No gracias, fumo Krüger

 

Jorge Ancor Dorta *

 

Hace pocos días, Pedro Solbes presentaba su informe "Las Regiones Ultraperiféricas Europeas en el Mercado Único: La Proyección de la UE en el mundo". Dicho informe fue aplaudido por la prensa local y aprobado por UNANIMIDAD en el Parlamento de Canarias.

 En su página 5, el “Informe Solbes” dice:

“Junto a las dificultades físicas, algunas dificultades reglamentarias, quizá debidas a una cierta falta de consideración de la discontinuidad territorial cuando se estableció la reglamentación sobre el mercado único, se perciben en estas regiones como un verdadero freno a la integración. Esas dificultades penalizan su participación en el mercado único, justo cuando el proceso de reactivación de este gran mercado está en curso, con el objetivo de convertirlo en un instrumento para que el ciudadano europeo pueda gozar plenamente de las ventajas que se derivan de la condición de «europeo». Los ciudadanos y las empresas de las regiones ultra periféricas también deben poder aprovechar estas ventajas"

 

Este párrafo es un reconocimiento implícito –en lenguaje políticamente correcto– de que los reglamentos europeos no tienen en cuenta nuestra realidad y son contraproducentes. Se han sufrido las desventajas del Mercado Único sin poder aprovechar sus ventajas. Al perder los puertos francos también se han perdido las ventajas de la globalización pero se sufren sus consecuencias adversas[1]. En el siglo XXI –y como plataforma entre tres continentes– no podemos permitirnos quedarnos enjaulados en Europa, queremos estar abiertos al mundo[2].

 

El informe del exministro español de economía también dice: 

 

“Deberían poder contribuir a la gran necesidad de crear una dinámica para integrar mejor a estas regiones en el mercado único y beneficiar con esta integración más profunda no sólo a los ciudadanos que viven allí, sino también al conjunto de la UE. (…), la función que estos territorios deben desempeñar en la proyección de la UE en el mundo deberían explotarse más en el interés común del conjunto de los Estados miembros. También he formulado una serie de recomendaciones a este respecto para superar los obstáculos que ponen trabas a la utilización de estos puestos avanzados de la UE.”

Si esto no es una definición de política colonial en lenguaje políticamente correcto que baje Dios y lo vea. Trata de mantener el mercado “integrado” –un eufemismo que quiere decir cautivo– y  trata de mantener las ventajas geoestratégicas de las colonias como puestos avanzados para potenciar los intereses europeos. 

¿y los intereses de Canarias donde quedan?

 

¿informe Solbes? ...... No gracias, fumo Krüger.

 

 

* Jorge Dorta, economista, director de Mencey Capital, autor de Canarias con Futuro y del blog menceymacro.com

 


[1] Todo esto -así como los shocks asimétricos derivados de no ser área monetaria óptima con el Euro- se trata de compensar, desde una óptica eurocentrista, con transferencias fiscales que crean corrupción y matan el dinamismo y la innovación en la economía. Pedro Solbes insiste en su informe en la política fiscal para el encaje de Canarias en la UE y en el mercado único, olvidando que dichas políticas no han funcionado, ni lo harán.

 

[2] Si apartamos el eurocentrismo de nuestras mentes, la conclusión salta a simple vista, salida del mercado común y vuelta a las libertades comerciales que gozábamos con un régimen de puerto franco actualizado y adaptado a un proyecto de construcción nacional para Canarias.

 

Los malos datos macroeconomicos que Pedro Solbes dejó en 1996 - durante el último gobierno de Felipe González - han quedado eclipsados por el paisaje de recesión, paro y fracaso del gobierno de Zapatero. 

 

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