Madrid no sabe dónde meter a su Paulino

 

 

Antonio Cubillo Ferreira *

 

Don paulino Rivero Baute, exalcalde de El Sauzal y actual presidente administrador ultraperiférico de esta colonia y de su partido agrupación Coalición Canaria (CC), está muy nervioso ante la celebración del V Congreso de esta formación colaboradora del colonialismo. Sus nervios son porque sabe que va a recibir críticas por todos lados dentro de CC y va a ser peor tratado que su querido amigo español, también ex, Rodríguez Zapatero, el de los famosos cinco millones de parados y el presidente que iba regalando aguas marítimas internacionales que no le pertenecían, pero podía hacer este gesto de las aguas dentro de un cesto de cañas a ver si le servían de algo en su pobre campaña electoral, allá en su colonia africana.

Don Paulino sabe perfectamente que, según los actuales estatutos de CC, no puede presentarse a la reelección, pero como aspirante a dictadorzuelo está haciendo contactos con los pocos partidarios que aún le quedan en CC después de las últimas elecciones de noviembre pasado y ofreciendo promesas de futuros enchufes y puestos bolsilleros, a ver si le aportan en su loca carrera de modificar los estatutos, como si fuera un dictador que cambia la Constitución de un país para seguir gobernando.

Últimamente está viajando mucho entre las Islas, no solo para seguir sacándose fotos, que es su vicio, sino para ver cómo está el ambiente, a ver si logra que en el próximo V Congreso la mayoría de los congresistas empiecen a llorar por su líder y quieran reelegirlo de nuevo, ya que es la figura máxima del paulinismo y el máximo servidor del colonialismo en estas islas africanas.

Claro que dentro de CC han surgido desde hace tiempo muchas críticas a su actitud de sometimiento al máximo a las órdenes de Madrid y sus amigos del PSOE y a dedicarse a atacar a periódicos independientes como EL DÍA y la empresa de dicho periódico, quitándole Radio El Día, que era una radio que se escuchaba en todas partes, y dedicándose a hacer gestiones particulares entre empresas de amigos para que no dieran publicidad al citado periódico independiente de Canarias. Además, la gente seria de CC, que todavía queda, le reprocha haberles obligado a asistir a un Parlamento fantasma organizado por su colaboradora María del Mar Julios, y someter a votación que dicho parlamento canario de la calle Teobaldo Power condenara la línea editorial de EL DÍA, porque se dedica a hablar de independencia, de autodeterminación y de soberanía, y permite que en dicho órgano de prensa, que tiene más de cien años, se publiquen artículos denunciando el colonialismo español y los crímenes que llevó a cabo la Corona española contra el pueblo guanche hace seis siglos.

En estos momentos, según ciertas fuentes oficiosas, el exalcalde, para obtener no solo el apoyo de sus amigos sociolistos españoles cantamañanas del PSOE, y previendo que ganara el PP en las últimas elecciones, se ha dedicado a preparar un libro o tesis, para publicarla en Canarias y en la propia metrópoli, sobre la manera de cómo acabar en las colonias con el universal derecho a la libre expresión de los habitantes de la misma. Sabe el paulinismo que hay que controlar radios, periódicos, revistas y toda clase de expresión de los colonizados, así como los métodos necesarios para aborregarlos desde la escuela, controlándolos desde chiquitos con las directivas de Madrid y preparándolos para que emigren aquellos que no acepten sus futuros métodos. Sabe que hay que entregar radios FM a aquellos enemigos de Canarias y sus libertades, y así lo ha hecho perfectamente, con gran contento de Madrid; y pensaba convertirse en administrador vitalicio de esta colonia, "per seculum ad vitem", pero después del 20N las cosas han cambiado.

Claro que su sueño fracasó cuando CC perdió las elecciones del 20 de noviembre y se encontró con que sus viejos valedores sociolistos, y no tan listos, perdieron escandalosamente las elecciones. Desde luego, en Madrid se sabe que está perdido, y el paulinismo, etapa superior del colonialismo, tiende a desaparecer, pero no hay que olvidar que a elementos colaboradores y administradores de su colonia africana hay que premiarlos por su apoyo descarado a la política colonial española y a la destrucción de símbolos canarios tan populares como la montaña de Tindaya, en la isla de Erbani o Fuerteventura. Madrid no sabe qué hacer, dónde meter a este amigo autonomista, enemigo de la independencia de Canarias, tan buen servidor, después de que deje de ser presidente de los autonomistas, si se salva de la maldición guanche o de la pirámide de Tindaya y sigue vivo, ya que los tres personajes principales de esta depredación de la montaña sagrada, empezando por Chillida, tres, repito, han fallecido, y hay que encontrarle un puesto en el extranjero, donde podrá seguir redactando su obra contra el derecho a la libre expresión en las colonias, que podría ser interesante para la propia Corona española.

Es evidente que la actual diplomacia española sabe que este personaje no habla idiomas ni tiene ninguna facilidad para aprender, como me dijo un profesor de inglés que contrató en su día, cuando era alcalde de El Sauzal. Sin embargo, algún funcionario ha apostado por enviarlo de cónsul español a Filipinas, lo más lejos posible, con su esposa, la futura cónsul, y podrán comprar buenos mantones de Manila e incluso peinetas españolas que fabrican allí los comerciantes chinos, por si alguna vez pasa después por allí algún navío de la Marina Real española y hay que hacer la correspondiente visita protocolaria.

Nuestro partido político independentista, el Congreso Nacional de Canarias (CNC), estaría muy contento si esto sucediese, y creo que todos los independentistas y los defensores del derecho a la libre expresión de ideas y exposición de críticas lo estarán también; y si esto sucede en 2012, mejor que mejor.

* Presidente del CNC, brazo político del Movimiento de Liberación Nacional Africano de Canarias, el MPAIAC

cnc@elguanche.net   cubilloantonio@hotmail.com

Publicado en el periódico El Día, sección Canarias, 14-01-2012

 

Con la firma de Antonio Cubillo