[Deberían saber que con la multa se
llevan la cesta de la compra de una familia. ¡Superpolicías!]
Los cuerpos policiales son una de esas
instituciones bendecidas por la propaganda benefactora que los eleva a la
categoría de héroes todos los días, a todas horas.
En el paquete ideológico que difunden los medios en
cualquiera de sus variables siempre hay un policía cercano, aunque sea muy
duro, aunque esté medio chiflado, siempre desenreda la jungla de cristal en la
que los enemigos públicos desean atraparlo. Son policías hechos así mismo,
anticorrupción, a los que no les importa perder los garbanzos ni buscarse el
odio, ni que los expulsen, con tal de que triunfe el bien. Son policías que
dicen que existen pero nadie los ha visto.
En ese paquete ideológico aparecen documentales que
acompañan a los superpolicías a coger a los malos. Que son más malos que Los hermanos Malasombra.
Y siempre están a tu lado, siempre menos cuando los necesitas. La gente nunca
los ha visto por el barrio y solo acuden a la llamada si la sangre tiñe las
aceras. En cambio, los puedes encontrar en el centro del casco histórico vigilando
la zona VIP, custodiando las manifestaciones, a la salida a la autopista de
cualquier zona de guachinches o en algunas playas
como la de El Socorro. Esa es la orden: recaudar como sea.
Algunos Ayuntamientos han lanzado una ofensiva
recaudatoria para sacarle a la gente corriente hasta el último penique. Y la
multa te puede costar la cesta de la compra de todo el mes. Si estás mal
aparcado, aunque no molestes a nadie, aunque sea una urgencia para sacar a tus
chiquillos y llevarlos un momento a donde tienes que ir, te puedes quedar
pidiendo un crédito para darles de comer. Multa y grúa doscientos cincuenta
euros.
Hay que sancionar, pero de manera más acorde con los
tiempos que corren y echarle imaginación a la recaudación. Si no es la goma
desinflada, es un faro, y si no, la luz de la matrícula, la demora en la ITV, o
no tener consigo el recibo municipal del rodaje. Motivos para multarte siempre
van a tener, pero deberían saber que con la multa se llevan la cesta de la
compra de una familia. ¡Superpolicías!