Lo tienen más que merecido

 

Por Luis Bacallado

 

La verdad que ponerse a escribir tras la conocida noticia acaecida el pasado sábado en Buenos Aires no ha sido nada fácil. El varapalo infligido a la candidatura castellana (por cuarta vez para ser exactos) pasará a la historia como la derrota de los cantamañanas y de un determinado modelo de sociedad y de país. El cual está basado en el chanchullismo, la corrupción y la fanfarronería más cínica.

 

Así las cosas, hubiera sido fácil caer en la burla zafia y el revanchismo pero no hubiera sido decoroso. Es por ello que hemos sido comedidos con el análisis de la bautizada como Gran Decepción.

 

Por supuesto que una derrota de estas magnitudes tuvo también, su antológica repercusión y de eso puede dar buena cuenta cualquier ciudadano que no estuvo en una isla desierta el pasado fin de semana. De entre todo ese batiburrillo de tinta, tertulias televisivas y comentarios en las redes sociales, hay que destacar lo siguiente; La tremenda frustración de ver cómo el COI los ponía en su sitio una vez más y tras lo cual, el perrete de un niño chico que no acepta el resultado del partido…

 

Portada del diario madrileño AS del 8 de septiembre. Ejemplo de objetividad periodística.

 

Que si el Movimiento Olímpico es un negocio, que si el COI es una panda de chorizos, que si tenemos lo que nos merecemos por país poco unificado, que si los casos de dopaje… Cada uno se “descargó” como estimó oportuno, dejándose una vez más en evidencia a sí mismos.

 

Pero dejémonos de especificidades y seamos objetivos. ¿De verdad que el Comité de Madrid 2020 creía que lo iba a conseguir? ¿Se creen ustedes que el mundo es bobo? Por lo menos Mariano Rajoy así lo entendía cuando intentó vender una España onírica con, según el propio mandatario del PP, una tasa de crecimiento en las exportaciones líder en la Zona Euro, con una expectativa  decrecimiento este año del 4,1% frente a la media europea del 2%. Eso sin contar con el glamuroso momento “Relaxing cup"”.

 

Así las cosas, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y ese fue el caso también del conglomerado mediático de La Villa y Corte, publicando toda serie de hipótesis acerca de la prematura eliminación.

 

Una auténtica diarrea mental que dio para supuestas conspiraciones en el seno del COI hasta compras en bruto de la candidatura por parte de la capital japonesa, pasando por un supuesto cabreo de los miembros de la institución olímpica, al enterarse de que un conocido diario español admitía que al menos la mitad de votos ya estaban pactados para la candidatura madrileña.

 

De todas formas, se puede entender su indignación. Ellos pudieron haber ganado mucho dinero con el negocio de Madrid 2020. E incluso, para la clase política dedicada a auspiciar este paripé, el chollo ya se estaba llevando a cabo. Si no, que se lo pregunten a los miembros de la comitiva destinada a Buenos Aires pagada del erario público. Se estaban frotando las manos pensando en cómo podrían haber vivido del cuento una buena temporada. Ellos y cómo no, los adulones locales, a los que el algún viajito en plan cortesía hubiera tocado…

 

Realmente había que ser ingenuo para afirmar que 2020 hubiera sido de beneficio colectivo y así lo resumió de manera muy acertada, un tal Charlon Heston en el hilo de comentarios de un conocido medio de la España profunda...

 

 "¿A quién favorecían estos juegos? A las Constructoras, para forrarse a base de obra pública, a cargo de esa deuda que nos asfixia. A los Hosteleros, para subir brutalmente los precios. A los Rentistas del ladrillo, para lo mismo. A los políticos, claro, para robar, petardear y cobrarse favores. Los juegos no eran buenos para el ciudadano medio, ni para el país. A la chusma que nos gobierna no les preocupan las necesidades de la gente, los equipamientos de los barrios, el trabajo duro de hacer que una sociedad se articule y funcione. Eso es trabajar. Eso es mancharse de polvo. A nuestros Caciques nada de eso les interesa. Llora y se desgañitan porque pierden lo que sí les apasiona: el pelotazo. Las comidas y las cenas de negocios (de pertardeo), las fiestas, las putas y la coca. Los viajes a todo trapo a cargo de todos. El ciudadano no tiene nada que lamentar de este fiasco, y mucho de lo que alegrarse."

 

 No se pudo ser más claro y directo en tan poco espacio de tiempo.

 

Así lo cual, la conclusión está clara y el mensaje del COI al Estado Español también. Algo así como “lo tienen más que merecido. Primero dedíquense a reflotar un país en la ruina, a apoyar a los deportes minoritarios, acabar con el corrupto y clientelar sistema económico, dejen de hacer castillo en el aire y en definitiva, cojan fundamento como país y como sociedad, y ya si eso me avisas”. Que viene siendo lo mismo que decirles “dejen de ser españoles”.

 

 

Tokyo, la ciudad finalmente elegida

 

 Para bien o para mal, el pasado 7 de septiembre ya pasó a la historia. Y lo hizo como la jornada en la que las altivas y castizas huestes españolas fueron derrotadas por moros otomanos y orientales en pijama.

 

 

 

 

 

Fuente: menceymacro.blogspot.com