La miopía política
Francisco
R. González Alonso *
No tiene la culpa el ciego, sino quien le da el
garrote. Esto ha ocurrido con nuestros gobernantes del Gobierno autónomo de
Canarias al servicio del poder central español. Equivocadamente le hemos dado
el poder político con nuestros votos, y ha sido un gran fiasco haciendo lo que
no debe, prestándose a toda clase de componendas en favor del poder colonial
español y negando toda posibilidad para lograr nuestra independencia.
Tampoco podemos culpar
a nuestros pueblos insulares de su indolencia política, que les impide concebir
sus derechos a la libertad de tener una patria soberana, Canarias libre.
Siempre nos han hecho
ver que nuestra existencia depende del poder central español, y no ven más allá
de sus narices para comprender el sistema colonial que hemos tenido desde que
Canarias fue conquistada por las fuerzas castellanas. Esto lo podemos
manifestar los que por fuerza mayor y en contra de sus ideales, como es vivir
en nuestros paraísos insulares del mar océano Atlántico, se han visto en la
penosa y traumática situación de tener que emigrar para poder subsistir.
El pueblo canario,
sometido hasta la saciedad por el poder colonial español, se siente coaccionado
en todas sus iniciativas por superar su estatus político, ya que nos han hecho
ver siempre que no estamos capacitados para nuestra autodeterminación.
Nuestra gente insular, ante la imposibilidad
de superar su nivel social, se entrega incondicionalmente a vivir una vida
intrascendente y sin aspiraciones, que los ha hecho caer en una vida indolente;
solo le importa tener el estómago lleno que le produzca una relativa quietud
existencial, revelando así que es un pueblo sin ideales de superación por su
miopía política, causada por la sumisión que sufre desde hace más de cinco
siglos y por el terror sembrado en sus mentes.
Afortunadamente, los
canarios que hemos emigrado, que con nuestra descendencia supera la existente
en nuestras queridas Islas Canarias, hemos tenido la oportunidad de conocer la
libertad de acción para superarnos y hoy estamos con pleno conocimiento de que
solo en libertad el hombre evoluciona; por lo tanto, Canarias no ha
evolucionado políticamente en pro de su libertad,
sino en los que arriban enviados por el poder central español para disfrutar
además del clima primaveral de nuestras Islas Canarias, del poder colonial
establecido, que les facilita entrometerse en nuestra vida política, ocupando
puestos gerenciales en la administración pública y demás instituciones de todas
las Islas Canarias, con la vista gorda de nuestras autoridades autonómicas
complacientes, permitiéndoles así seguir explotando nuestros recursos y
disponer militarmente de las Islas, ignorando el ordenamiento jurídico
internacional de la Resolución 1514 (XV) de fecha 14 de diciembre de 1960,
"Declaration on the Granting of
Independence the Colonial Countries and People".
También ha sido notorio enviar a ocupar posiciones estratégicas en la
administración pública canaria a españoles de baja ralea, que hemos calificado
de "godos", por su conducta tunante y discriminatoria sobre nuestra
gente humilde y sumisa, que el miedo y el terror del pasado histórico impregnó
en su espíritu a generación tras generación.
Por último, hemos
observado la gran afluencia de españoles en todo el quehacer canario, con
motivo de los grandes negocios que el turismo ha generado en Canarias, pues
hombres de confianza del poder central español, en connivencia con nuestras
máximas autoridades autonómicas, que son las culpables de la nueva avalancha de
españoles en nuestras Islas Canarias, ocupando posiciones específicas y
promoviendo familias enteras desde la metrópoli peninsular, interrelacionadas
con nuestras actividades económicas, para un mayor control de los dividendos
que producen nuestras Islas, y al mismo tiempo impulsar la afluencia de
españoles como estrategia comicial para aumentar el número de votantes que les
permitan una mayoría electoral, cuando decidan realizar un referéndum que les
favorezca, que solo los canarios nacidos en nuestras islas tienen el derecho a
participar y decidir, nadie más.
¡Canarios!, hay que estar alerta con
dicha estrategia del poder central español, que está enviando con cierto poder
y apoyo a gente que desplaza a los canarios de la administración pública y
política, pues desde el exterior hemos podido observar que hace ya mucho tiempo
que dicha artimaña política se está ejecutando, con el fin de implantar para
siempre el poder omnímodo de su estatus colonial e impedir la independencia de
la República Federal Canaria Atlántica.
* El profesor e investigador Francisco R. González
Alonso es un tinerfeño, natural de Guía de Isora, que
reside en Venezuela desde la década de los cincuenta. Presidente de la Academia
de la Cultura Canario-Venezolana, ha glosado en dos volúmenes su visión del
mundo guanche.
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