No
me lo creo, Paulino.
Isidro
Santana León
“El PP está alejando a Canarias de España”, de
semejante disparate alerta Paulino Rivero en su blog.
Canarias siempre ha estado lejos de España y, además,
en otro continente, es ahí donde radica principalmente nuestro problema
colonial: nos hallamos fuera de sus límites jurisdiccionales y geográficos. Me
preocupa, sobre manera, entre otros temas que menciona en este anuncio del día
5/08/12 y que está muy relacionado con otro sacado recientemente el 9/09/12,
aquello de que “hay que revisar el contrato Canarias-Estado”, por lo que le
pregunto que si lo que quiere es renovar por 500 años más de sometimiento,
pues, al parecer, el devaneo le ha parecido poco. Irrumpe ante la paz de la
colonia: “estamos moviendo cielo y tierra para mantener y mejorar los servicios
públicos, pero si nos siguen ahogando, van a condenarnos a medidas que no hemos
tomado ni queremos tomar”.
Quisiera saber, Presi, si
esas medidas son contra el pueblo canario o contra la metrópoli, pues, su
gobierno, cobarde y domeñado, las acciones siempre las ha emprendido contra el
pueblo sufrido y nunca contra el colonialismo abusador e inclemente español. La
responsabilidad del drama por el que pasa secularmente esta colonia, con crisis
económica o sin ella, es siempre del colonialismo, porque hay otros aspectos en
crisis permanente que se refieren al honor, a la libertad, a los derechos y a
la justicia que le niegan a este pueblo canario… ¿O es que somos una colonia
-término que usted no se atreve a mencionar sino en petit comité- cuando
recortan los presupuestos, es decir, cuando el tamaño del hueso no se
corresponde con el esperado o prometido? Alega que incumplen el contrato.
Encima le llama contrato a las concesiones que el colonialismo le hace a
Canarias; a la limosna que como a perros se nos da, porque así, como perros,
nos tratan y nos sienten, caridad, no obstante, que usted administra para que
no ladremos, evitando que el escándalo llegue a los internacionales oídos. Es
hora de morder, pero usted, cual perrero superior, le sigue poniendo el bozal
al pueblo porque así se lo ordenan sus amos en España. No distraiga a la
jauría, amigo, el asunto de la independencia de Canarias no tiene marcha atrás,
es su fin natural. Suelte usted la cadena, déjese de excusas, sólo tiene que
abrir la puerta de la jaula. Su gobierno trata de seguir poniendo untura para
paliar el dolor de un cáncer que es terminal, aspirando a corregir
desigualdades y adquirir derechos… ¡qué ingenuidad!: bajo dominio colonial no
existen derechos, ni siquiera humanos, y las desigualdades a que nos aboca la
metrópoli es lo natural, para eso somos sus súbditos y ustedes los mayordomos
del feudo.
El problema no son las recetas del PP o del PSOE,
estos partidos son parte funcional de la estructura colonialista, nuestra
solución pasa por acabar con el colonialismo en Canarias y no por estar a
perpetuidad de una mano a otra, pertenecientes al mismo cuerpo y dirigidas por
el mismo cerebro. La salvación de Canarias pasa inexorablemente por la
emancipación nacional y no por arreglar esos contratos a los que usted llama
derechos históricos que se adquirieron desde la conquista, sin darse cuenta,
porque su miopía ha pasado de lo político a lo espacial –parece que no sabe
dónde está nuestro archipiélago– de que la nación
canaria no está conquistada mientras hayamos hijos que pidamos sus verdaderos y
legítimos derechos históricos: la descolonización e independencia. ¡Qué
lastima! La sumisión que muestra cuando dice que Canarias ha cumplido con el
déficit y que no le dejan pedir más préstamos o que desacreditan la solvencia y
fiabilidad que los canarios nos hemos ganado a pulso, roza lo patético. En tal
sentido, a ver si se da cuenta, de una jodida vez, que no se puede ser tan
servil y estricto con las exigencias de la metrópoli, estrangulando a nuestro
pueblo, pues, como siempre, pagamos las fiestas de otros –las suyas también– y encima fregamos el suelo. Mire, cristiano, no es
que el modelo del PP nos vaya a hacer retroceder 30 años, es que Canarias lleva
padeciendo quinientos años de ultraje, saqueo, sometimiento, desprecio…, la
lista de agravios sería interminable, y usted aún no se ha enterado: me da que
es bobo y en su casa no lo saben. Ese primer contrato impuesto en el siglo XVI
por la corona de Castilla –todavía no existía España–
reconociendo la singularidad comercial y fiscal de su posesión de ultramar, fue
para el control de las exportaciones de las islas y para que las prebendas
revirtieran en el trono –igualito que ahora– así como
para pagar la lealtad de sus vasallos coloniales –lo mismo que ahora– contrato –como le llama usted–
que tuvieron que quebrantar los administradores coloniales de la época, ante el
monopolio de la Casa de Contratación de Sevilla, pero no porque se menoscabaran
los intereses del pueblo canario sino por el egoísmo y la avaricia de la
oligarquía de la colonia. Leyes hechas para que el pueblo canario subviva sometido, con hocico en tierra y dependiente de las
migajas que mandan de retorno a las islas, después de haberse llevado el chusco
entero. Sí, desde entonces y hasta el presente Régimen Económico y Fiscal de
Canarias, que no dejan de ser instrumentos para el expolio y el subdesarrollo
funcional de nuestra nación, todas esas aplicaciones mercantiles no han servido
sino para seguir suplicando merced a la metrópoli. Diga usted que lo que no nos
sirve es el estatus colonial porque nos imposibilita el desarrollo y la
prosperidad de nuestra nación y de nuestro pueblo, y porque nos obligan a un
marco de relaciones con los demás países, antinatural y contraproducente para
nuestra economía… Ya se lo advertía hace poco un mandatario mauritano, que
avisaba de que Europa le estaba arrebatando el terreno de las relaciones que
con su país históricamente entabla Canarias, por ejemplo, en materia de pesca y
así en toda la cornisa atlántica. No, señor Rivero, no se nos penaliza por ser
una comunidad autónoma cumplidora, se nos ningunea por ser una colonia. No es
que nos traten como a ciudadanos de segunda, somos ciudadanos de segunda porque
estamos dominados colonialmente.
Lo que más me llama la atención, por lo inaudito, es
el llamamiento que hace a la sociedad canaria a rebelarse, aunque me temo mucho
que ese ladrido más alto que otro es una plañidera más para que le dejen pedir
crédito, porque la situación es de explosionar en cualquier momento. Si la
rebeldía a la que llama es para solucionar nuestro secular problema –el
traspaso de la soberanía total e incondicional de España a Canarias–
dé usted el primer paso que para eso es el presidente de la colonia y tiene
eficaces herramientas para hacerlo –desde los medios de difusión hasta sus
relaciones internacionales–, ya que, por otro lado,
el camino está avanzado. No obstante, en las Naciones Unidas hay un dossier que
desempolvar a base de movilizaciones populares y, sobre todo, desobediencia a
la metrópoli por parte de su gobierno. ¡Atrévase! No llore más: va a acabar de romplón con la sequía que padece el archipiélago.
12/09/12
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Guanche y en El Canario