Mientras iba a Teror…
El Padre Báez *
…
Mientras iba a Teror, por la visita a la Virgen del Pino (de niño en los brazos
de mi madre [desde antes, en su vientre], según iba creciendo, de la mano de mi
padre, ya después de joven, a sus lados, y desde siempre, cada 8 de septiembre
mi visita, por tradición, y por haberlo mamado, mi visita a la Virgen del Pino,
mientras tenga salud y pueda, no he de faltar, y ello a pesar de los cambios,
que antes, ibas de noche, caminando, cogiendo racimos de uvas por el camino,
también piñas de millo (que no de pinos).
Pues,
que repito, un año más, y desde hace algunos, los cercados de papas y millo,
han ido cediendo el paso a tabaibas, cañas, zarzas y otras malezas, y me
comenta uno de los peregrinos, que entonces, cuando su padre (el que me lo
contaba pasa ya de los 75 años), que su padre por septiembre, por aquello de
que el que quiere trigo que siembre, pues, que limpiaba el terreno (su padre),
cortando una zarza con la jose, y tirándola sobre unas piedras; con las
altabacas, lo mismos, a éstas, las arrancaba de raíz; con las tabaibas… (no
voy a dar ideas), que ahora, todo se llena de tabaibas y basuras, y cuanto
comemos nos lo traen de fuera, sin que te dejen tocar la tierra, que se llena
-materialmente- de maleza o basura, toda ella protegida.
Y
tanto se alarga la cosa, que da hasta miedo. Ya no hay linderos, ni pitas que
separen propiedades y caminos; todo se llena, todo se cierra, por cuanta maleza
se cría libre y protegida por estos nuestros más que desgraciados campos, y
ello de tal manera y forma, que comienza ya a ser un verdadero obstáculo el
poder caminar por nuestra propia tierra, antes todo cuidado y ahora todo
abandonado. En el campo, se ha producido un verdadero éxodo, y solo quedan tres
y son viejos, y no saben cómo echarlos o quitárselos de encima (¡con
multas!). Son muchos los que han huido, huyendo de la violencia de los ejércitos
cabildicios, y se pueden contar ya por miles, los que han abandonado sus casas y
tierras, trabajo y comida. Pues bien sabemos el objetivo del cabildo: acabar con
el sector primario, objetivo muy cercano su consecución o logro. Y esto, ha
generado muchas muertes y muchísimos desplazados, dispersos por la isla, por
sus pueblos, y afueras de poblaciones, donde han encontrado refugios, donde
malviven y viven con nostalgias y hambres, donde viven en situación de
emergencia, necesitados de Cáritas o de otras organizaciones humanitarias que
les dan algo de comer viviendo en la mendicidad, quienes tenía comida de
sobra…
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Fernando
Báez Santana, Pbtero.