Mi lectura sobre la abstención

 

Cada quién que haga la lectura que quiera, pero yo también voy a hacer la mía.

 

 

Isidro Santana León 

 

No se le ha dado al abstencionismo en Canarias el valor que se merece, sino que, por el contrario, rabiando de impotencia, los fracasados partidos españolistas y otros pseudoindependentistas, cargan las tintas de su debacle sobre la actitud rebelde del pueblo canario.

 

Ni sé cómo se atreven a denominarse demócratas estas castas proselitistas, posicionándose contra la actitud anti-sistema de la mayoría de nuestro pueblo, quien se ha pronunciado, diáfano, no participando en una farsa que no tiene salida y mediante la que, aquellos, aspiran a colocarse de nuevos estafadores y corruptos, igual que han hecho los que les han precedido en las instituciones: la misma banda, con distinto nombre, en el nuevo pudridero. Negar el 64,55% de abstención del pueblo canario, en una nación donde además viven 400.000 colonos españoles, despreciar esa significativa postura de rebeldía, es declararse, más que antidemócratas, como puros fascistoides. No está de más añadir que, entre los participantes, hubieron 12.521 votos nulos + 12.940 votos blancos, un total de 35.461 votos, que se podrían considerar, si analizáramos honradamente el asunto, como abstencionistas frustrados o desinformados que habrían hecho mayor la hecatombe electoral.

 

No obstante, para poder justificar el fracaso de un Sistema corrupto hasta el alma, en el que no se puede creer y menos vivir, para muchos iluminados el abstencionismo ha sido una postura de comodidad, de indolencia, de desinterés político etc., que les ha perjudicado: por lo visto hay que votar a la fuerza, según se expresan estos demócratas, pues, si no, se lastiman sus intereses. Yo me atrevo a decir lo mismo de los participantes o peor aún. Mientras el abstencionista no fue influenciado por una campaña contundente, como sí lo fue la participación, guiada y auspiciada ésta por todo un aparato de propaganda que sistemáticamente injería en la conciencia de los votantes, no lo pudo hacer con los abstencionistas que, lejos del tópico de la indolencia que interesadamente le han querido endosar los simétricos, actuaron conscientemente, de motu proprio, vislumbrándose una madurez y politización en ella, antes nunca vista. Sí digo, antes nunca vista, es porque puede ser cierto que años atrás parte de la abstención ha sido por comodidad (pues eran épocas de “bonanza” donde la gente dejaba su soberanía en manos de políticos corruptos que vendieron nuestro patrimonio público y de aquellas lluvias estos lodos), no hay parangón con lo que ha ocurrido el 25 de Mayo y la contestación consciente e indoblegable de la mayoría de nuestro pueblo ha sido ejemplar.

 

Acostumbrados todos a que las empresas que se les encargan estadísticas amañadas dieran en el clavo, se les fue el agua por la alcantarilla. Las estadísticas sólo señalan a ganadores para escorar la psicología y, por ende, el voto de la gente en ese sentido, pero esta vez se equivocaron todos. Los verdaderos estudios y el conocimiento empírico sobre este asunto, se adquiere cuando vas al supermercado, al bar, a la peluquería, a la playa , al campo, de paseo…, y escuchas a la gente decir: “Yo no le voto a nadie; todos son iguales; esto está corrompido desde el Rey hasta el peón; España nos mata de hambre y nos quieren imponer plataformas petrolíferas; para qué queremos Europa y España si nuestro dinero se lo dan a los banqueros; los sindicatos son iguales que los gobiernos, maman de las subvenciones y tienen legiones de liberados que viven del cuento; gracias a mi suegra o suegro estoy sacando mis hijos adelante…” ¿Es que todavía ustedes, los partidarios de un Sistema en donde muchos han estado involucrados, aún llamándose de izquierda, creen que esta vez la abstención ha sido una actitud de comodidad? Se equivocaron antes y se equivocan ahora, pues ustedes les han votado a un régimen dominado por el capitalismo más feroz, y lo peor de todo es que unos cuantos Estados, entre los que se encuentra España y su colonia, están hipotecados a los bancos alemanes y a los mercados prestamistas, porque para recibir dinero para carreteras y crear la burbuja inmobiliaria pusieron como aval el Estado, nuestros bienes, nuestro patrimonio… Motivo por lo que modificaron la Constitución para crear un techo de gasto donde en lo público no se puede invertir, hasta que se pague esa deuda impagable, pues ninguno de esos Estados tiene economía productiva para engordar un PIB que siempre es inferior a la deuda. Entonces, señores votantes y proselitistas de los votantes: ¿cómo van a cambiar ustedes el status? Tendrán que salirse de Europa o reventarla, ya que no hay otra forma; justamente lo que hemos pretendido los abstencionistas con Europa y con España: salir de un club de mafiosos donde no se pueden cambiar las reglas del juego. De paso he de recordarles que, una colonia, como lo es Canarias, no tiene por qué pagar la deuda que le crea la potencia que la subyuga y administra. La abstención ha sido lo más acertado del pueblo canario y esperemos que en poco España se balcanice y, una vez independiente Canarias, podamos emprender nuestra economía y nuestras vidas con soberanía y libertad.

 

Mi enhorabuena a todos los abstencionistas canarios: Canarias no es España.

 

28/05/14