El mayor expolio jamás contado: rescates y banco
Roberto Centeno
Creo que la mayoría de los ciudadanos no son conscientes aún de lo que está
ocurriendo en. Están privando a la gente de sus medios de supervivencia
para financiar un modelo de estado inviable, que despilfarra más de 100.000
millones anuales en 17 estructuras con todos los elementos e instituciones
propias de un estado, con dos millones de enchufados y donde la
incompetencia y la corrupción institucional y personal son la norma. Todo para
mantener un sistema financiero quebrado, que nos cobra las comisiones y los
intereses más altos de Europa, y para enriquecer sin límite a cuatro
empresarios monopolistas.
Es tal como suena: están destruyendo la clase media, llevando a la
miseria a la clase trabajadora y condenarán al hambre a pensionistas y parados.
Y esto no se arregla, no hay brotes verdes ni nada que se le parezca.
Como señalaba el viernes el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz en
la revista Capital, “España está ahora peor que hace cinco años, no
hay ninguna base para decir que estemos más cerca del final de la crisis,
no hay luz al final del túnel”. Lo mismo opina Walter Münchau,
el analista estrella de FT, para quien España no tendrá crecimiento
hasta final de la década.
Esto es lo que lleva a inversores y grandes ahorradores a poner a salvo su
dinero. La salida de capitales totaliza 247.000 millones en ocho meses,
el 24% del PIB; no hay país que pueda soportar esa sangría. Además, la mayoría
de multinacionales con filiales en España ya no reciben ni un euro de sus
matrices para financiarse, como era habitual, y tienen que hacerlo con los
bancos locales a unos tipos de interés mayores, porque si España quiebra solo
pierden la filial, pero no los cientos de millones que normalmente les
prestaban. Todo está muy claro para quien tenga ojos. Y es que todas las
medidas del Gobierno están acelerando la espiral deflacionista creada por
Zapatero, están destruyendo la economía productiva y el poder de compra de
las familias, lo que lleva la nación al desastre.
Ya dan igual las mentiras… ¿cómo el INE puede tener la desvergüenza de
afirmar que el PIB 3T ha sido menos malo que el anterior, si todos sus
componentes, desde el consumo a la inversión, han caído entre tres y cuatro
veces más y hasta el saldo exterior fue menor que en el trimestre anterior? Las
ventas del comercio minorista se han desplomado un 13% en septiembre, la mayor
caída conocida, y las de coches, un 22%. La ligera mejoría de ingresos en
septiembre es efímera: la situación de base es desastrosa, con un desfase
de 26.000 millones entre previsiones y realidad, pero es que, además, los
inspectores de hacienda alertan del efecto “yoyó” en el IVA, esto es, se
adelantaron compras que ahora se contraerán, por lo que estiman una caída
de ingresos hasta fin de año. Todos los indicadores adelantados muestran que
la recesión se acelera y que el paro llegará a 6 millones a finales de año.
¿Cuánto dinero nos ha costado el sistema financiero? Es algo que solo puede
ser estimado porque todo el proceso se realiza sin transparencia alguna, sin
que nadie haya justificado el porqué del rescate indiscriminado de todas las
entidades, algo que no ha sucedido en ningún lugar del planeta
Y, después, el acabose: CC.AA. y ayuntamientos,
que han necesitado 60.000 millones de adelantos del Estado en 2012 para no
quebrar y que tienen los cajones rebosantes de facturas sin pagar, deben ya más
de 10.000 millones a la Sanidad y a los autónomos, que se sepa. “Van muy bien y
cumplirán con el objetivo de déficit”…, es, simplemente, alucinante. Según el
Foro Económico Mundial, España está a la cola en control del déficit..., ¡por
detrás de 134 países! No es posible tocar un solo sector en el que la mentira y
el robo a los ciudadanos no adquieran ya tintes de tragedia.
