Jorge
Ancor Dorta *
Primero
que nada, ¿quién ha dicho que merezca la pena salvar al Euro? Si salvar al
Euro depende de que el Banco Central Europeo (BCE) premie el despilfarro fiscal
de los países miembros monetarizando la deuda (“imprimiendo billetes” para
entendernos) y creando inflación (un impuesto como cualquier otro pero sin
regulación ni trámite parlamentario)…, pues quizás estemos mejor sin el
euro y los países que piensen que pueden “inflar” su prosperidad
artificialmente dándole a la manivela de fabricar billetes que lo hagan (ya
sabemos cómo han terminado dichos experimentos en el pasado).
En
cuanto a la política monetaria del BCE, ¿alguien cree realmente que un minúsculo
tipo de interés al 1,25% o al 1,50% importa realmente cuando de lo que estamos
hablando es de la insolvencia de los gobiernos periféricos? ¿Qué más me da
ese 0,25% si lo que me estoy jugando es que no se me devuelva la mitad del
principal? ¿La inflación oficial está ya en el 3% y por tanto los tipos de
interés reales (tipos nominales menos inflación) son negativos? Un tipo de
interés negativo no representa precisamente una política monetaria
restrictiva.
El
euro no se puede mantener en su estado actual por la misma forma que Canarias
nunca se podrá desarrollar en todo su potencial estando dentro de España…,
existen factores estructurales que lo impiden. El euro está mal construido y es
un sistema autodestructivo, lo mismo que el “encaje” forzado de Canarias
dentro de España tras la pérdida de los puertos francos y la integración en
Europa (gracias al gallego Lorenzo Olarte, un personaje de infame recuerdo).
En el primer trimestre del 2012 hay enormes refinanciaciones pendientes
El
Euro está mal construido, tiene fallos de diseño desde su nacimiento y por lo
tanto no merece la pena salvarlo a través de una alta inflación – que es lo
que los gobiernos periféricos quieren hacer. Europa no es una zona monetaria óptima
(concepto desarrollado por Robert Mundell que le hizo ganar un premio Nobel) y
Canarias no es ni siquiera Zona Monetaria Optima con España, a ver si lo
asumimos de una vez.
De
lo que en realidad se está hablando es ver si el “dolor” del ajuste se
puede evitar. Pero la corrección de los errores y excesos del boom no se podrá
hacer “sin dolor”. En realidad solo existen dos elecciones, la primera
elección es ver si estamos dispuestos a sufrir un dolor intenso en el corto
plazo (como hizo Islandia) a cambio de restablecer los fundamentos de una
expansión sostenible, o si posponemos las reformas, evitando parte del
”dolor” a corto plazo pero a cambio de una recuperación mucho más larga y
penosa con mayores ajustes y costes a largo plazo a través de la inflación.
En
cuanto al ajuste deflacionario del que tanto hablan algunos es básicamente
revertir todo el proceso de convergencia europeo. Es un camino largo y penoso
que choca con las rigideces causadas por la enorme regulación que existe hoy en
día en la economía de mercado. Una regulación cuya función principal no es
otra que la de proteger los intereses de las grandes empresas frente a la
competencia, tanto interior como exterior.
En
realidad están buscando la cuadratura del círculo. Lo que quieren es ver cómo
son capaces de preservar el status quo del sobredimensionado sector público a
cualquier coste. Lo que les interesa es averiguar cómo pueden mantener los
privilegios y las posiciones de miles y miles de políticos, burócratas y élites
intelectuales para que puedan seguir comiendo tranquilamente en sus pesebres.
Por
tanto de lo que no quieren oír hablar, ni unos ni otros, es de libre mercado. Básicamente
lo que proponen son nuevas versiones “mejoradas” de la “planificación
centralizada y burocrática” que acaba de fallar. Una planificación
centralizada cuyos perversos incentivos suelen generar como resultado el que el
gobierno esté “metido en la cama” con los altos ejecutivos de las empresas
para manipular los precios en lo que se denomina “Captura del Estado” por
parte de las corporaciones.
Una Canarias con petróleo estaría mejor fuera del euro y fuera de España, por
mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario simplemente no somos Zona
Monetaria Optima ni con la una ni con la otra.
Fuente:
menceymacro.blogspot.com
Otros
artículos de Jortorge Ancor
Dorta, publicados en El Canario