Liberación
psicológica en las naciones aún colonizadas:
El caso de
las Islas Canarias (*)
José Tomás
Bethencourt Benítez **
* Universidad de La Laguna
Canarias. ÁFRICA.
RESUMEN
En la revista Newsweek
del 22 de Junio de 2009 (págs. 44-48), el periodista Christopher Dickey en su
artículo titulado “The empire burden”, analiza los territorios del planeta
Tierra que aún son colonias. Más concretamente, en esa lista aparecen, Francia
con 21 colonias, Dinamarca con 2, Portugal con 2, Espana 1 con 7,
Holanda con 2, Noruega con 5, Reino Unido con 18 y Estados Unidos de Norte
América (EUNA) con 14. Las Islas Canarias son precisamente una de las colonias
que Espana continúa saqueando, desde que fueran invadidas en el siglo XV,
sometiendo a la esclavitud al pueblo originario del archipiélago, los Guanches.
El colonialismo ha sido y sigue siendo un sistema perverso, un delito de lesa
humanidad, que en lo económico expolia, en lo cultural aliena y en lo
psicológico enferma. Las organizaciones políticas y movimientos sociales emancipatorios
de esas naciones todavía colonizadas, han prestado tradicionalmente mucha
atención a la liberación nacional y social de sus respectivos pueblos, pero han
descuidado o ignorado la liberación psicológica de los mismos. En la presente
comunicación se alerta de la necesidad de atender convenientemente al proceso
psicológico liberador, tal como han venido defendiendo autores como Erich
Fromm, Frantz Fanon, Ignacio Martín Baró, o Albert Memmi.
Palabras Claves: Colonialismo,
Opresión, Psicopatología, Emancipación, Liberación psicológica.
1 Nota
del autor:
en el presente resumen la letra ñ de Espana ha sido sustituida por la n, en un
acto de rebeldía lingüística contra ese estado europeo colonizador, que niega
al pueblo canario su derecho humano a la independencia y descolonización.
* Esta comunicación fue
presentada en el IV Congreso de ULAPSI (Unión Latino Americana de Psicología),
celebrado los días 26, 27 y 28 de Abril de 2012 en Montevideo (Uruguay).
** Profesor Titular de
la Facultad de Psicología. Universidad de La Laguna. Canarias. África. Coordinador
de PSYPOLCA (Psicología Política de
Canarias).
TEXTO COMPLETO
El colonialismo es un
sistema perverso de dominación de una nación por parte de otra con fines
básicamente de saqueo, robo, o expolio económico. Tal sistema fue iniciado por
Espana1 en el Siglo XV, llevando precisamente el nombre de Cristóbal
Colon, un aventurero, mercenario, asesino y ladrón que conquistó territorios y
pueblos, para los Reyes diabólicos de Castilla (Isabel) y de Aragón (Fernando).
El nacimiento del
colonialismo tuvo lugar en el año 1402 con la sangrienta conquista e invasión
militar de Lanzarote, una de las ocho islas africanas y habitadas de Canarias.
La conquista de las Islas Canarias concluyó en el año 1496 en la isla de
Tenerife, la de mayor extensión, población y resistencia. Durante todo ese
siglo XV que tardó Espana en invadir y someter al pueblo canario, también tuvo
lugar la colonización de todos los pueblos del continente americano.
Con posterioridad a
Espana, muchas otras naciones europeas saqueadoras se incorporaron rápidamente
a la loca y depredadora aventura colonial en los continentes africano,
americano, asiático y australiano, tal es el caso de Inglaterra, Portugal,
Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y otras más.
El sistema colonial o el
coloniaje implica varias condiciones, a saber, 1º) Existe un territorio habitado por un pueblo
originario que es asesinado, invadido, conquistado y sometido por un ejército
extranjero; 2º) La población originaria
con una lengua, cultura y espiritualidad autóctona es esclavizada; 3º) La
finalidad del proceso colonizador es la explotación, robo y saqueo económico; 4º) Para la
perpetuación del expolio económico se mantiene la dominación política, eclesiástica, militar, policial, judicial, educativa, cultural,
mediática y administrativa foránea.
