Lluvia de estrellas en el Llano de las Brujas
Por René Acosta *
La noche
del domingo 12-08-2012 h. 23:00 en el Llano de las Brujas fue una noche
maravillosamente mágica por el fulgurante efecto producido por las innumerables
estrellas fugaces. Como es costumbre, por estas fechas, en el Llano de las
Brujas se dan cita gran cantidad de gente ávida de contemplar la lluvia de
estrellas que, en estas fechas, surcan fugaces el cielo palmero.
Las
“Perseidas”, conocidas también popularmente por las Lágrimas de San
Lorenzo, es una lluvia de meteoritos. Tiene lugar cada año entre el 16 de Julio
y el 24 de Agosto, alcanzando el máximo de intensidad durante las noches del
11, 12 y 13 de Agosto. Se conoce con el nombre de “Lágrimas de San Lorenzo”
porque el 10 de Agosto es el día de este santo, de tal manera que se asoció
con las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en la hoguera. Como
la tradición manda, se pide un deseo por cada estrella fugaz contemplada.
Los astrónomos
consideran a Vega la estrella más importante de todas cuantas
existen (y no son pocas) excepción hecha del Sol. Varios
factores confluyen en el astro para merecer tan destacado calificativo, pues se
trata de la estrella más brillante de los meses centrales del año (verano en
el hemisferio norte, invierno en la mitad sur del planeta), la quinta de todo el
cielo nocturno, además del sorprendente hecho de que una vez fue (y lo volverá
a ser) la estrella que marcaba el norte, y se encontraba donde hoy en día está
Polaris.
Pero su importancia trasciende más allá, al tratarse de la estrella que
fue considerada como valor cero tanto en color como en magnitud
visual. En efecto, su índice de color B-V (restados los valores de los filtros
azul y verde) es cero, y cero es también su magnitud aparente vista desde la Tierra.
Hay más: Su elevada velocidad de rotación le confiere un achatamiento inusual,
provocando esto, además, una notable diferencia en las temperaturas
superficiales que se registran en su ecuador y en los polos, uno de los cuales,
curiosamente, apunta en dirección a la Tierra.
En este
contexto, el astrólogo don Agustín Núñez explicaba a los numerosos curiosos
que le prestaban atención, que nosotros, la humanidad y nuestro propio planeta
Tierra, somos y estamos formados por polvo estelar, ya que este polvo domina
todo el universo. Explicaba que así como las diversas religiones tienen un
concepto de Dios infinito y que está en todas partes y lugar, otro tanto ocurre
con la energía estelar. De cómo los astros influyen en nosotros se ocupa
precisamente la astrología
(estudio de los astros) y es un conjunto de conocimientos que intentan
relacionar las características de una persona con su signo
zodiacal (la posición de los astros en el momento de su
nacimiento). Supone el llegar a ese conocimiento mediante la observación de la
posición de los astros y las características comunes de muchas personas con
fechas de nacimiento idénticas. Las personas que estudian la astrología
sostienen que las posiciones de los astros tendrían relación con los rasgos de
la personalidad de una persona, con los sucesos importantes de su vida y con sus
características físicas.
En la
antigüedad, la astrología concurría con la astronomía
(estudio científico de los astros), pero ambas se fueron separando después del
Renacimiento a raíz del racionalismo.
También la Iglesia católica se opuso a la práctica
de la astrología, a través de la Bula contra la astrología (1586) del
papa Urbano
VIII. Lo cierto, sin embargo, es que la astrología
actualmente goza de gran predicamento que le da un carácter esencialmente
popular y de la que se ocupan diversos medios de comunicación.
*
Reportero del periódico digital El
Canario
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