Nos olvidamos y volvemos a tropezar en la misma ceniza

 

Luis Morera 

Si las lágrimas apagaran los incendios, ninguno se atrevería a oscurecernos la vida. Hoy lloramos con La Palma como otras veces nos ha tocado llorar por otra isla hermana. Nuestro dolor es grande pero nuestra memoria es frágil, nos olvidamos y volvemos a tropezar en la misma ceniza. En octubre de 2013 se pegó fuego en Gran Canaria y fue la lluvia del otoño quien lo terminó de apagar. Escribí entonces estas décimas que se volvieron a asomar a mi tristeza viendo cómo arde nuestra Palma y sintiendo el dolor grande de la muerte de Fran.

 

Lloró la isla incendiada
y la tímida llovizna
frenó la mano que tizna
el paisaje y la mirada.


Volverá nuestra sagrada
tierra a llenarse de fe
y el pino canario sé
que regresará a ser verde
pues ni quemándose pierde
memoria de lo que fue.

Ayer todos nos quemamos
pero entre rutina y prisas
haremos también cenizas
todo lo que ayer pensamos.


Verán que nos olvidamos
pronto de casas, vecinos,
paisaje…. y los desatinos
repetirán esta historia:
ojalá nuestra memoria
fuera como nuestros pinos.

Fuego en el alma