La futura Ley de Residencia en Canarias
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Antonio Cubillo Ferreira
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Ya
nadie duda hoy en día de que los canarios debemos tomar conciencia de que en
estas islas no cabe ya más gente; es un problema de subsistencia en tanto que
pueblo. La llegada masiva de foráneos a las Islas es una realidad que nadie
puede ignorar porque el futuro de nuestro pueblo está en juego y, si esta
generación no lo resuelve, la que está ahora creciendo nos la echará en cara,
si es que aún lo dejan expresarse públicamente.
Todos
los partidos canarios van a sacar el tema en las próximas elecciones, al igual
que lo harán, a su manera, las sucursales en Canarias de los partidos de la
metrópoli, por ello es conveniente que queden la cosas bien claras sobre este
tema candente que ya desde hace años el MPAIAC y el CNC venimos denunciando.
La
población foránea en estos momentos es de un millón de personas, a saber,
500.000 españoles, 150.000 ingleses, 160.000 alemanes, más de 140.000
europeos, belgas, italianos, franceses, nórdicos y de los países del Este, lo
que suma 950.000 foráneos, casi un millón, a los que hay que añadir los de
los países asiáticos y de América, que ya pasan de los 100.000.
Como
los lectores comprenderán, los foráneos en estas islas sobrepasan el millón,
ya más que los canarios, que somos unos 850.000. Hay también una población
llegada de nuestro continente africano que no llega al 1,5% de los foráneos;
los que llegan en pateras o cayucos no se pueden contabilizar ya que la mayoría
son devueltos a sus países de origen o se los llevarán a la metrópoli y de
allí pasan a los países francófonos y anglófonos. El peligro, pues, sigue
siendo la invasión europea, ya sea de la península Ibérica o del resto de
Europa; esta es la pura realidad y las cifras lo demuestran.
Hablar
de leyes para controlar la inmigración en estos momentos es desconocer que
somos un territorio colonial y que al no ser una nación, un estado, no podemos
establecer y controlar nuestras fronteras. Cuando se establezca la República
Canaria, el gobierno regulará y controlará nuestras fronteras como cualquier
país soberano; igualmente establecerá nuestras aguas interiores y nuestra zona
económica marítima, en 200 millas o en 350, como nos autoriza la Convención
Internacional sobre el mar de Montego Bay estableciendo las medianas con
nuestros vecinos, Marruecos, la RASD y Mauritania, así como con Portugal al
Norte. Es decir, la República Canaria será dueña del aire, del mar, del suelo
y subsuelo de todo nuestro territorio y los demás estados tendrán que respetar
nuestros derechos y territorios.
Es
lógico que un gobierno canario soberano establezca entonces las leyes
necesarias para limitar la población foránea, permitiendo y controlando la
llegada de turistas y dictando reglamentos para limitar la residencia de foráneos,
que siempre será por períodos cortos, para evitar problemas como los actuales,
con las excepciones naturales de los que tengan familia en las islas. Como es lógico,
el derecho soberano de la República Canaria primará sobre los derechos de los
extranjeros. Es la lógica internacional y en territorios pequeños como nuestro
archipiélago, sólo se pueden aplicar las normas del "ius sanguinis"
y el "ius solis" para la nacionalidad, es decir son canarios los hijos
de padre o madre o de ascendientes canarios y los nacidos en Canarias, pero no
se puede aplicar el "ius residentia", es decir, la nacionalidad por la
residencia, porque somos un territorio pequeño.
Es
desde este punto de vista desde donde se debe analizar el problema que se
plantea en Canarias con la población foránea y en las manifestaciones públicas
populares proyectadas con toda la razón del mundo. Deben tenerse las cosas bien
claras sobre este candente problema que a todos nos afecta y que es vital para
Canarias.
* Presidente del Congreso Nacional de Canarias (CNC) Falleció el patriota Antonio Cubillo Ferreira
Publicado
en el periódico El Día/2006-10-27/