El naufragio de la
educación en Canarias
El modelo educativo imperante
en Canarias no es sino una parte más del sistema colonial español, impuesto a
raíz de la invasión por los mercenarios y genocidas al servicio de la monarquía
castellano-aragonesa, representada por los mal denominados Reyes Católicos,
Isabel y Fernando.
Las Universidades precoloniales de la sociedad
canaria, a las que asistían las mujeres canarias, fueron arrasadas por la
barbarie española, al igual que pasó con los innumerables centros de
investigación, como el observatorio astronómico de Artenara. En la degollada
de Yeje, en Tenerife, se descubrieron marcadores y orientaciones astronómicas y
los descubrimientos en La Gomera, así como los de Cuatro Puertas y Roque
Bentaiga en Gran Canaria, Tindaya en Fuerteventura y Belmaco y La Zarza en La
Palma, que descubrieron la estructura espiral de la Vía Láctea, corroboran la
importancia de la astronomía en la ciencia de los canarios precoloniales. Están
documentados también en Lanzarote y El Hierro. Otro tanto podemos afirmar del
desarrollo de la meteorología (calendario lunar de la cueva pintada de Gáldar),
la botánica y la medicina en la sociedad canaria precolonial, que llegaba a
momificar a sus muertos sin necesidad de extirparles las vísceras, aventajando
a egipcios y aztecas, técnica que ni la moderna medicina ha alcanzado.
El Etnólogo austriaco Dominik Wölfel fue uno de los grandes investigadores culturales
del norte de África y también de las Islas Canarias, donde se le considera una
autoridad fundamental. Wölfel claramente
nos documenta la existencia de escuelas prehispánicas, con aspectos, entre
otros, evidentemente económicos y administrativos: “En Gran Canaria junto a esta sacerdotisa suprema había todo
un colegio de sacerdotisas, al que estaba confiada la educación de las niñas
y, quizás, la custodia de las provisiones de alimentos”.
Y
no es la única referencia que encontramos en las crónicas: “Estos
eran maestros que iban a enseñar muchachos a los lugares; había nobles y
villanos para enseñar lo que conviniese a los villanos, y si había niños hábiles
los enviaban a Humiaya como a mayor Universidad”
(Marín de Cubas, T. Historia de las Siete Islas
de Canaria. Ed. Globo.1993.
p 205).
En
la misma página encontramos el siguiente comentario: ”En el lugar de
Gaete, junto a la casa de los mallorquines había una casa grande pintada por
dentro, que fue Seminario de doncellas hijas de nobles, que de toda la isla venían
allí para aprender como escuela”.
Y
continúa la descripción: ”Las maestras eran ancianas de buena vida, hacían
loza de barro o greda parda mezclada con arena, platos, gánigos o barrencillos,
pilones o cazolones para echar agua; untaban con almagra los cuarteroncillos y
bruñianlos con guijarros, cocían la loza en un hoyo en el suelo cubierto de
tierra o arena y encima mucho fuego,
y salían buenos; sabían moler a tahonilla la cebada tostada, que es un pan
llamado gofio, cernían de cuero agujerado muy sutilmente a fuego, y sabiendo
estos oficios se podían casar” (Marín
de Cubas, p 206).
El
holocausto de ese inteligentísimo pueblo, provocado por la invasión de las
hordas armadas españolas, llevó aparejado la destrucción del sistema Cintífico-Tecnológico
y Social de Canarias, incluyendo la prohibición de hablar y escribir nuestro
ancestral idioma, el de los tinerfeños, canarios, awaras, bimbaches, gomeros y
mahos, siendo sustituido por las férreas estructuras de la sociedad
inquisitorial española, con plazas de toros incluidas, sin base científica
alguna (“que inventen ellos”, llegó a afirmar Unamuno, en pleno siglo XX).
Según
el texto de José Luis Moreno Becerra “Educación y fuerza de trabajo en
Canarias”, entre 1960 y 1975, año en el que tiene lugar el cambio en la
jefatura del Estado, que no en el régimen, aunque monárquico a partir de ese
momento, la sociedad agrícola canaria se transforma en una sociedad de
servicio.
En
1960 un 54 por ciento de la población trabajaba en el sector primario
(agricultura, ganadería y pesca) y un 27 por ciento en el sector servicios,
porcentajes que se invirtieron a partir de 1975. En ese año el 10 por ciento de
la población no sabía leer ni escribir y el 86 por ciento de los empresarios sólo
tenía instrucción primaria o menos. En 1960 el 96.3 por ciento de la población
tenía sólo instrucción primaria o menos.
El
desinterés entre los actuales representantes de las instituciones educativas es
alarmante. Los recortes iniciados por Coalición Canaria, siendo consejero de
educación el Sr. Ruano, eliminando los desdobles en las asignaturas científicas
y con ello las prácticas, que hace que los alumnos abandonen el sistema
educativo sin haber tocado un microscopio, lo que ha conducido a que sólo el 6
por ciento de nuestros estudiantes elijan una carrera científica, menos de la
mitad que en el Estado español, cerrando escuelas unitarias y por lo tanto
desarraigando a los alumnos de su medio natural, la medianías, arruinando aún
más el sector primario, lo que le valió al citado consejero el apodo de “el
manostijeras”, recortes que redujeron la plantilla en al menos 1600 profesores
(“Haz una cabra funcionaria y dejará de dar leche”, llegó a afirmar el ínclito).
El
actual consejero del ramo, el Sr. José Miguel Pérez, del muy españolísimo
PSOE, que cada vez que hace alguna declaración pública da la impresión de
contenerse para no emitir una sonora carcajada, probablemente al oírse, ha
incrementado la carga lectiva de los profesores y, según los sindicatos, ha
recortado en otros 1500 profesores la depauperada plantilla, que ha visto
reducidos sus emolumentos en un 5 por ciento y perdido la paga extra de Navidad.
De
los contenidos canarios mejor ni hablar, pues el colonialismo, a cuyo servicio
sigue el sistema educativo, sigue interesado en el Lazarillo de Tormes
(seguramente por aquello de la picaresca), la Celestina y el poema del Mio Cid.
Algunos libros dedican un par de paginitas al medio natural canario. De nuestro
ancestral idioma prefieren ni hablar, por aquello de que de lo que no se habla
no existe. El fracaso escolar es superior al 40 por ciento (antes de los
actuales recortes), pues los alumnos ante este panorama responden siempre con el
mismo interrogante ¿Pregúntame si me interesa?
La
huelga nacional canaria, general e indefinida, es la única solución ante estos
crueles, injustos e injustificados atropellos.
Canarias,
10 de Septiembre de 2012.
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (Movimiento UPC)