Menos gastos militares ¡más colegios y
hospitales!
La Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) es una táctica al servicio del capitalismo en su estrategia global para
frenar el progreso de los pueblos. Es una vergüenza de la humanidad entera, no
ya las muertes, sobre todo de civiles, ocasionadas por el complejo
industrial-militar en general, dicho sin segundas, sino por la OTAN en
particular. Siguen velando sus armas en Rota.
“A España le
costó 100.000 millones de pesetas entrar en la OTAN”. “Un
presupuesto excesivo para la crisis económica que se vivía” según
revela el periodista Mariano Guindal en su libro ‘El declive de los dioses’,
donde saca a la luz numerosos asuntos empresariales y económicos que han
sucedido en España entre 1973 y 2011, en el régimen monárquico heredado de
Franco por los borbones.
Según el
periodista, España pudo hacer frente a esa cantidad gracias a la ayuda de
Estados Unidos y Alemania, “que lo
solucionaron con un crédito”.
En este
sentido, Guindal también destaca que el referéndum de la OTAN le costó al
PSOE un endeudamiento de 8.000 millones de pesetas, “que fue asumido por la banca”. Para el periodista, este hecho fue
el que condujo al partido político “a
la financiación irregular, que quedó de manifiesto en el llamado caso
‘Filesa’”.
Celebramos
ya más de un cuarto de siglo de la acertada decisión de los canarios y
canarias de no integrarnos en la siniestra organización, mediante la victoria
en el referéndum del 12 de marzo de 1986,
y exigimos el desmantelamiento de las bases militares extranjeras en nuestro
territorio, así como la retirada incondicional de los ejércitos invasores en
general y de la OTAN en particular, de la que España forma parte, ejércitos
que tienen que renunciar a nuevos intentos de instalar bases militares de la
OTAN o de ningún otro ejército extranjero, ni mediante la construcción de un
Puerto en Granadilla ni en Arinaga, ni en ningún otro lugar, acorde con el
ordenamiento jurídico internacional, dado que si Naciones Unidas (ONU)
considera a Canarias territorio autónomo, que no lo es al tratarse de una falsa
autonomía, hay que respetar y cumplir nuestra decisión democráticamente
tomada de no pertenecer a la OTAN, descolonizando nuestra Nación y si la ONU no
nos considera territorio autónomo procede aplicar la Resolución 1514 de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, que exige la concesión de la
Independencia a las Naciones colonizadas, como es el caso de Canarias, invadida
y anexionada por la fuerza de las armas por el viejo y caduco imperio español.
La
celebración del Referéndum sobre la pertenencia o no del Archipiélago Canario
a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) marca un hito histórico
para Canarias, pues la única lectura que admite, jurídica, política y
socialmente es que Canarias se autodeterminó en esa consulta popular vía
Referéndum, si bien es cierto que no procede la solicitud de autodeterminación
para Canarias, sino la descolonización e independencia, como cualquier
otro territorio ocupado.
Democráticamente,
pese a los numerosos inconvenientes para votar con los que tropezaron los
innumerables partidarios de NO pertenecer a esa organización de muerte y
destrucción, Canarias rechazó su integración en la OTAN, mediante la
celebración de un Referéndum que, a regañadientes, convocaron las fuerzas de
ocupación, dirigidas en ese momento por el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), Referéndum que si se celebrara actualmente el NO ganaría de
forma más contundente aún, conocidas las nuevas fechorías de la Santa
Alianza, masacrando indiscriminada e impunemente a civiles inocentes en Irak, en
Los Balcanes, en Afganistán, en Libia e incluso a los propios soldados de la
Alianza mediante la experimentación de nuevas armas químicas y bacteriológicas.
En
Canarias tenemos buena prueba de sus criminales actividades mediante las
innumerables maniobras que realizan en nuestro Archipiélago, cuya muestra más
sangrante es la muerte de zifios y otros cetáceos debido al uso indiscriminado
de los mortíferos
sonares militares, que se puede corroborar en el enlace adjunto de la
prestigiosa revista de divulgación científica Nature. Nadie está a salvo de
esa organización de muerte y destrucción.
Es
la dignidad del pueblo andaluz la que también está siendo pisoteada, con el
que no se ha contado para ampliar la ya desproporcionad base militar de Rota. El
día 19 de noviembre de 2011 es una buena fecha para salir a la calle exigiendo
la desmantelación de la misma o por lo menos un Referéndum donde se consulte
la voluntad de los andaluces al respecto, que no debe permitir que, por un plato
de lentejas, su territorio sea utilizado para saquear los recursos de los
depauperados hermanos pueblos africanos.