¡Libia no es aún libre!
Libia no puede
volver la espalda a la modernidad, a los
principios democráticos universales y a los textos fundamentales del derecho
internacional relativos a los derechos humanos. La igualdad en derechos de
hombres y mujeres, el respeto de las libertades fundamentales, el
reconocimiento y el respeto de los derechos del pueblo Amazigh
de Libia, es lo que exigimos encontrar en la nueva Constitución del país.
Después
de la muerte del tirano Kadhafi y el final de su
régimen dictatorial, Libia debía celebrar este domingo 23 de octubre de 2011,
su liberación.
Durante
la ceremonia de la declaración de la liberación del país, Mustafa
Abdeljalil, Presidente del Consejo Nacional de
Transición (CNT), en vez de desear manifestar su alegría suscitada por el
nacimiento de la nueva Libia libre y presentar el proceso de instauración de un
régimen democrático, se dedicó a declaraciones tan intempestivas como
incongruentes y antidemocráticas.
Olvidando
que preside una instancia provisional fundada solamente en la urgencia para
hacer frente al estado de guerra, y ultrajando sobradamente sus prerrogativas,
el Sr. Abdeljalil afirmó que “como país islámico hemos adoptado la charia
como ley esencial y toda ley que violaría la charia
es legalmente nula de pleno derecho”. Citó igualmente como ejemplo, la ley
sobre el divorcio y el matrimonio, para anunciar que “esta ley es contraria al charia y no está ya
en vigor”.
El
Congreso Mundial Amazigh (CMA) está consternado por
estos propósitos irresponsables del Sr. Abdeljalil,
antiguo Ministro de Kadhafi de
El
CMA denuncia vigorosamente estas declaraciones ilegítimas y de una gran
brutalidad, que tienden a orientar las futuras elecciones fundamentales de los
libios en el sentido de un conservadurismo religioso anacrónico y retrógrado.
Libia no puede volver la espalda a la
modernidad, a los principios democráticos universales y a los textos fundamentales
del derecho internacional relativos a los derechos humanos. La igualdad en
derechos de hombres y mujeres, el
respeto de las libertades fundamentales, el reconocimiento y el respeto de los
derechos del pueblo Amazigh de Libia, es lo que
exigimos encontrar en la nueva Constitución del país.
Del
mismo modo, aunque el Congreso Mundial Amazigh esté
naturalmente muy feliz del final del régimen que tanto oprimió a los Amazighs, se preocupa por las oscuras circunstancias de la
muerte de Kadhafi y condena toda forma de ejecución
sumaria, sea quien sea la persona asesinada. El CMA habría preferido un proceso
en el curso del cual Kadhafi habría podido hablar.
¿Pero obviamente mucha gente, tanto en Libia como exteriormente, no deseaban
eso?
El
CMA y los Amazighs siempre han luchado por una Libia
realmente libre, plural, justa y democrática. Esta lucha continúa.
Paris, a 24/10/2011
El
Bureau del CMA