Los
matacabras preparan la coartada
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Isidro
Santana León
Los
asesinos, cómplices y estómagos agradecidos con el cabildo de Gran Canaria,
preparan su coartada. Según el periódico colonial La Provincia, del día
13/04/16, “Medio centenar de científicos y activistas medioambientales han
lanzado un manifiesto en defensa de la riqueza natural de las Islas Canarias en
el que apoyan el sacrificio de las cabras asilvestradas mediante disparos de
rifle”
En
la lista se encuentra: Wolfredo Wildpret, de la universidad de la laguna,
(Premio Canarias y megalómano agradecido con los galardones coloniales),
Ezequiel Guerra, Manuel Nogales, José María Fernández Palacios (muchos de
ellos de Si se Puede que entraron en PODEMPOS), Eugenio Reyes (técnico del Jardín
Canario Viera y Clavijo, dirigente de Ben Magec y también de los que saltaron
del “independentismo” a PODEMOS), Rafael Hernández, Matías González y
otros tantos, todos desconocidos como profesionales pero, seguramente, políticos
y técnicos pertenecientes y simpatizantes a NC, POEMOS, PSOE y Ben Magec.
Quiero señalar otro miembros de la organización ecolojeta –sí
gubernamental– que se ha colocado en la costra de Podemos, como es el amigo
que no rompe un plato, José León –conocido como Pepe el Uruguayo–, técnico
en arqueológica del el Cabildo, que salió del “independentismo” de
izquierda y trepó hacia la institución hasta que lo consiguió. ¡Qué vamos a
hacer, hay quienes vende voluntades!
Es
comprensible, aunque inadmisible, que Antonio Morález inste a los mismos técnicos
–y políticos afines– que sugirieron y organizaron la matanza del ganado
gualil, para que hagan una declaración conjunta en la prensa colonial
racionalizando un oprobio que le desluce como persona y político, y que la
sociedad canaria ha reprobado en forma de desprecio. Los nervios, por la
arrogancia que le ha llevado incluso a cometer un delito, le impulsa a atacar
como mejor defensa, ya que los tiros a los animales le han salido por la culata.
A
veces peco de ingenuo... Aunque yo no le votado a ningún miserable, ni
contribuyo con este sistema corrompido y colonialista, sí esperaba de Antonio
Morález que impulsara en la Isla una política social como la que implementó y
materializo en Agüimes, actitud y bien hacer que le condujo al Cabildo. Sin
embargo, tampoco me sorprendo por la escatología que emerge día tras día en
esta malhadada y podrida Canarias, ya que todos los que llegan a sus cloacas
administrativas lo más probable es que se conviertan en ratas porque el
ecosistema subterráneo les obliga a adaptarse para poder sobrevivir en él.
No
sé que le ha podido pasar a Antonio para un cambio tan radical y despótico en
su persona, si está en fase prodrómica de alguna patología mental, que no sólo
ha intentado exterminar nuestra especie autóctona, como es el ganado guanil, y
pasar de las políticas humanas a la de la construcción de carreteras –tal y
como viene demandando con avidez y obstinación el celebérrimo Román Rodríguez
en sus intervenciones parlamentarias–, actitud que me hace llegar a la
conclusión de que Antonio está manejado por Román.
Los
canarios hemos cumplido con el objetivo de déficit –como nos lo ha
impuesto de forma draconiana la Metrópoli– mientras nuestro pueblo ha pasado
y está pasando por una situación de marginalidad y pauperismo, además del
incremento de la delincuencia callejera que sufren, sobre todo, las personas
mayores. Sin embargo, siendo conocida y examinada la desgracia humana por la que
atraviesa nuestra gente, los primeros dineros que reciben estos politicastros
que nos mangonean y mienten, es invertir en cuestiones innecesarias dejando de
lado la prioridades que demanda la sociedad. 50 millones de euros para el
autopista de La Aldea, y despedazar el Medio ambiente –carretera que se puede
arreglar y dotar a La Aldea de los servicios que necesita– y otra partida
importante para hacer lo mismo, de La Aldea a Mogan, obra que destrozará muchos
ecosistemas y especies endémicas, así como la destrucción de un patrimonio
geológico importantísimo de la zona –en esa ruta se encuentra Los Azulejos
de Veneguera–, haciéndose indigerible, no creíble y despreciable, cualquier
declaración prefabricada que hagan los técnicos u otras autoridades, por muy
relevante que éstas aparenten. Por dinero se mata, se miente e infunden
sofismas…, que es lo que están haciendo los colaboracionistas de los que
destruyen nuestra tierra a cambio del vil metal.
Yo
esperaba del nuevo presidente del Cabildo la dinamización y diversificación
del sector primario, como método de autoabastecimiento de nuestra nación
canaria para así acabar con la dependencia del exterior, con los
intermediarios, especuladores –y de paso con todas las plagas que nos han
introducido en nuestras cosechas y endemismos–, siendo una realidad constatada
que con la implementación de este sector, junto con las energías renovables,
se lograría directa e indirectamente miles de puestos de trabajo estables que
incrementarán nuestro PIB y nuestro poder adquisitivo.
No
obstante, está visto que el único poder adquisitivo que se incrementa en
Canarias es el de estos políticos ladrones que no quieren cambiar el diseño
económico sino seguir con el colonial y del subdesarrollo, que es de donde
ellos viven como dioses a costa del sufrimiento de los demás. El problema de
Canarias no es que los políticos vengan con nuevas propuestas y anuncios de
bienestar que no cumplirán: el problema de nuestra nación radica en que si no
logramos la independencia no podremos cambiar el modelo ultraperiférico de
dependencia impuesto desde siglos, y sólo con la soberanía podremos poner en
marcha una verdadera economía productiva y competitiva como hacen los países
libres.
13/04/16
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