¿
Andrés
García Montes
Todo indica que Venezuela y su revolución Bolivariana
tarde o temprano será agredida por el Imperialismo, que enloquecido trata de
prolongar su vigencia histórica acosado por la estructural crisis que le azota
y que denota claramente que ha perdido su capacidad para dar respuestas
adecuadas a la problemática que plantea la sociedad de nuestros días, lo cual
indica que el Sistema ya cumplió su etapa histórica y su lucha va dirigida a
prolongar su existencia en el tiempo, lo que trae como consecuencia un alto
costo que
Tal como queda muy bien
descrito en las políticas marcadas por el sistema, amparándose en el fantasma
del terrorismo y puestas ya en práctica en el medio oriente y el Norte de África.
Como es bien conocido, el
Colonialismo que está viviendo su última fase, que es el Imperialismo, su
característica central siempre ha sido el invadir los pueblos para, mediante el
sometimiento de los mismos, robar y saquear sus recursos y explotar la fuerza
de trabajo de sus víctimas, recurriendo a la ignorancia, a la mentira, la
calumnia, la confusión, el miedo, el terror, para imponer sus intereses. Ante
el propósito de centrar las riquezas e incrementar sus capitales, nada les
detiene ni les hace entrar en razón, lamentablemente la historia colonial y sus
monstruosidades, me exime de demostrar las afirmaciones que anteceden.
De lo dicho se desprende que
el Imperialismo, y más en este período cuando está azotado por una estructural
crisis, ponga su interés en las regiones más ricas, se interesen más en someter
a los países que tengan la mayor cantidad y variedad de recursos, convirtiéndoles
en bocado apetecible e irrenunciable.
¿Reúne Venezuela las
condiciones para convertirse en un bocado apetecible e irrenunciable para el
Imperialismo actual? Hagamos un recorrido por los recursos que adornan y
enriquecen a este singular país.
Comencemos por las tierras y
el clima que posee la patria venezolana.
Venezuela goza de todos los
climas que se dan en el mundo, desde las tierras cálidas de más de 30 grados, a
las nieves perpetuas, pasando por todos los puntos intermedios. Posee unas tierras
aptas para el cultivo, desde inmensos llanos bañados por ríos de variados
caudales y extensiones, hasta tierras montañosas aptas para cualquier tipo de
siembras y cría de ganado de distinta especie.
La capacidad de producción
agrícola del país es inmensa, tanto en capacidad productiva como en variedad de
productos, dada su calidad, abundancia en aguas, así como variedad de climas,
valles y mesetas.
Pero es el Escudo Guayanés el
que centra la mayor riqueza en recursos naturales que ofrece el país, es de las
últimas tierras más antiguas en el ámbito mundial que emergieron de el fondo
oceánico, esta riqueza en metales alimenta las principales empresas ferromineras del país, baste saber que cuenta con dos minas
de hierro. Cuando hay que mover millones de toneladas de tierras para buscar en
lo profundo el material ferroso y éste es del 50 por 50, o sea; 50 por ciento de material ferroso y 50 por
ciento de impurezas se considera que la mina es buena. Las minas venezolanas
son dos montañas conocidas como el Cerro Bolívar y el cerro Chalbaud
que arriba de no tener que mover millones de toneladas de tierra para extraer
el material ferroso, la pureza que tiene es del 75 por ciento de material
ferroso y 25 por ciento de impurezas, junto a esto abunda la bauxita que
produce el aluminio, en menor cuantía existe cobre y estaño, entre otros
metales, también hay minas de uranio, de oro, plata, cuyas cantidades es difícil
estimar porque esas riquezas aún están por investigar ignorándose su cuantía.
Para que el lector se haga una
idea de la terrible explotación a que estaba sometido el país, un diputado
revolucionario en la década del 60 denunciaba en el Congreso que
El país cuenta con amplios
espacios boscosos, a lo que hay que sumarle un extenso espacio de la selva
amazónica que forma parte del país, con su cuantiosa riqueza biológica, sobre
todo maderera y acuífera, que se suma a la riqueza en recursos naturales ya
mencionados y cuyas tierras constituyen grandes riquezas si se destruyen los
bosques que las pueblan y se dedican a la agricultura o a criar grandes manadas
de ganado.
Durante mucho tiempo los
intereses del Imperio norteamericano, en convivencia con sus lacayos vendepatrias nacionales, hicieron creer que el petróleo que
guarda la faja del Orinoco, no era petróleo, sino bitumen, que no tenía ningún
valor, hasta el punto que se conocía con el nombre de la “Faja Bituminosa del
Orinoco”. Evidentemente era preparando el robo del petróleo que allí existe,
hasta que llegó
La capacidad energética del
país no concluye en lo dicho, con los últimos descubrimientos el país va en
camino de ocupar el 4tº lugar en el ámbito mundial en reservas de gas. Aunque
se conocen algunas minas de carbón, esta riqueza no se ha investigado,
desconociéndose en consecuencia su cuantía.
