siguen sin ejecutar, al tratarse de una monarquía corrupta y autoritaria, no un Estado democrático de derecho, victoria que el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (Movimiento UPC) está reivindicando, con bastante audiencia por cierto, en los foros internacionales, fundamentalmente en las Naciones Unidas, lo que nunca hubiera sido posible de haber pedido la abstención.

 

Leamos al respecto el análisis del profesor Bravo de Laguna en su libro “Las Elecciones Políticas en Canarias 1976-1986”: "La crisis de Coalición Popular, que ha supuesto la separación del Partido Demócrata Popular, parece revestir en Canarias caracteres subjetivos y personalistas de base ideológica, así como también el papel político del minoritario Partido Liberal, el cual, por razones que no han sido bien explicitadas, en las elecciones generales parlamentarias de 1986 monopolizó en el Archipiélago las cabeceras de las listas electorales de la Coalición en ambas provincias canarias. En el referéndum sobre la permanencia de España en la Alianza Atlántica, celebrado en marzo de 1986, y en cuanto fuerza política más importante de la derecha del espectro político y partidista español, solicitó la abstención electoral para no apoyar la postura del partido gobernante, favorable a la respuesta afirmativa, la cual, evidentemente, también era la suya, adoptando una controvertida posición política" (Op. Cit. p. 28).

 

Como se comentó anteriormente, en el referéndum sobre la OTAN Coalición Popular solicitó la abstención electoral, abstención que también fue solicitada en nombre del Congreso Nacional de Canarias por Don Antonio Cubillo, recién llegado de su exilio en el año 1985, al comunicarle las autoridades argelinas la imposibilidad de garantizar su seguridad, según el prócer independentista, previa visita a Argel del siniestro personaje Felipe González, antes de convocar el referéndum, probablemente con la perversa pretensión de que sirviera de escarmiento el maltrecho estado en el que el colonialismo había dejado al Sr.Cubillo, que el 5 de Abril de 1978 sufrió un atentado en Argel juzgado por la propia Audiencia Nacional española como de terrorismo de Estado, falleciendo el 10 de Diciembre de 2012 a consecuencia de las secuelas que le obligaron a permanecer en silla de ruedas el resto de su vida y no por causas naturales como afirma el colonialismo.

 

Esa propuesta abstencionista de un sector del independentismo canario, un inmenso error en nuestra opinión, probablemente, por no decir certeramente, ha servido de inspiración al colonialismo que se beneficia de la abstención, y no estamos reconociendo con esto que sean democráticas ni avalando ninguna de sus farsas electorales o mejor sainetes como hemos sostenido en alguna otra ocasión, colonialismo que ha intentado exportar la propuesta abstencionista de algunos independentistas canarios al resto del Estado, Catalunya, Euzkady y Galitzia, sin conseguirlo, que arañando parcelas de poder al colonialismo han implantado sus idiomas en los colegios e incrementado enormemente la conscienciación nacionalista de sus compatriotas, en contraposición al estancamiento de Canarias.

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

Movimiento UPC