A mi no me representan
Jorge
Ancor Dorta *
Las elecciones del 20-N son posiblemente
las elecciones más aburridas y con menor aliciente de la historia. La victoria
del Partido Popular por mayoría absoluta es clara e igual que la debacle
socialista. Puro trámite.
El debate en TV entre Rubalcaba y Rajoy me
aburrió y mucho. Ni Rubalcaba con sus 60 años ni Rajoy con sus 56 me causan ninguna
"ilusión". El primero un tecnócrata copartífice del desastre
económico y social que padecemos. El segundo un político gris doble perdedor de
las elecciones del 2004 y el 2008 que ha convertido al Partido Popular en un
foco de corrupción municipal y autonómica durante los últimos 8 años.
Liderazgo es la capacidad de promover y gestionar el cambio. ¿Que van a renovar
estos? No son líderes sino segundos espadas tradicionales. Ninguno de los dos
representan ningún "cambio" real, sino mas bien todo lo contrario. No
son líderes y por tanto lo único que van a hacer es aplicar los recortes que le
exige Europa para reducir la deuda.
Por mucho que Rajoy se tiña el pelo para
parecer mas joven, representa la continuidad de un modelo gerantocrático y de
una forma de entender el Estado, lo mismo que Rubalcaba. Son políticos que
llevan desde la época de la transición. Representan la negación del relevo y
del cambio cultural profundo que es necesario. Son más de lo mismo.
Representan una forma de entender la política y la continuidad de una
mentalidad obsoleta. Representan la decadencia de una clase política envejecida
y estancada. El continuismo de la partitocracia y el envejecimiento y
estancamiento de sus partidos.
Lo mismo podemos decir de los candidatos
canarios como Pedro Quevedo (55), José Manuel Soria (53), Pablo Matos (55), Ana
Oramas (52), Sebastian Franquis (50) o los sexagenarios Ricardo Melchior (64),
Paco Santiago y Antonio Alarcó (60) difícilmente representan ningún
"cambio". Son la gerontocracia que se resiste a abandonar el poder.
A mi ninguno de estos políticos me representa. Como indica el New York Times,
mas de la mitad de los populares y un tercio de los socialistas que van en las
listas están siendo investigados por corrupción. La "calidad" de la
"democracia española" es claramente deficiente.
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