Las consecuencias psicológicas del coloniaje en el pueblo colonizado y
en el pueblo colonizador son bien conocidas (Fanon, 1961; Memmi, 1971; Zahar, 1970). Resumiendo esas
consecuencias negativas en el colonizado, se podría hablar de la psicopatología
del colonialismo, entre lo que podemos resaltar lo siguiente: 1) Destrucción de
la lengua, cultura y espiritualidad autóctona; 2) Esclavización con la pérdida
total de la libertad; 3) Aculturación con la imposición violenta de la cultura
del colonizador; 4) Alienación desposeyendo al individuo de su personalidad o
deshaciéndole su personalidad; 5) Infravaloración; 6) Autodesprecio; 7)
Intrapunición; 8) Servilismo y vasallaje. Todo ese conjunto de efectos
psicológicos perniciosos puede ser etiquetado como “síndrome del colonizado”
(Bethencourt, 1988).
A su vez en el colonizador algunas de las psicopatologías más
evidentes son las de la mitomanía, la cleptomanía, el síndrome de Diógenes y el
autoritarismo-fascismo (Bethencourt, 2009). Uno de los pueblos germánicos procedentes
de Europa Central, que se asentaron en la Península Ibérica en el Siglo V fue
el Vándalo, conocido por ser mentiroso, ladrón, sucio y asesino. Respecto a la
inclinación patológica, obsesiva y compulsiva del colonizador espanol hacia el
robo, el propio mercenario, esclavista y carnicero Hernán Cortés afirmaba de sí
mismo lo siguiente “Nosotros los españoles sufrimos de una enfermedad que sólo
el oro puede curar”.
Es bien sabido, que una de las tres grandes patas que ha tenido el
fascismo en Europa es la de Espana, que con el dictador, asesino, militar y
represor Francisco Franco, impuso una dictadura sangrienta de 40 años. Las
otras dos patas son la de Alemania con Adolf Hitler y la de Italia con Benito
Mussolini. Donde hubo siempre queda, la reciente victoria electoral con mayoría
absoluta obtenida por el PP (Partido de la Peseta) el 20 de noviembre de 2012,
al Congreso de los Diputados en el parlamento espanol, demuestra bien a las
claras la pervivencia genética de ese pueblo vándalo y la orientación
ideológica-política fascista de amplísimos sectores de la sociedad espanola.
En psicología y psiquiatría se dispone de taxonomías clasificatorias de
las enfermedades mentales, que ayudan a realizar los psicodiagnósticos
oportunos. En tal sentido podemos recordar, en primer lugar, el DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental
Disorders = Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desordenes
Mentales) de la APA (American Psychiatric Association) que está muy próximo durante
este año 2012, o en el venidero
El colonialismo, aunque
anacrónico, como delito de lesa humanidad no prescribe jamás y actualmente
continúa perdurando tal como ha señalado el periodista Christopher Dickey en su
artículo titulado “The empire burden”, en la revista Newsweek del 22 de Junio
de 2009 (págs. 44-48). En dicha publicación se analiza los territorios del
planeta Tierra que aún son colonias. Más concretamente, en esa lista aparecen,
Francia con 21 colonias, Dinamarca con 2, Portugal con 2, Espana con 7, Holanda con 2, Noruega con 5, Reino
Unido con 18 y Estados Unidos de Norte América (EUNA) con 14.
Las Islas Canarias son
precisamente una de las colonias que Espana continúa saqueando, desde que fueran
invadidas en el siglo XV, sometiendo a la esclavitud al pueblo originario del
archipiélago, los Guanches. El colonialismo como sistema malvado, en lo
económico expolia, en lo cultural aliena y en lo psicológico enferma.
Dichas islas son una
nación que mantiene aún un estatus de colonia de Espana, son un Archipiélago
africano de un Estado europeo, pero no aún, un Estado Archipielágico
independiente y soberano, como por ejemplo Cabo Verde. Es preciso señalar que
cuando Canarias se constituya en un estado soberano e independiente, en base al
derecho marítimo internacional revisado en la Conferencia Mundial de Montego
Bay en Jamaica en 1982, los estados archipielágicos tienen reconocida su Zona
Económica Exclusiva, lo que haría que nuestras islas pasarían de la superficie
actual de 7.492 Km2 como colonia, a 700.000 Km2 como país
independiente futuro.
