DESDE ESTA ORILLA DEL GUINIGUADA
JOSÉ MARTÍ, ACTUALIDAD DE SU OBRA
Félix
Martín Arencibia
La mente de
Oramas, jubilado profesor, vuela
cual si fuera gaviota emigrante a la isla caribeña de Cuba, donde tantos
canarios buscaron saciar su hambre de justicia y libertad. Eso le lleva a
recalar en la importante figura histórica de José Martí (1853-1895). Fue poeta, narrador, ensayista y
periodista. Dedicó gran parte de su vida a la liberación de su patria. Martí es
cada vez más conocido en nuestro Archipiélago Canario por su origen isleño, su
madre era canaria y su padre valenciano. Quizás se le conoce más por su
actividad política, a la que dedicó gran parte de su trayectoria vital. Así, en
1892, fundó el Partido Revolucionario Cubano, organizó los apoyos para trabajar
por la independencia. En 1895 estalló la Revolución. José Martí, acompañado por
Máximo Gómez y Maceo, muere en el combate de Dos Ríos, a los 42 años.
El viejo
profesor universitario recuerda su
estancia en Cuba, la patria de Martí y de tantos canarios que lucharon
por su libertad. Visualiza las radiantes aguas de Varadero, adormecidas bajo el
sol del mediodía. Cree, Oramas, que no se ha valorado lo suficiente la creación
literaria de Martí, que lo encumbra entre los más importantes intelectuales hispanoamericanos
del siglo XIX. A destacar en su obra su dedicación a la literatura infantil.
Emprendió un proyecto, que por la originalidad de sus temas y la calidad
estética terminó renovando la literatura infantil, colocándola a la altura de
la gran literatura de su época. Creó una revista para niños llamada la Edad de Oro. Escribe, haciendo gala de su gran maestría en
el manejo de la palabra, poniendo en tensión toda su experiencia y madurez
creativa. No subestima al niño, ni le trata con ñoñería, sino que le reta.
Oramas revive el cielo azul de su estancia en Santiago,
donde se encontraba la tumba de José Martí. Éste estudió, estando desterrado en
España, en la Universidad de Zaragoza. Residió a su vez en México, donde se
casó con Carmen Zayas Bazán, con
quien tuvo un hijo, a quien dedicó su poemario Ismaelillo. En su prolongado destierro de Cuba vivió también en
Caracas y luego en Nueva York, donde trabajó como traductor y colaboró en
diarios y revistas latinoamericanas. Entre ellos está la “La Nación de Buenos
Aires”, donde demostró ser un gran ensayista y prosista. En Nueva York conoció
al insigne patriota canario Secundino
Delgado, con el que compartió ideales. En 1891 publicó el poemario de los Versos sencillos. Su literatura es de
una gran sencillez y ternura, al contrario de
las formas abigarradas de los escritores de su época. Fue pionero del modernismo literario en
América, lideró la transición del romanticismo a esta que fue una revolucionaria
forma de la escritura. El nicaragüense, Rubén
Darío, le acompañó en este empeño. Piensa Oramas que debemos dar a conocer
su figura y obra, pues enriquecen los aspectos éticos y culturales de todos. El
profesor nos deja con los ecos de estos versos esperanzados de Martí: En la patria de mi amor / quisiera yo ver
nacer / el pueblo que puede ser / sin odios y sin color.
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