Desde la lógica y el raciocinio
y sin ánimo de lanzar vacías amenazas, Mano
dura
Pedro
González Cánovas *
Soy de la opinión de que la crisis de acumulación a la
que llegaron los poderes financieros, que se salda con una crisis global creada
para el "primer mundo" y que pagamos, sobre todo, la Clase
Trabajadora, tiene un elemento positivo: va a llegar a unir a la Clase social
predominante, cuantitativamente, hasta que acabe asumiendo su responsabilidad
natural, haciéndose con Poder político.
Da la impresión de que la refundación del capitalismo
les ha llevado a "quemar sus naves" actuando inconscientes con
desmesurada agresividad hacia la mano que les da de comer. Esa mayoría que
ocupamos la parte de la producción y, al mismo tiempo, somos ese elemento
imprescindible de sus mercados, que llaman Consumidor.
El movimiento Social está atomizado y conformado por
cientos o miles de manifestaciones públicas, de grupos de personas, de obreros,
de ciudadanos indignados. Pero más vivo que nunca y tomando las calles
incansablemente.
Mi esperanza la alimentan las voces que actúan desde
la izquierda, casi esquivando la teoría ideológica. Aquella que siempre acabó
transformándose en la "mano dura" que Marx no calculaba, pero que se
vio obligada a legislar con fuerza, aunque ello le costara el calificativo de
Dictadura del Pueblo.
Soy casi por naturaleza enemigo de cualquier tipo de
dictadura, pero tal y cómo se desarrollan los acontecimientos, junto a nuestra
propuesta electoral de Revocación de Candidatos, creo que también apostaré por
crear una lógica inseguridad jurídica a las empresas que asumen riesgos en la
externalización de servicios que puedan ser asumidos por el gobierno.
De tal forma, todas las infraestructuras creadas por
este tipo de empresas serán nacionalizadas en las condiciones que imponga el
estado, sin derecho a reclamación con fundamento legal, en las burlas a la
ética y moral, que hoy se han hecho a medida para favorecer la privatización de
los servicios públicos.
Propondré que la función pública no sea sometida en
ningún momento a embargos asumidos por el propietario colonialista y la
influencia de los mercados. Primando la salud de la población, la educación, el
bienestar social y la soberanía popular; ante intereses privados y pactos
comerciales.
El Estado que yo quiero, asumirá de esta forma su
absoluta responsabilidad social, ante el jurado único que forma la masa
trabajadora y el verdadero interés general.
Porque estoy convencido de que este año va a ser, como
el anterior, otro de importantes luchas. Y que este camino es el del inevitable
cambio social que va a acabar con tanto abuso y, al final, se tendrá que
imponer la mano dura del Pueblo.
* Miembro de Alternativa Nacionalista Canaria (ANC)