INDIGNADOS,

LA MAREA NO HA LLEGADO AÚN A LA PLAYA

 

José Luis Valdés

 

Por las declaraciones de algunos dirigentes políticos, tanto los de la derecha del pp+cc+ la yenca psoe, más otros que se catalogan de izquierdas, partidos grandes y  pequeños, a todos les ha tomado por sorpresa las movilizaciones de los cientos de miles de personas que sin miedo, ni prejuicios, se enfrentan contra el sistema, desoyendo las amenazas del poder.

Si más de uno piensa que esto es una cuestión coyuntural, y tras las elecciones desaparecerá la marea, están arreglados.

 

La gran participación de la juventud, de trabajadores y trabajadoras en unas movilización, que para algunos era sólo de "cuatro anti-sistemas" por la Web, cuando la realidad es que, lo que asumía era el sentimiento del pueblo, que los partidos políticos burocratizados han sido incapaces de actuar y movilizar a la masa descontenta con la política de recortes sociales y derechos conseguidos, fruto de años de lucha de la clase trabajadora.

 

Cansados los ciudadanos, de tener que aguantar la hipocresía de los que se reparten el poder y de tener que pagar la crisis que los banqueros y sus políticos testaferros han creado, mientras ellos,  capitalistas corruptos, cada día son más ricos y los políticos a su servicio se suben más sus sueldos, mientras el pueblo pasa necesidades para llegar a fin de mes, el paro y la pobreza aumenta y la juventud se encuentra dependiendo de los padres o tirada en la calle sin futuro.

 

Algunos partidos de la izquierda, enfrascados en su movida electoralista, no se dan cuenta que su obligación, como revolucionarios, es estar donde están las masas, (en este caso en las calles y plazas) junto con el pueblo en rebeldía contra el sistema, y no haciendo demagogia y análisis puristas revolucionarios que no viene al caso en un  momento que las masas descontentas se han tirado a la calle contra el modelo de dictadura tripartita de democracia burguesa que regentan los destinos del Estado Español.

 

La falta de de vanguardia formada ideológicamente, puede hacer que el movimiento sea aprovechado por elementos populistas sin ideas claras, que, presionados por los poderes fácticos, pueden dejar al pueblo en la estacada, colaborando o vendiéndose al sistema. Por esto es importante que la dirección del movimiento sea lo más asamblearia y participativa posible, aplicándose la democracia directa como método de trabajo y de organización, sin que nadie en particular represente al movimiento, (ya que esto es lo que el poder desea para descabezarlo).

 

Si más de uno piensa que esto es una cuestión coyuntural y tras las elecciones desaparecerá la marea, están arreglados. La ola solo está llegando tímidamente a la playa, ni siquiera está tocando la orilla, cuando el tsunami llegue espero que sea capaz de irrumpir con tal fuerza, que se cargue la corruptela de  los partidos políticos en el poder y consiga reconstruir una democracia participativa, capaz de acabar con las desigualdades que la sociedad capitalista ha creado

 

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