MANIFESTACIÓN
DEL 12N
Cándido
Quintana *
De nuevo, por
enésima vez, el Pueblo de Tenerife nos hemos convocado en Manifestación para
protestar contra el puerto de Granadilla, para exigir que esa obra sea
definitivamente desechada. Esta infraestructura, impulsada por una peligrosa
clase gobernante y de la que ciertos potentes empresarios no son ajenos, ha
sido forjada sobre mentiras e irregularidades, y aunque se han ido desmontando
una a una, aún permanece ahí, para regocijo de unos pocos. Ni siquiera los
diversos procesos judiciales, todavía abiertos y que descansan en argumentos
fidedignos y en información vital y contrastada, han conseguido abortarlo.
¡Todo un alarde de incongruencia, si no de prepotencia política!
Son tantos
años, que hasta es muy difícil extractar este errado recorrido, que se puede
convertir en la espoleta de muerte de la Isla de Tenerife, de la cada vez más
escasa economía que la sostiene, de ese Turismo que nos visita en busca de
medio ambiente, buen clima, sol, playas, entornos naturales, etc., pero al que
hacen tragar de forma prepotente otra cruda realidad, muchos deterioros y una
creciente contaminación a costa de pérdidas de biodiversidad. Pero además lo
hacen de forma chulesca, para que no queden dudas de quien es el que corta el
bacalao, ubicando las industrias más peligrosas y contaminantes al alcance de
la mano de ese turismo que nos terminará abandonando, a la vista de la puerta
principal de entrada a la isla, del Aeropuerto del Sur.
Y en esa
prepotencia a la que nos tienen tan acostumbrados por aquí, los gobernantes
olvidan que los visitantes son los que pagan y que no se les puede obligar a
tragar lo que no desean, máxime cuando existen en el mundo muchos destinos de
similar o superior calidad, más competitivos y que priorizan la conservación
del Medio como emblema de atracción turística. Después, cuando el destino
Tenerife no enganche y caiga la cifra de visitantes, nadie querrá asumir
responsabilidades, como habitualmente sucede, aunque retornemos al liderazgo de
las listas del paro, en las que estamos segundos. Y no creo que esté exagerando
cuando digo todo esto, solo me pongo en el lugar de ese turista al que le han
vendido este destino como paradisíaco y se encuentra lo que se encuentra. Hago
la salvedad de que cuando digo paradisíaco no estoy hablando de taparrabos,
como ha dicho una política que conoce tanto de esto como de sebadales.
Nada
justifica el puerto de Granadilla y ahora menos que nunca, por el gran
despilfarro de dinero público que conlleva, que invertido en otras finalidades
crearía muchos más puestos de trabajo. Y ya sabemos los que generaría el puerto
de Granadilla, unos escasos 45 empleos directos, según el Estudio de Seguridad
y Salud, en su fase de construcción y mayormente especializados. Y aquí se
acaba la única verdad de creación de puestos de trabajo, porque después como
puerto NO se comería ni una rosca, sería una ruina. Y no lo digo solo por ese
contundente Dictamen Pericial del 2009, que solicitó el TSJC y visó el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Española
que lo desaconseja, ni por el cartel que cuelga a pie de obra de que no se
necesita personal, lo digo por la realidad del día a día portuario. Sepan que
la Terminal de contenedores del Dique del Este de Santa Cruz, de excepcionales
condiciones de maniobrabilidad y manipulación al contrario que Granadilla, ha
sido sacada a concurso dos veces y ha quedado desierta. A ver si a la tercera
va la vencida, no es sencillo porque el negocio portuario ha descendido, va a
menos y ya no retornará a volúmenes anteriores.
Si la
introducción del gas fuera el motivo real, no debemos olvidar que por razones
de seguridad la distancia mínima exigida para ubicar una regasificadora desde
núcleos poblacionales es de
En Estados
Unidos las terminales de GNL están muy alejadas de las zonas habitadas, a
muchos kilómetros, y a los metaneros no se les permite acercase a menos de
© Presidente de la
Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz
Integrante de
Asamblea por Tenerife
Manifestación contra
el puerto de Granadilla, otra vez no
Manifestación
12N contra el Puerto de Granadilla