Opinadores
Por Paco Déniz *
Ya sea por los cambios habidos en Radio
Televisión Española, ya sea por los temas más candentes de la actualidad política,
lo cierto es que se ha conformado un bando de opinadores,
tertulieros y columnistas que copan los asientos de
los debates televisivos y radiofónicos para recriminar a los manifestantes que
se enfrentan a los recortes y rodean el Parlamento, para echar reprimendas a
los catalanes favorables a la autodeterminación, para rezar avemarías y credos
en Dios padre para que Bildu no se junte con el PNV.
Salvo rarísimas intervenciones (La Sexta y algún tertuliero
de relance) los defensores del orden constitucional, económico y territorial
han ido esgrimiendo diversas versiones del lema consensuado para la ocasión:
ahora no es el momento. Unas veces porque te pagan bien por asistir a esos
debates, otras porque realmente te lo crees, y otras porque en el fondo odias a
la izquierda y a todo lo que tenga que ver con ella, los opinadores
profesionales que apuntalan el régimen tienen en su nacionalismo español, en su
intocable constitución, en los violentos manifestantes, en el trasnochado
Alcalde de Marinaleda y en las pistolas de ETA, la excusa perfecta para hacer
de la prensa española un aparato de propaganda homogéneo, hegemónico y derechoso, que anula e impide la pluralidad mínima que
pueda exigirse en un país democrático. Columnistas, tertulieros,
analistas y algún que otro comodín de esos que hablan de todo en cualquier
lugar, lo tienen claro: España tiene que ser una, grande y libre exenta de
protestas en las calles, exenta de izquierda en las instituciones, y preocupada
sólo por lo que toca ahora: que será lo que el gobierno, la patronal y el Rey
diga que toca.
Salvo en el asunto de los desahucios, en que claramente hay un
posicionamiento favorable a la sufrida clase trabajadora y a la empobrecida
clase media y media baja, los medios de comunicación reservan la cancha
principal para los adalides del orden constitucional. En Canarias pasa lo
mismo, sólo que aquí además se añade el barniz victimista coalicionero
que esconde la gestión de los fondos de compensación europeos todos estos años.
En sus tertulias abundan los tres partidos del régimen y ninguna voz
discordante de grupos políticos con presencia municipal destacada, o personas
interesantes de movimientos sociales. En sus escenarios televisivos y
radiofónicos sólo actúa el cuerpo de baile oficial, pero, señores, pongan
cuidado, porque estas seguidillas se están acabando.
* Paco Déniz es profesor de la Universidad de La Laguna y
miembro de Alternativa Sí se puede por Tenerife.
Otros artículos de Paco Déniz
publicados en El Canario