Con lo dicho basta y sobra
para que Venezuela sea un bocado más que deseable, irrenunciable a la voraz
codicia que caracteriza al imperio norteamericano, vigorosamente incrementado
por la fuerte crisis que le castiga sin tregua ni clemencia alguna.
Que la agresión está en marcha
lo denuncia diariamente la campaña sistemática que los medios de comunicación
de la derecha mundial vienen desarrollando contra
Como es bien conocido no queda
un día que esa derecha mundial no arremeta con bestial furia contra la Revolución
Bolivariana, recurriendo a toda clase de mentiras, calumnias y patrañas, para
confundir y engañar a la masa de oyentes. Pero esa campaña tiene algo especial
que le distingue de otras campañas, me refiero que en gran parte se centraliza
en una persona, que si bien parte de esa campaña es dirigida al proceso
revolucionario, la mayor porción es centralizada en su líder, cuya proyección
ha alcanzado niveles internacionales, no hay nombre que se repita en el ámbito
mundial como el de Chávez, la mayoría de las veces para satanizarlo, calumniarlo
y descalificarlo, con el premeditado propósito de fabricar una imagen que
justifique una agresión en el futuro. Esto lo tenemos muy claro todo el que
vive en Venezuela en esta etapa histórica y disfruta del exceso de democracia
de que goza la sociedad venezolana. Cualquiera puede decir lo que le venga en
gana, desde lo que cree o piensa, hasta insultar al Presidente sin base y sin
razón, y no le pasa nada. De allí que lo tilde de exceso de democracia, por eso
al oír en los medios de comunicación señalarlo de déspota, tirano y otros
calificativos, la única conclusión lógica a que puedo llegar es que se está
preparando el escenario para justificar una agresión.
Cualquier cosa que se haga o
le pase a Chávez es motivo de interés y comentarios de los medios de
comunicación internacionales. El caso que está en el tapete en este momento así
lo denota, pues algo tan común y corriente como el que un ser humano se enferme
en cualquier momento y en cualquier sitio, pues bien, Chávez salió a visitar
tres países y estando en el último se le presentó una dolencia que requirió una
intervención quirúrgica, esto ha levantado una algarabía de carácter nacional e
internacional que no tiene explicación lógica ni racional.
Ante tal situación no puedo
evitar que me invada la mente aquella famosa frase, si mal no recuerdo, de José
Zorrilla, que reza así: “los muertos que vos matasteis gozan de buena salud”. La
frase encaja perfectamente dentro del escándalo provocado por los enfermos de
la derecha nacional e internacional que han desatado acudiendo a todo tipo de
falsedades sobre la salud de Chávez, recurriendo desde ridiculeces como: “por
qué no se operó en Venezuela” hasta que “tiene cáncer terminal en varias partes
del cuerpo” lo que hace que celebren y disfruten del mal ajeno. Estos enfermos
no aprenden de las enseñanzas de la Historia. M viene a la mente las numerosas
veces que la reacción ha matado a Fidel Castro, entre ellas cuando el desembarco
del Ganma, en costas cubanas, para iniciar la heroica
gesta de
Hoy, con el Presidente Chávez
repiten el mismo proceder, sólo que no se han atrevido a matarlo, pero si a
condenarlo a una muerte rápida y segura, asegurando que padece de un cáncer terminal.
A este extremo les lleva su odio y desprecio por el hombre que dirige la lucha
para sacar a América Latina de la dependencia que hasta ahora la ha mantenido
en el atraso y el subdesarrollo, no obstante de poseer grandes recursos para
lograr el avance y el desarrollo.
A pesar de sus vaticinios y
sus deseos,
Pero el lujo que no puede
darse la revolución Bolivariana es que esta campaña no debe mirarla como un
acto aislado, difuso, sin conexión con la bien orquestada campaña que tiene por
objeto preparar el terreno y crear las condiciones para justificar una muy
posible agresión al país, por parte del enloquecido imperialismo, que, a su
voraz codicia de robo y saqueo de los recursos de sus víctimas, hoy se le suma
la crisis estructural que le mantiene los pies cada día más cerca del sepulcro,
y su lucha la centra en prolongar su existencia y, tal como ya lo he dicho,
este enfermo aun conserva vitalidad para cobrarle a la humanidad su buena cuota
de sufrimiento, lágrimas, sangre, a través de la guerra y la destrucción, antes
de convertirse en cadáver y reclamar su sepulcro.
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