Necesidades
Públicas de Primer Orden
Cándido
Quintana *
En estos últimos días Diario de Avisos, supongo que
por las largas mareas que han puesto de nuevo en peligro al Pueblo de San
Andrés y espero que no por intereses pagados de un empresario imputado, ha sacado el eterno tema de la escollera de San Andrés y
todo lo que le rodea. Cualquier persona
que no sea de aquí y lea lo que acabo de escribir, se preguntará que tanto
puede rodear a una simple escollera de protección de escasas dimensiones y de
bajo costo, pero la congruencia de su razón chocaría frontalmente con la
cotidiana y cruda realidad de lo que sucede en Santa Cruz, el pelotazo como
bandera y avispados “politicoempresarios”
y “construgobernantes”
al acecho.
No voy a repetir que somos líderes en corruptelas, que
cada uno piense lo que quiera pero las realidades son las que son y están ahí.
Ya me gustaría a mi, y supongo que a casi todos, tener en esta Isla un sector
empresarial modélico, pero nunca se conseguirá en la misma línea, en la que los
empresarios de mayor renombre continúan especulando con lo público, con la
colaboración y/o permisibilidad política que sabemos.
Por mucho que luche democráticamente un Pueblo, ante la evidencia del enjuague
político y del poder que ostentan, poco o nada conseguirá, a no ser que
Ya está bien de teresitas, mamotretos, parques
marítimos, emmasas y una ristra de indecencias, ¡YA
ESTÁ BIEN! Y ahora toca especular con el Puerto de Santa Cruz y con la
seguridad del Pueblo de San Andrés y de sus vecinos, ¡no se paran ante nada! San Andrés necesita de forma perentoria, una
simple y barata escollera que les proteja de los temporales que les vienen
azotando desde tiempos inmemoriales, pero ello no es posible si no se le da a
ganar dinero al empresario de turno, en este caso al imputado José Ana Pérez Labajos. Por cierto, el mismo que pretendía morder la costa
de Tacoronte a costa de acabar con su única playa, la
de
Me he referido también al Puerto de Santa Cruz, porque es público y porque la tajada
empresarial de la marina deportiva, la que nos perdonaría la vida con las
migajas de la escollera, le causaría un daño irreversible de gran dimensión, pues
se apropiaría del único entorno por el que el Puerto, primera industria de
Santa Cruz, podría ampliarse ante previsibles mayores necesidades portuarias, por
lógicos incrementos de población. Digo único, y en esta línea
Cualquier puerto que se precie y tenga expectativas de
futuro tiene RESERVA PORTUARIA, y
aquí se le pretende dar a manos privadas para que haga su agosto y la escollera
de camino, ¡que desfachatez! Y claro para ello hablan de posibles
indemnizaciones para meternos miedo, cuando existen necesidades públicas de primer orden que anteponer, y la escollera
de protección y el Puerto lo son. Y hablan los que hablan, los actuales
presidente de
En definitiva, este es el
Santa Cruz que tenemos y que debemos cambiar para avanzar de una puta vez.
Procede gastar los dineros en donde hacen falta y no en donde algunos empresarios
obligan para lucrarse a tope. Tenemos que revertir la dinámica política, por un
lado, regenerándola, y por otro, quitándoles a los empresarios ese poder
creciente que les han venido otorgando. El Pueblo elige políticos, no
empresarios, por lo que no tiene sentido ese poder de decisión político que se
les está dando a algunos listos “mercaderes”, que es en realidad lo
que son. Al efecto, recientemente me he puesto en contacto con algunos
políticos, entre ellos con el Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa
Cruz, José Ángel Martín Bethencourt del PSOE, a quien he
pedido que se reúna urgentemente con
* Presidente de