Mejor solos que mal acompañados
Carlos Alonso Rodríguez *
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Frente
a esta situación, tampoco es el momento de seguir planteando durante años una
política victimista ante Madrid. Ya está bien de quejarnos. Es el momento de
salir de la trinchera y plantar cara. Gran parte de nuestros problemas tienen
soluciones que podemos afrontar nosotros mismos. Lo hemos demostrado muchas
veces. Este pueblo tiene el suficiente talento y las suficientes capacidades
para lograr todo aquello que se proponga… Si aceptamos que nuestro futuro
depende solamente de nuestro propio esfuerzo, que nadie va a tendernos una mano
para ayudarnos de ninguna manera, debemos empezar a articular desde ya
estrategias nuevas de relaciones con la Unión Europea, con los mercados
africanos, con nuestros clientes de servicios turísticos... Si Madrid nos
considera una carga, liberémosla de nuestro peso y miremos hacia quien sí pueda
valorar nuestro potencial. Que nos dejen definir nuestro modelo económico y
fiscal. Que nos dejen recaudar nuestros impuestos para financiar nuestra
sanidad, nuestra educación y nuestras carreteras. Que nos dejen gestionar nuestros
puertos y aeropuertos. Y que nos digan -como ha ocurrido en otras épocas de la
historia- cuánto tenemos que aportar a la caja común del Estado para contribuir
al sostenimiento de España…]
¿Cuántas
veces puedes ofrecer tu ¿mano para que te de la dejen tendida? ¿Cuántas veces
serías capaz de poner la otra mejilla para que alguien te de una bofetada? El
proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2014 que ha entrado
en el Congreso de los Diputados constituye un mensaje claro para los canarios
que dice "arréglatelas como puedas". Un mensaje debe hacernos
reflexionar sobre si es el momento de "buscarnos la vida". El recado
que nos lanzan continuamente dice: "Me dan igual tus problemas, yo tengo
otros que son más importantes". El mensaje es casi como una despedida
agonizante de quien quiere desentenderse de las responsabilidades compartidas.
Es un
adiós a las mil quinientas personas que viven en condiciones lamentables en Las
Chumberas y que se han visto olvidadas, postergadas, por las necesidades de
otros conciudadanos de la Península que se consideran en Madrid más
importantes. Es un adiós a las carreteras de la Isla que no tienen redes de
trenes de alta velocidad, ni ferrocarriles de cercanías, ni metros. Es un adiós
a los parados de las Islas, 360.000 personas, con la extinción del Plan
Integral de Empleo de Canarias, que puso en marcha el presidente Aznar cuando
necesitaba el voto de los diputados canarios para gobernar España. El adiós de
quien padece una irreversible ceguera y no llega a entender que Europa sigue
más allá de Cádiz y que hay dos millones de europeos que viven en unas islas y
requieren políticas especiales acordes a las circunstancias de su territorio.
Queda
más que demostrado que la mayoría absoluta del PP absolutamente mala para Tenerife.
Allí solo se habla de Cataluña, del País Vasco o de Andalucía. Pero no de
Canarias, y para colmo, el PP de las Islas no protesta, no alza la voz para
remediar una situación extremadamente grave. Sigue el argumentario
marcado en Génova y que vale lo mismo para las Islas que para cualquier otro
punto del territorio. Me gustaría más valentía a favor de nuestros intereses,
como lo hace, por ejemplo, el gobierno balear, al que no le ha temblado la voz
para reclamar más inversiones para su tierra.
Frente
a esta situación, tampoco es el momento de seguir planteando durante años una
política victimista ante Madrid. Ya está bien de quejarnos. Es el momento de
salir de la trinchera y plantar cara. Gran parte de nuestros problemas tienen
soluciones que podemos afrontar nosotros mismos. Lo hemos demostrado muchas
veces. Este pueblo tiene el suficiente talento y las suficientes capacidades
para lograr todo aquello que se proponga.
Somos
un territorio sociológicamente europeo aunque nuestra localización nos sitúe en
la cercanía del emergente mercado africano, que tampoco debemos perder de
vista, y en el camino de América. Tenerife, por sí sola, tiene un millón de
habitantes, los suficientes como para superar la población de algunos pequeños
países del mundo. Si aceptamos que nuestro futuro depende solamente de nuestro
propio esfuerzo, que nadie va a tendernos una mano para ayudarnos de ninguna
manera, debemos empezar a articular desde ya estrategias nuevas de relaciones
con la Unión Europea, con los mercados africanos, con nuestros clientes de
servicios turísticos.
Si
Madrid nos considera una carga, liberémosla de nuestro peso y miremos hacia
quien sí pueda valorar nuestro potencial. Que nos dejen definir nuestro modelo
económico y fiscal. Que nos dejen recaudar nuestros impuestos para financiar
nuestra sanidad, nuestra educación y nuestras carreteras. Que nos dejen
gestionar nuestros puertos y aeropuertos. Y que nos digan -como ha ocurrido en
otras épocas de la historia- cuánto tenemos que aportar a la caja común del
Estado para contribuir al sostenimiento de España.
Me
consta que el Gobierno de Rajoy afronta situaciones difíciles y complejas. Pero
un padre de familia, por muchos que sean los problemas a los que se enfrenta,
no puede ignorar a uno de sus hijos, a uno de los más débiles, cuando le llama
pidiendo ayuda. Ya son demasiados olvidos. Ya es hora de despertar y aceptar que
estamos solos en casa.
* Presidente del Cabildo de Tenerife
Fuente: eldia-Mejor-solos-mal-acompanados.htm