Adolfo Ferrera Martínez/ El Mirador.-
[la Marca
España, que una vez traducido a la realidad significa que el gobierno pone
todos los recursos del Estado, incluida su política exterior, al servicio de
las grandes empresas privadas representadas por dicha marca. Esas empresas son
fundamentalmente las grandes multinacionales que forman parte del IBEX 35.]
El Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España es un
"órgano creado el 28 de junio de 2012 con el propósito de planificar,
impulsar y gestionar de forma coordinada las actuaciones de las
Administraciones Públicas, de los organismos públicos de ellas dependientes y
de cuantas entidades públicas y privadas protagonizan y están implicadas en la
promoción de la imagen exterior de España, siguiendo las directrices y estrategias
establecidas por el Consejo de Política Exterior. Persigue mejorar la imagen
exterior de España visibilizada bajo la denominación Marca España, que toma
como modelo las iniciativas adoptadas por otros Estados en ejecución del
concepto marca-país. Depende funcionalmente del Presidente
del Gobierno, a través del Consejo de Política Exterior, y orgánicamente del
Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación".
Esta es la definición oficial de la Marca España, que una vez traducido
a la realidad significa que el gobierno pone todos los recursos del Estado,
incluida su política exterior, al servicio de las grandes empresas privadas
representadas por dicha marca. Esas empresas son fundamentalmente las grandes
multinacionales que forman parte del IBEX 35. Esta marca, que no es otra cosa
que un lobby público de unos intereses privados, no representa ni tiene
absolutamente nada que ver con las pequeñas y medianas empresas que crean el
92% del empleo en España, ni mucho menos con los intereses de la inmensa
mayoría de los ciudadanos de este país. Desde el gobierno, el poder económico,
y sus grandes medios de comunicación, se ha iniciado hace meses una campaña de
propaganda tratando de convencernos a todos de que los intereses que defiende
la Marca España son los intereses del país, nuestros intereses. Esta falacia es
pura propaganda extendida para que aceptemos esta "nueva" forma de
utilizar los recursos públicos para el beneficio y enriquecimiento de una élite
económica y financiera y no en función del interés general.
Estas empresas no sólo no son las que crean el empleo en España sino
que desde el inicio de la crisis (estafa) lo están destruyendo a través de los
ERES, aprovechando las diferentes reformas laborales de los gobiernos del PSOE
primero y ahora del PP. Estas grandes empresas junto a las grandes fortunas del
país son las que cometen el 73% de todo el fraude fiscal
del Estado, que ronda los 90.000 millones de euros al año. Estas grandes
empresas multinacionales amasan su fortunas en el exterior a base de explotar a
los seres humanos - incluidos niños -, a base de esquilmar los recursos
naturales del Planeta, y desviando sus enormes beneficios a los paraísos
fiscales, aprovechando la enorme desregulación existente en este mundo
capitalista globalizado y la complicidad de las élites políticas. Por lo tanto,
¿hay algún ciudadano que pueda sentirse representado por estas empresas?, ¿a
quién representa realmente la Marca España?. Pues se
representan a sí mismos, a la Banca, y a la burguesía española, que a su vez
están representados por el Jefe de Estado. El Rey se pasea por medio mundo
acompañado por los dueños y altos ejecutivos de estas multinacionales
defendiendo los intereses de estas grandes empresas vendiendo las bondades de
una España que sólo existe en su imaginación. La realidad de España, los
intereses de los ciudadanos españoles, están en las antípodas de los intereses
que defienden estas multinacionales a las que representa como el "sumo
pontífice" Juan Carlos de Borbón. A mí no me representa ni la Marca España
ni el Jefe de Estado, al que no tuve ni tengo la oportunidad de elegir o no
democráticamente
Quiero terminar hablando de un caso concreto, el de INDITEX y su dueño
Amancio Ortega. Este personaje donó hace unas semanas 20 millones de euros a la
organización católica para "la acción caritativa" Cáritas.
Este gesto del multimillonario gallego fue aplaudido por todos los medios de
comunicación y por muchos trabajadores y ciudadanos de a pie que por lo visto,
no saben donde tienen la mano derecha (nunca mejor dicho). Yo no critico el
gesto, por supuesto, sino la falta absoluta de crítica y de análisis de lo que
hay más allá de dicha donación. La donación de 20 millones de euros por parte
del dueño de Inditex, supone un 0, 05% de su fortuna
total, cifrada en torno a los 40.000 millones de euros, es la 5% fortuna del
planeta. Esta donación le supuso a este rico empresario el mismo esfuerzo que
tendría que hacer un trabajador "mileurista"
si donara 0, 50 euros de su salario. ¿A qué vienen entonces tantos halagos
serviles hacia este empresario explotador?. Y digo
explotador porque este es otro asunto que se ocultó por parte de los medios: la
forma en que amasa su fortuna. La fórmula mágica empleada por Amancio Ortega
para crear su riqueza se basa, entre otras cosas, en la explotación laboral y
en la explotación infantil, tal y como se puede comprobar en el vídeo que
acompaña esta entrada. Estos datos fueron omitidos por todos los grandes medios
de comunicación españoles, elevando a los altares a un personaje que, lejos de
ser admirado, debería responder ante la Justicia por sus criminales políticas
empresariales.
Con la caridad y la beneficencia no se sale de la pobreza. Yo no quiero
la limosna de los ricos. Quiero que los ricos paguen impuestos, quiero un Estado
fuerte que aplique políticas redistributivas que acaben con la pobreza y la
desigualdad. Quiero y exijo justicia social. Que se respeten los Derechos
Humanos.
Dice Julio Anguita que "detrás de toda fortuna está el robo y el
latrocinio", y tiene toda la razón.