Las Olimpiadas canarias

 

 

El primero en equiparar los Juegos Beñesmares de los canarios con los Juegos Olímpicos de los griegos fue el médico e investigador Bethencourt Afonso en el tomo II de su obra “Historia del Pueblo Guanche”. Las prácticas deportivas tradicionales de los canarios incluyen la lucha canaria (originalmente un ejercicio de entrenamiento de guerrilleros), el palo canario (en sus modalidades de vara y lata), la bola canaria, el salto del pastor, el levantamiento del arado, el levantamiento y pulseo de la piedra, el calabazo, el tiro y esquive de piedras, la pelotamano, la billarda, la pina y la tángana, entre otros muchos.

 

 

Las Olimpiadas deben su nombre a los juegos que se celebraron en la ciudad griega de Olimpia, marcando ciclos de cuatro años, entre los años 776 a . C. y 393 d. C., cuando Teodosio I decretó la eliminación de todos los cultos y prácticas paganas, aunque el decreto no mencionaba expresamente los Juegos Olímpicos.

 

No fue hasta el año 1833 cuando el poeta y editor Panagiotis Soutsos sugirió el restablecimiento de las Olimpiadas, lo que ocurrió 26 años después en Atenas, repitiéndose en 1870 y 1875. Posteriormente, en 1890, Pierre de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI), organizando una Olimpiada el 6 de abril de 1896 en Atenas nuevamente, internacionalizándose a partir de ese momento.

 

Probablemente antes de celebrarse las primeras Olimpiadas documentadas ya se celebraban en Canarias anualmente los Juegos Beñesmares, así llamados en conmemoración del Beñesmén o inicio del año nuevo lunar guanche (no confundir con el año nuevo solar del solsticio de verano, el 21 de junio), que comienza con la luna llena del mes de agosto y se extiende a lo largo de doce lunaciones (en total trece lunas llenas), lo que constituye una de las aproximaciones más rigurosos conocidas a la medida del año, al complementarse con la aparición en el horizonte de la estrella Canopus, oculta en el Hemisferio Sur hasta ese momento y que en Canarias seguimos celebrando con las multitudinarias conmemoraciones populares de agosto y septiembre, sobre todo en Tenerife, rindiendo homenaje en Candelaria a Chaxiraxi. Por ejemplo, el 21 de agosto de 2013 hubo luna llena. A partir de ese momento se cuentan doce lunas llenas cobsecutivas y la última será el 10 de agosto de 2014. En total 354 días, once días menos que el año solar, o lo que es lo mismo, si le sumamos once días tenemos el año solar, lo que originaría el calendario lunisolar, como el de la Cueva Pintada de Gáldar, con un panel central con doce cuadrados divididos en dos triángulos, simbolizando las doce lunaciones a partir de la de agosto (que no se dibuja), rodeada de cuatro cuadrados y nueve o diez ángulos, correspondientes, probablemente, a los diez u once días para completar el año solar, según se trate de un año bisiesto o no, pues el primer día, a partir del que se inicia la cuenta, no se dibuja, como ocurre con las doce lunas.

 

El primero en equiparar los Juegos Beñesmares de los canarios con los Juegos Olímpicos de los griegos fue el médico e investigador Bethencourt Afonso en el tomo II de su obra “Historia del Pueblo Guanche”. Las prácticas deportivas tradicionales de los canarios incluyen la lucha canaria (originalmente un ejercicio de entrenamiento de guerrilleros), el palo canario (en sus modalidades de vara y lata), la bola canaria, el salto del pastor, el levantamiento del arado, el levantamiento y pulseo de la piedra, el calabazo, el tiro y esquive de piedras, la pelotamano, la billarda, la pina y la tángana, entre otros muchos.

 

 

El ejercicio físico y deportivo complementa una dieta sana y equilibrada, imprescindibles en una sociedad moderna como la que propugnamos. Hemos asistido estos días al bochornoso espectáculo internacional que por tercera vez ofrece España al mundo entero, intentando que el COI conceda a la metrópoli del medieval reino colonialista español la celebración de los Juegos Olímpicos y tres veces que el mismo ha rechazado la candidatura, conocedor de la putrefección del régimen metropolitano, quiebra económica y dopaje incluidos, presumiendo de tener construidas, a golpe de pelotazos y no precisamente deportivos, el 80 por ciento de las instalaciones. Los tribunales tendrían que actuar exigiendo la devolución de los multimillonarios gastos realizados y las correspondientes responsabilidades.

 

Dentro de cuatro años se adjudicará la organización de las Olimpiadas del 2024 y si al tiempo de celebrarse dicha adjudicación el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario tiene la confianza de los canarios y canarias presentará la candidatura Canarias 2024 como sede de esa Olimpiada, para dotar a nuestra sociedad de la correspondiente infraestructura deportiva y darnos a conocer como nación soberana ante la comunidad internacional, proponiendo que de la misma forme parte por lo menos la lucha canaria, lo que por otro lado no es ninguna novedad, pues ya en su momento la Federación Canaria de Lucha la propuso como deporte olímpico, rechazada por Juan Antonio Samaranch, presidente en ese momento del COI. Instamos al mundo del deporte canario a iniciar desde el próximo agosto de 2014 el restablecimiento anual de los Juegos Beñesmares.

 

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

Movimiento UPC