Jorge Dorta *
Hubo una vez un patán
campesino que se convirtió en un funcionario de importancia durante una época
de trastornos políticos. Nuestro héroe fue nombrado primero gobernador y luego
ministro, quizás incluso presidente, porque no hay forma de saber lo que la
gente es capaz de hacer en su locura. A causa de este nombramiento, llegó a
creer que en verdad era importante y aprendió a actuar en consecuencia.
Nuestro personaje era muy
bueno en las apariciones públicas y podía improvisar discursos sin la menor
dificultad, pero su posición requería que leyera sus discursos y el hombre
era analfabeto. De modo que usó el ingenio para salvar las apariencias. Tenía
una hoja de papel con algo escrito, y la blandía cada vez que pronunciaba un
discurso. Así, su eficiencia y sus otras cualidades eran innegables para todos
los campesinos.
Pero cierto día, un
extranjero con alguna preparación llegó por allí y advirtió que, al leer su
discurso, el héroe sostenía la hoja al revés. Se echó a reír y señaló a
todo el mundo el engaño.
¿Crees que nuestro héroe
quedó atrapado? De ninguna forma. Miró a la gente con toda calma y dijo:
"¿Al revés? Eso no es problema para el que sabe leer."..., y
los campesinos estuvieron de acuerdo.
PD:
Adaptado del libro "Relatos de Poder" de Carlos Castañeda
Fuente: menceymacro.blogspot.com.es