Negro
panorama
«» Josefa Falcón-Assidd n Wayyur
[…En nuestras islas tenemos un altísimo índice
de paro, alto índice de paro que no lo sería tanto si los puestos de trabajo
que hay aquí estuvieran ocupados por gente de aquí, solo que no es así, que
las cosas tienen que cambiar para que eso ocurra y ya sabemos cómo, haciendo
que Canarias sea dueña de sí misma
y así libremente poder dar a los suyos lo que les corresponde…]
Me
encantaría poder empezar un día escribiendo algo bueno, dando una buena
noticia pero, la verdad es que por más que la he buscado, no la he encontrado.
Al contrario, abundan las otras, y no, no
soy derrotista, ni poco optimista, soy realista que es distinto.
Seguimos
con un panorama muy oscuro, el principal motivo de esa “oscuridad” es el
paro y es que ver a tanta gente deseando trabajar y sin poderlo hacer es
bastante deprimente. Los más preocupantes: los padres de familia, pero también
está toda esta gente que con casi 30 años aún no saben lo que es tener un
trabajo y que con esa edad aún tienen que pedir dinero a sus padres -si es que
estos pueden- para sus pequeños gastos. No es nada halagüeño el futuro
que espera a nuestros jóvenes, después de prepararse con ilusión para
un día acceder al mercado laboral, después de hincar los codos en horas y
horas de estudio, de pasar nervios ante los exámenes, de
sacrificar diversiones, de que la mayoría de padres sacrificaran a su
vez muchas cosas estirando de aquí y allá para poder darles esos estudios,
después de todo eso, ahora no tienen nada más que un título colgado de la
pared. Les vemos desesperados, deambulando de un lado a otro llevando
curriculums que van a parar… quién sabe dónde… Puede que al tocho de los
curriculums o quizás a la papelera… es demencial la situación.
En
nuestras islas tenemos un altísimo índice de paro, alto índice de paro que no
lo sería tanto si los puestos de trabajo que hay aquí estuvieran ocupados por
gente de aquí, solo que no es así, que las cosas tienen que cambiar para que
eso ocurra y ya sabemos cómo, haciendo que Canarias sea
dueña de sí misma y así libremente poder dar a los suyos lo que les
corresponde.
Lo
cierto es que es sorprendente lo que
vemos cuando vamos a cualquier
oficina de la administración, el personal es casi todo de fuera,
en los hospitales un alto porcentaje de médicos y enfermeros tampoco son
de aquí, de cada diez sanitarios la mitad son foráneos, tremendo… Nuestra
gente quiere trabajar, necesita trabajar, necesita tener un medio de vida aquí,
en su tierra, todos los que ahora mismo están parados, los jóvenes y los no
tan jóvenes merecen trabajar porque es un derecho. Pero no hay manera de que
esto cambie, vivimos rodeados de corruptos y esos son los únicos a los que
parece sonreírles la vida, corruptos que la hacen una y otra vez y tienen la
suerte de que no se les cierran puertas, al contrario, y mientras, aquí,
nuestra gente está empezando a irse a trabajar al extranjero, volviendo así a
la emigración, aquella de los años también difíciles, la que tuvo lugar en
los 50-60, cuando también nuestra gente tuvo que emigrar unos a Venezuela,
otros a Cuba y en condiciones poco
legales.
Hasta
hace solo unos pocos años, 3 o 4, estas islas tenían el atrayente de ser un
lugar en el que se podía aspirar a una vida mejor; para muchos inmigrantes
africanos y sudamericanos, Canarias era como
una especie de tierra prometida y en apenas esos pocos años
transcurridos todo se ha vuelto del revés y ahora hasta los nuestros se ven
obligados a hacer lo que esas personas hicieron en su día. Triste panorama,
incierto futuro, ojalá pudiéramos ser optimistas y ver las cosas de otra
manera pero tenemos los pies en el suelo, somos realistas y la realidad es la
que es y así tenemos que afrontarla, pero no pasivamente sino haciendo que
nuestra voz se escuche, protestando, reclamando, exigiendo y nunca ¡NUNCA callándonos…!