Esa situación colonial
se ha visto muy agravada desde la incorporación forzosa de las islas a la Unión
Europea (UE) en el año 1986, dado que la metrópoli colonizadora se ha ampliado
desde un solo Estado europeo a todo un Bloque europeo capitalista y
supranacional. La denominación de Región Ultra Periférica (RUP) que la UE
impone a nuestras islas y la de Comunidad Autónoma (CA) que Espana obliga a
utilizar, enmascara eufemísticamente nuestra condición colonial.
La localización geográfica
del Archipiélago canario está en el Océano Atlántico frente a la costa noroeste
de África, entre las coordenadas 27º37' y 29º25' de latitud norte y 13º20' y
18º10' de longitud oeste.
La superficie geográfica
actual de nuestras islas es como ya se ha indicado anteriormente de 7.492 Km2
con una población de 2.126.769 habitantes (datos del INE: Instituto Nacional de
Estadística espanol para el 1 de enero de 2011), lo que arroja una densidad
demográfica de 284 habitantes por kilómetro cuadrado, la más alta de toda la UE
y de toda Espana. Ésta última tiene una densidad de 92 hab/km2.
Además el número anual de turistas que visitan las islas es de 12 millones de
personas. Finalmente, la UE totaliza 501,1 millones de habitantes con derecho a
libre circulación y libre asentamiento en las islas (datos de EUROSTAT:
Comisión Europea de Estadísticas para el año 2009). En definitiva, la invasión
poblacional como estrategia colonial, continúa siendo una de las armas más
poderosa de la metrópoli, la cual continúa practicando el racismo endófobo
contra el pueblo canario (Bethencourt, 2006).
La sociedad canaria,
como consecuencia de la pertinaz colonización espanola y acrecentada por la
actual crisis sistémica global del capitalismo mundial, sufre los índices
socio-económicos más negativos de todo el Estado espanol, a saber: 1) saqueo y
expolio de los recursos económicos generados en las islas (la hacienda espanola
y las empresas capitalistas foráneas extraen anualmente enormes cantidades de dinero
y riqueza jamás confesadas); 2) tasa de desempleo del 31%; 3) pobreza del 25%; 4)
alto fracaso escolar (menos del 3% del PIB, Producto Interior Bruto, dedicado a
educación); 5) fuerte alienación cultural; 6) deterioro de la sanidad pública con
masificación y altas listas de espera para ser atendido; 7) falta de democracia
con una ley electoral que impone restrictivos topes del 30% insular y del 6% nacional para poder obtener
representación institucional; 8) estructura socio-económica frágil y nada diversificada
(más del 80% de la economía está concentrada en hostelería-turismo y
cemento-edificación); 9) alta desigualdad social; 10) alta dependencia
alimentaria exterior (más del 90% de los alimentos son importados); 11) desnutrición
superior al 20%; 12) fuerte división administrativa en dos provincias
enfrentadas y en pleito permanente, fomentado desde la metrópoli y con la
colaboración de la oligarquía insular; 13) la clase trabajadora con los
salarios más bajos y las jornadas laborales más altas del Estado espanol; 14) alta
prevalencia de las enfermedades mentales (Díaz, 1999), con alta tasa de
suicidios y con alto consumo de psicofármacos; 15) ausencia total de banca
pública, hacienda pública y política fiscal canaria propia; 16) más del 95% de
los medios de intoxicación informativa de masas en manos privadas de la
burguesía y oligarquía; 17) paradoja urbanística, pues a la escasez de viviendas para el pueblo
canario, se une la abundancia de las mismas para colonizadores espanoles y
europeos (1/3 de las viviendas están desocupadas, al ser muchas segundas o
terceras residencias esporádicas y estacionales de espanoles y europeos); 18) elevados
índices de delincuencia concretados en robos, secuestros, asesinatos,
narcotráfico, corrupción política y empresarial; 19) muy baja implantación de
los servicios sociales dirigidos a la atención de la población con necesidades
especiales (nivel de 1,8 sobre 10); 20) alta dependencia foránea de empresas
privadas transnacionales para la telefonía y la conectividad a internet.