Un rescate indiscriminado al margen de la Ley
En el sector financiero, la gestión de la crisis no es que haya sido
disparatada, es que es de cárcel. En EE.UU. y Reino Unido se afrontaría el
problema del sector financiero primero cuando tocaba, y no cinco años más
tarde, y luego en forma radicalmente diferente. Hank Paulson,
secretario del Tesoro y expresidente de Goldman (no
como los indocumentados que nos gobiernan), y su homólogo británico se
negarían a comprar activos tóxicos y, en su lugar, comprarían acciones y
preferentes, es decir, lo bueno, lo malo y lo regular. Cada banco se
deshace como puede de sus activos y cuando el mercado se estabilizase,
venderían las acciones obteniendo un beneficio. En EE.UU. y en Reino Unido ya
casi todas las entidades están en ello.
El problema es que, aquí, la
oligarquía política depende de la financiera, que financia su despilfarro, y
que somos un pueblo inculto y ovejuno incapaz de reaccionar. ¿Cuánto
dinero nos ha costado el sistema financiero? Para saberlo hay que sumar todo:
lo entregado, lo comprometido y los avales, algo que solo puede ser estimado
porque todo el proceso se realiza sin transparencia alguna y sin que nadie haya
justificado el porqué del rescate indiscriminado de todas las entidades, algo
que no ha sucedido en ningún lugar del planeta.
Empecemos: CCM, su coste (“no costará un euro al contribuyente”,
dijo MAFO, que debería estar procesado) 9.000 millones; esquema de
protección de activos o compromiso de garantizar las pérdidas, Unnim, CAM, Pastor, etc., 25.000 millones;
dinero pedido hasta ahora al FROB, 11.000; Bankia,
19.000 descontando los 4.500 millones del FROB; rescate europeo avalado por
España, 40.000 millones para empezar, de los que apenas se recuperará la
mitad; 61.000 millones al banco malo, con una pérdida estimada del
35%, es decir, 21.000 millones, y lo que venga, que vendrá. Subtotal a día
de hoy: 105.000 millones.
Y esto no es todo. Hemos avalado refinanciaciones de deuda y emisiones
de la banca por 150.000 millones. ¿Cuánto serán los fallidos? No lo
sabemos, pero dada la situación de la economía, un 40 o un 50% no serían cifras
disparatadas. Seamos optimistas y pongamos un 40%: 60.000 millones; lo sumamos
a lo anterior y el expolio del sector financiero a los españoles asciende a
165.000 millones. Y todo para salvar a ocho bancos o grupos de cajas que
deberían ser cerradas porque ni son necesarias, ni ejercen función económica
alguna (excepto la compra de deuda pública para financiar el despilfarro) ni
prestan un euro a la PYMEs, que son las que de verdad
crean empleo y tienen a cerrar a millares con negocios sólidos. España ocupa el
lugar 121º del mundo en posibilidad de conseguir crédito empresarial. Es de
juzgado de guardia.
Pese a este gigantesco expolio nadie ha respondido de nada; no importa que
la gestión desastrosa no fuese solo pura incompetencia, sino también acciones
claramente delictivas. Además, todo lo explicado ha sido decidido con una
opacidad absoluta y al margen de cualquier control judicial sobre la legalidad
de los actos. Se fuman un puro con la Ley y con el Estado de Derecho, no
digamos ya con el dinero de los españoles; ni cumplen los plazos para formular
cuentas, ni cumplen la obligación de consolidar cuentas, ni dan información
alguna de la razón de sus actuaciones. Han decidido, además, que todo el peso
del rescate recaiga sobre los contribuyentes mientras que los bonistas, en
buena parte extranjeros, no asumen pérdida alguna; esto es un fraude inaceptable que no ha ocurrido en país alguno. El día que
exista una justicia independiente, todas las personas responsables de semejante
expolio deberían ser procesadas por presunta malversación masiva de caudales
públicos.
El ‘banco malo’, ¿quién pone el dinero?
