La marea blanca sanitaria
Carlos García *
[Aquí, en
Canarias, causa una envidia sana contemplar esta movida ciudadana de defensa en
el mantenimiento de una sanidad pública. Porque en nuestra comunidad tenemos
sobrados motivos para realizar algo parecido a lo que ocurre en Madrid,
incluso, si me apuran, con mucha mayor intensidad.]
La Comunidad Autónoma de Madrid lleva dando ejemplo
desde hace meses de lo que un pueblo debe hacer cuando sus gobernantes atacan,
lesionan y vulneran sus derechos más fundamentales: se manifiestan
pacíficamente y muestran su rechazo ante políticas de recortes del derecho a
una sanidad pública, gratuita y universal como venimos teniendo en las últimas
décadas.
Y no solo se trata de una protesta laboral ni
profesional sino, y muy importante, de ciudadanos, de usuarios, de enfermos que
defienden su derecho a la salud como bien más preciado al que tiene derecho la
persona, por mucho que se empeñen los políticos en desmentirlo o desviar la
atención hacia otros asuntos.
Desde hace unos días llevan corriendo por las redes
sociales mensajes solicitando solidaridad y apoyo a esta lucha de los
habitantes madrileños. En ellos se informan de las dimisiones de cientos de
directivos de centros sanitarios públicos y de algunos grandes hospitales como
el 12 de Octubre y el de la Paz, y de reuniones de los jefes de servicio de la
sanidad pública junto a las unidades de docencia, que ha motivado que el
Consejo Interterritorial, con el consejero Lasquetty a la cabeza, se reúnan para abordar esta anormal
situación que quieren introducir de privatización a la fuerza y en contra de
tantas voces opuestas.
Mientras, la ciudadanía sigue manifestándose por miles
en las calles y plazas en lo que ya se conoce como "la marea blanca",
para seguir diciendo que no está dispuesta a este atropello de hacer negocio
con la enfermedad y la salud de las personas. Y los políticos y gobernantes
haciendo oídos sordos y mirando para otro lado para no querer ver y escuchar la
evidencia.
Aquí, en Canarias, causa una envidia sana contemplar
esta movida ciudadana de defensa en el mantenimiento de una sanidad pública.
Porque en nuestra comunidad tenemos sobrados motivos para realizar algo
parecido a lo que ocurre en Madrid, incluso, si me apuran, con mucha mayor
intensidad.
Porque Canarias, desde hace décadas, se mantiene a la
cola de los servicios sanitarios en el Estado. Porque Canarias ha sido, y sigue siendo, la región donde más concertación ha
existido con la sanidad privada, donde las inversiones y los presupuestos
públicos han sido derivados en grandes cuantías a los grupos empresariales que
controlan la sanidad. Porque en Canarias no se invierte en sanidad pública, por
ejemplo en la construcción de hospitales con camas públicas, desde hace más de
35 años.
Porque la enfermedad y la salud, en Canarias sigue siendo
un gran negocio en el que apuestan inversores locales y foráneos, nacionales e
internacionales, ofertando conciertos muy beneficiosos con el Servicio Canario
de Salud, con el Gobierno de Canarias, y del que se obtienen suculentas
ganancias. Porque... ¿creen ustedes que algún empresario invertiría en negocios
ruinosos o solo por el deseo de ofertar un derecho a los habitantes de estas
Islas?
Estos motivos y la aplicación de una política de
recortes y restrictiva en la sanidad pública, parecida a la nefasta e
intolerable que aplica el Gobierno estatal, no nos engañemos, es lo que debería
a los canarios realizar también una marea blanca o, por qué no, un tsunami
blanco, porque la situación sanitaria entre nosotros no está para tirar
voladores..
Invito a la concienciación de todos los ciudadanos
canarios en este tema en el que tanto nos va: nuestra propia vida y nuestras
enfermedades. Menos apatía y resignación, menos aplatanamiento; que se escuche
nuestra voz...
Que la "marea blanca" de Madrid nos sirva de
ejemplo y no se convierta aquí en el "chapapote canario".
* Médico. Intersindical Canaria