Al saqueo actual de las
riquezas de las Islas Canarias debemos añadir el futuro y próximo expolio de
los abundantes recursos de hidrocarburos (140.000 barriles diarios de petróleo)
y múltiples metales contenidos en los fondos marinos canarios, especialmente,
en las cercanías de las islas de Lanzarote y Fuerteventura.
Debemos tener muy presente
que a la colonización espanola y europea del Archipiélago canario, se le añade
la estrategia imperialista gringa que pretende convertir nuestras islas en plataforma
de agresión, explotación, expolio y saqueo de las riquezas de los pueblos
hermanos del continente africano. Los planes del AFRICOM y la OTAN con los
puertos militares de Arinaga (G. Canaria) y Granadilla (Tenerife) son la
demostración más palpable de tales amenazas.
Asimismo, el área
geográfica en la cual se encuentra enclavada Canarias está siendo escenario de
la fuerte confrontación geométrica entre el Pentágono (imperialismo gringo +
aliados euro-peos) y el Triángulo ABC (ASA = América del Sur-África; BRICS =
Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y CELAC =Comunidad de Estados Latino
Americanos y Caribeños), pues los países del triángulo son conscientes del
potencial geoestratégico de las islas canarias, de cara a promover un nuevo orden mundial más justo,
libertario y respetuoso con la Madre Tierra, que logre eliminar para siempre
las lacras del colonialismo, capitalismo e imperialismo (Bethencourt, 2012).
En la historia de la
humanidad han existido dos grandes momentos emancipatorios y descolonizadores,
el primero durante el siglo XIX en el cual se producen las independencias de los países Latino Americanos y Caribeños, el
segundo durante el siglo XX gracias al cual acceden a la soberanía los países
Africanos, muchos a través de la resolución 1514 de la ONU. Canarias que ya por
mérito propio está inscrita en el libro guiness de los records, al ser la
colonia más antigua del Planeta Tierra, ha dejado pasar de largo esos dos
periodos, pero muchos estamos convencidos que el siglo XXI será el de la descolonización
definitiva de nuestras islas, junto a otras naciones que aún permanecen
colonizadas.
Las organizaciones
políticas y movimientos sociales emancipatorios de esas naciones todavía
colonizadas, han prestado tradicionalmente mucha atención a la liberación
nacional y social de sus respectivos pueblos, pero han descuidado o ignorado la
liberación psicológica de los mismos. En tal sentido, me adhiero a las
propuestas de Ignacio Martín Baró (1998) sobre la psicología de la liberación,
que nos alertan de la necesidad de abordar, en cada individuo, el cambio
necesario de patrones de conducta, de
procesos cognitivos y de mecanismos afectivos que permitan la construcción de
personas nuevas y sanas, liberadas para siempre de las secuelas perniciosas del
colonialismo, imperialismo y capitalismo.
Asimismo, coincido con
Ian Parker (2010) quien desde las posiciones de la psicología crítica afirma
que “el ámbito de la psicología es político”, y en consecuencia, frente a la
instrumentalización de la misma por el poder (colonial, imperial o capital),
debemos confrontarlo, concienciando y movilizando a las personas para la
destrucción o transformación del mismo.
En definitiva, desde la
liberación psicológica de las personas, avanzaremos hacia la liberación social de
la clase trabajadora frente a la oligarquía y hacia la liberación nacional de
la colonia ante la metrópoli.
1 Nota
del autor:
en el presente texto completo de la comunicación la letra ñ de Espana, espanol
o espanola ha sido sustituida por la n, en un acto de rebeldía lingüística
contra ese estado europeo colonizador, que niega al pueblo canario su derecho
humano a la independencia y descolonización.
Referencias
bibliográficas
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J. T. (1988). La independencia de Canarias para la liberación psicológica de
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http://rukadenarehukas.wordpress.com/2010/12/04/endofobia-en-canarias/
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J. T. (2009). La enfermedad mental del colonizador espanol. El Día, 26 de Julio de 2009, pág. 22. También on-line en:
http://rukadenarehukas.wordpress.com/2010/12/04/la-enfermedad-mental-del-colonizador-espanol/
http://elguanche.net/Articulos/enfermedadmentalcolonizadorespanoljtbb.htm http://www.aporrea.org/tiburon/a83059.html
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