Y, así las cosas, ahora se disponen a despilfarrar hasta 90.000 millones
de euros en la compra de activos tóxicos a precios muy por encima del
mercado. La primera tacada iba a ser de 44.000 millones, pero en cuatro días ha
subido a 61.000, porque han aparecido cuatro entidades quebradas más. ¿Pero
quién hace los números en el Gobierno? Y, ¿quién pone el dinero? La excusa de
estos trileros era que 50.000 millones los
pondrían inversores privados y 40.000 los españoles. Como era previsible,
ningún inversor privado está dispuesto a poner un euro. ¿Y al final cómo se
arregla? Muy fácil, el dinero lo ponemos íntegramente nosotros.
Otra cosa diferente es que como eso es invendible, y la gente que ya
insulta por la calle a los políticos en cuanto les ve podría ir más allá de las
palabras, lo van a disfrazar de alguna manera. La más probable es que obliguen
a los bancos ‘sanos’ a participar, a base de que también nos quedemos con su
porquería a precio de oro molido y, además, les garanticemos su dinero con
nuestras vidas y haciendas. Al final, quien pondrá los 90.000 millones seremos
nosotros y las pérdidas, calculen el 35% incluyendo el coste de gestión, que va
a ser espectacular.
Pero es que no son 90.000 millones. Según el BdE,
el volumen de activos tóxicos inmobiliarios que los bancos tienen en
sus balances es de 180.000 millones de euros, de los cuales 73.000 son
suelo, cuyo valor es cero, por lo que el agujero no será inferior a los
120/130.000 millones. Y tampoco esas cifras representan la magnitud del
desastre, ya que la deuda de las promotoras y constructoras con la banca
asciende a 400.000 millones y la casi totalidad están quebradas, lo que
significa que sus créditos son incobrables. ¿De dónde saca el BdE que solo son 180.000 millones los activos tóxicos
ligados al ladrillo? Y los otros 220.000 millones, ¿acaso son triple A? El
agujero a tapar rondará los 250.000 millones.
Los descuentos de toda la basura, porque lo bueno se lo quedan
ellos, serán del 54% para pisos terminados, del 63% para pisos sin terminar y
del 79% para el suelo, unos descuentos que los inversores internacionales
consideran muy por debajo de los de mercado. El Ayuntamiento de Madrid ha
tenido que dejar desierta la subasta de seis inmuebles Premium en el
centro de la capital, para los que ofrecía un descuento del 50%, mientras que
descuentos del ‘banco malo’ para este tipo de activos son del orden del 40%,
aunque la media sea del 54%. La razón de que la subasta quedara desierta fue
que el descuento, según los interesados, debería llegar al 80%. O sea, que el
‘banco malo’ pagará casi el doble de su valor real.
Pero el expolio no se limita a adquirir activos tóxicos por encima
de mercado. Estos depredadores van a crear una enorme estructura para
aparcar decenas de miles de pisos y millones de metros cuadrados de
terrenos durante 15 o 20 años, que habrá que mantener y vigilar, y cuyo
deterioro corre a nuestra costa, un costo enorme que hasta ahora soportaban
los bancos. Un tinglado gigantesco donde toda corrupción es posible, donde
van a colocarse miles de amigos del poder, donde se van a forrar notarios,
abogados, asesores, y los amigos que consigan meter la nariz en este disparate
incontrolable, que va a gastar nuestro dinero como si fuera confeti, razón por
la cual ya hay puñaladas por conseguir un puesto en el mismo.
Lo que ya resulta el mundo al revés es que los responsables del desastre,
que han sido incapaces de gestionar el proceso, se postulan ahora para
gestionar el ‘banco malo’, y el problema no es solo el dinero que se van a
llevar, que también, sino el desastre que van a organizar con nuestro dinero. El
rescate indiscriminado y al margen de la ley del sistema financiero es después
del modelo de Estado, la segunda causa de la ruina. Por ello, les recuerdo
lo de siempre: pongan sus ahorros a salvo y cuanto antes; abran una cuenta
fuera -Santander y BBVA se lo ofrecen a sus clientes vip-
o, más sencillo, compren productos de inversión extranjeros en su banco que se
rijan por la ley americana, alemana o similar, no compren productos de
inversión españoles sometidos a la ley española.