Evaluación de la ley de la ciencia de Canarias: 2001-2016
Hasta el año 2001 el pseudogobierno de Canarias no disponía siquiera de un borrador que regulara la investigación oficialmente hecha en Canarias, laguna legislativa que pretendía cubrir la malograda Ley 5/2001, de 9 de julio, de promocion y desarrollo de la investigacion cientifica y la innovacion (B.O.C. 87, de 16.7.2001).
Unos bochornosos presupuestos dedicados a la investigación. El año anterior a la aprobación de la ley, o sea, el del ejercicio correspondiente al 2000, el porcentaje dedicado a investigación y desarrollo por el pseudogobierno de Canarias fue de un 0.47 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), lo que viene recogido en el último histograma del gráfico adjunto [1], exactamente el mismo porcentaje que se representa en el primer histograma, correspondiente al año 2016, último publicado por el metropolitano Instituto Nacional de Estadística (INE). Es digno de destacar que, durante el periodo analizado, en ningún año se llegó ni siquiera a un modestísimo 0.7 por ciento.
La investigación y el desarrollo (I+D). La investigación no es un capricho ni la forma de matar el tiempo libre de príncipes y aristócratas ociosos, al contrario, de acuerdo con el economista Gregory Mankiw “La razón principal por la que los niveles de vida son más altos hoy que hace cien años se halla en que los conocimientos tecnológicos han avanzado” (Mankiw, NG. Principios de economía. Ed. McGrawHill, p 484. 1998).
La tradición científica de nuestros antepasados. Mientras la ciencia en Europa estaba secuestrada desde la época griega, la ciencia guanche vivía un momento esplendoroso, tanto en Astronomía (con precisos calendarios lunares, solares y luni-solares, con importantes aplicaciones en agricultura, ganadería, pesca y navegación)[2] como en Medicina (todavía no se han superado las técnicas de momificación sin estirpar las vísceras en tanto que los cirujanos wanches practicaban exitosamente la trepanación, técnica quirúrica mediante la que se erradicaban los tumores cerebrales) y nutrición (son numerosos los estudios publicados en revistas internacionales documentando la longevidad de los antiguos canarios, que, como escribió Torriani, “se atribuye más a la alimentación que al clima del que disfrutan”) y otras áreas científicas que sería prolijo enumerar aquí.
Los enemigos del desarrollo científico y tecnológico. Los guanches de antes tenían al Sol como centro del Sistema Solar, al que denominaban Magec y no es casualidad que todas las capitales canarias estén orientadas hacia el Este, por donde primero se hace visible Magec, lo que no sorprende a ningún canario. Este inmenso desarrollo científico, que siempre sostuvo un sistema solar heliocéntrico, junto con su avanzado estado social, en el que cualquier persona, hombre o mujer, podía, meritoriamente, desempeñar cualquier cargo, elegidos en los democráticos Tagorores, llevó a reyes y papas europeos a tomar la decisión de destruir la sociedad guanche, por miedo a que se extendiera tanto el sistema científico-tecnológico como el social, llegando los cronistas del colonialismo incluso a describir reinos donde existía algo muy superior que eran los Menceyatos, Cantones, Faicanatos, etc.
Un ensañamiento prolongado en el tiempo. Copérnico, astrónomo polaco, fue conocido por su teoría Heliocéntrica que había sido descrita ya por Aristarco de Samos, según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él. Galileo Galileidesarrolló en 1609 su teoría del movimiento uniformemente acelerado y construyó un telescopio. Comenzaron entonces sus grandes descubrimientos astronómicos: los anillos de Saturno, la observación de la Vía Láctea como un conjunto de estrellas y el reconocimiento de las manchas solares que, como él dijo, supusieron el funeral de la ciencia aristotélica porque desmentían la pretendida incorruptibilidad de los cielos. Su apoyo a la doctrina astronómica de Copérnico en su "Dialogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, ptolemaico y copernicano" le valió la condena del Estado vaticano a morir quemado en la hoguera y su posterior destierro. Ya tenían sobrada experiencia al respecto con la quema de más de cinco millones de mujeres cuyo único delito era saber leer y escribir.
En conclusión, la ciencia constituye probablemente la más digna y noble actividad humana, así como una de las más reconfortantes, por lo que nos dirigimos al mundo empresarial para que, conscientes de los beneficios de la misma, dediquen por lo menos el 10 por ciento de su facturación a la I+D, de tal manera que, en el más corto espacio de tiempo posible, alcancemos el 5 por ciento del PIB, acabando con el paro y la miseria en nuestra patria.
PD Los presupuestos canarios del año 2017 se cerraron con un supávit de 600 millones de euros mientras el 30 por ciento de la gente malvive en la más absoluta pobreza para oprobio y vergüenza de todos nosotros y, sobre todo, de los indecentes que, sólo interesados en su suculenta nómina mensual proveniente del erario público, defienden viperinamente su gestión, con perdón del animal.
[1]http://www.elcanario.net/Ilustraciones/pib01-16.png
[2]con precisos calendarios lunares, solares y luni-solares, con importantes aplicaciones en agricultura, ganadería, pesca y navegación
Ministerio de Investigación y Desarrollo de la República Democrática Federal Canaria