(Abordando eso gris, que parece la teoría)

 

 

¡QUE EXTRAÑO!: no puede ser tan simple

 

Jorge Aniceto Molinari

 

Muchos de mis amigos y compañeros han tratado de explicarme que lo que vengo predicando desde hace ya unos cuantos años es muy lindo pero irrealizable.

 

También es cierto que las leyes fundamentales del modo de producción capitalista han sido magistralmente estudiadas por Carlos Marx, Federico Engels, Wladimir Lenin, entre los más destacados.

 

Es en el estudio de esas leyes y en el análisis de la realidad que llegamos a conclusiones para debatir.- El problema es que hoy el debate está cerrado y sin debate es imposible progresar en las salidas posibles.

 

Hemos analizado que el modo de producción capitalista pone en el desarrollo de las concepciones sociales la confrontación de clases o la paz social según convenga a sus intereses.- De ello están teñidos todos los enfoques de la realidad social, desde la derecha a la izquierda, de la izquierda a la derecha. Pero así como el “pour se mouve” de Galileo, también han existidos los análisis de Marx. Ahora estos análisis que están ahí escritos han soportado la deformación, la idealización.-

 

La lucha de clases es anterior al nacimiento del modo de producción capitalista, pero es sobre esa lucha que el modo de producción se desarrolla.

 

El problema con las idealizaciones es que la crisis las hacen pedazos y la vuelta al análisis del modo de producción es fundamental.

 

Uno de los temas a dilucidar es que pasa con la tasa de ganancia.

 

Los analistas llegan a la conclusión de que la producción real en el mundo crece todavía un 4%, ahora la tasa de ganancia se agosta permanentemente, y los capitalistas asfixiados buscan miles de forma de inversión en lo que sea para mantenerse a flote. También los analistas llegan a la conclusión de que la actividad financiera en el mundo es nueve veces superior a la actividad productiva real. En esta actividad están hoy la guerra, el lavado de dinero, la droga, etc. etc., sus ejecutores pertenecen a la lumpenburguesía, se sienten por encima de la actividad productiva real, es el caldo de cultivo para el fascismo.

 

Mientras oficialmente todas las corrientes sueñan con un restablecimiento del sistema, porque así fue la historia hasta ahora, comienzan a sentirse los efectos irreversibles de la crisis y sus posibles consecuencias.

 

Lamentablemente el atraso en el análisis real de la economía hace que en el desencadenamiento de las circunstancias de crisis vaya quedando la decisión en pocas manos y el peligro del uso de las armas nucleares crece. Los sectores dirigentes de Europa discuten el impuesto a las transacciones financieras no como un cambio en la economía mundial sino como un atenuante a sus exigidas economías. Por ese camino no es solución, pero la crisis lo va a replantear una y otra vez.

 

 Ahora que pasa con el conjunto de la sociedad: está en otra cosa.- Discuten el poder y como unos u otros se quedan con él. ¿Para hacer qué? Nadie lo sabe a ciencia cierta.- Los capitalismos de estado atemperan la crisis, no la resuelven y a su vez en un corto plazo la crisis vuelve a replantearse.- Hoy prácticamente todas las asesorías empresariales trabajan en la baja de los salarios y de las pensiones, es su única variable de ajuste, y ni sueñan trabajar sobre los impuestos como salida a la crisis. Lo que no dicen es que aunque el salario sea cero, la competencia en el mundo y el desarrollo tecnológico es tal, que tampoco es solución.-

 

Hay todavía en la izquierda una rémora stalinista que sueña con los planes quinquenales sobre la base de la estatización de la economía. Es desde estos sectores donde parte hoy desde la “izquierda” las críticas a gobiernos como los de Cuba, Venezuela, Ecuador, etc. etc., favorecidos en parte por la falta de propuestas para el mundo de estos gobiernos. En algún momento la han tenido, como cuando Fidel Castro abogó por la Tasa Tobin. Como en el arte de la guerra, lo que no se lleva al campo del enemigo termina en nuestro campo. El capitalismo en crisis abarca el mundo, se manifiesta en formas diferentes en cada país o zona, pero la crisis es global, y solo podrá tener soluciones globales.

 

Como en la primera Internacional de Marx y Engels, los trabajadores del mundo coinciden hoy en sus intereses comunes: terminar con la predominancia del modo de producción capitalista.

 

Sostenemos que es necesario ayudar a que el capitalismo muera en paz y que el fin de la predominancia de este modo de producción necesita de dos reformas fundamentales: la moneda única universal, y que el sistema impositivo esté basado en la circulación del dinero, dando fin a los paraísos fiscales, y a todos los sistemas impositivos actuales basados en el consumo, los salarios y las pensiones.-

 

Vulgarmente se valora erróneamente como capitalismo el atesoramiento, pues es esto lo que se exhibe con más vistosidad en plena crisis. La esencia del sistema no es el atesoramiento sino la permanente reinversión que es lo que hoy por el agostamiento de la tasa de ganancia pone en cuestión todo el sistema. La democratización de la economía  vendrá precisamente por el control impositivo de esta circulación y lo recaudado será para hacer social un desarrollo de la producción, para la cual el capitalismo comienza a estar imposibilitado. Es la superación de un modo de producción por otro que en esencia representa las necesidades de la humanidad: el socialismo. Como hace 100 años se replantea: socialismo o barbarie.

 

Montevideo, 30 de julio de 2012.-