Llegó la hora

Llego la hora de vestirnos de indios y subirnos a un barco

 

 

Jorge Ancor Dorta

 

 

El 16 de Diciembre de 1773 un grupo de americanos se subieron a un barco y disfrazados de indios tiraron el cargamento de Té por la borda en el puerto de Boston. Este evento se considera el precedente a la revolución americana.

 

El artículo de hoy lo escribo con rabia en el corazón. Rabia de haberme pegado dos años avisando que este momento iba a llegar. Mi abuelo decía que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

 

La realidad es que, salvo gloriosas excepciones, el fracaso de la vieja guardia ha sido monumental. Han fracasado económica y políticamente. Han cometido errores estratégicos, uno tras otro, que nos han llevado a esta situación. Deben asumir su responsabilidad.

 

Las viejas formas de hacer las cosas ha de dejar paso a las nuevas formas. No podemos seguir usando métodos de los años 70 ni podemos manejar la economía como en los años 60 del siglo pasado. No voy a decir que la culpa es de ellos porque la culpa es claramente de quien nos agrede -es decir España- pero ellos tienen la culpa de no haber sabido articular una respuesta adecuada y de haber intentando boicotear cualquier intento de cambio.

 

Paulino Rivero ha demostrado su falta de liderazgo y su incapacidad y junto a el todo su gabinete económico. El presidente debería remodelar inmediatamente su gabinete y su consejo de asesores si tuviese un mínimo de liderazgo y un mínimo de vergüenza. 

 

Por otra parte, Ricardo Melchior, Ana Oramas y Antonio Castro Cordobés no son ninguna alternativa sino el continuismo de una política desacreditada y un modelo obsoleto que ha fracasado estrepitosamente. 

 

El descontento del pueblo puede ser amplio, pero si no surge algo que pueda ser percibido como una alternativa creíble no va a surgir la ilusión y la motivación que lleve al pueblo a la acción. Es ahí donde se ha estado peleando esta batalla en los últimos 12 meses.

 

El Estado y CC han hecho todo lo posible por boicotear la formación de una alternativa ciudadana a través de campañas de desprestigio y difamación personal y profesional, intoxicación mediática, ahogando económicamente, bloqueando profesionalmente y tratando de asilar cualquier atisbo de apoyo.

 

En cualquier caso no podemos confiar en los políticos. La respuesta está en la articulación de un movimiento ciudadano como el que en Serbia consiguió derrocar a Milosevic, o en otras partes del mundo han dado lugar al final de dictaduras y a procesos de colonización.

 

Gene Sharp -el ideólogo de la lucha civil no violenta- nos dice que generalmente la causa principal que explica la existencia de dictaduras es la distribución interna del poder. La población y la sociedad son demasiado débiles para causarle un problema al sistema. La riqueza y el poder están en muy pocas manos (en Canarias el 0,2% de la población tiene el 80% de la riqueza) 

 

El primer paso siempre es fortalecer a la población en su determinación a luchar, en la confianza en sí misma y en las aptitudes para resistir. Segundo, hay que fortalecer las instituciones independientes fuera del sistema. Tercero, se debe articular una fuerza de resistencia interna, y por último hay que desarrollar un amplio y concienzudo plan estratégico global y ejecutarlo con destreza.

 

Este pueblo lleva resistiendo  600 años y resistiremos otros 600 si es necesario, pero ahora no se trata de resistir, se trata de recuperar nuestros derechos civiles y nuestra dignidad. Se trata de alcanzar la libertad y restablecer los equilibrios económicos, ecológicos y sociales. No por lo que somos ni por lo que hemos sido, sino lo que podemos llegar a ser.

 

Lo primero que hay que hacer para construir no digo ya un país sino una simple región para vivir es confiar el la capacidad de tus paisanos…, si no lo haces nada te diferencia del colono. Tenemos que empezar a creer los unos en los otros

 

 

Fuente: menceymacro.blogspot.com

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