José Plácido Sansón Grandy (I)
Francisco
R. González Alonso
Don José Plácido
Sansón Grandy fue un escritor canario del siglo XIX
que perteneció a la corriente del Romanticismo, de cuyas características
destacó la exaltación del hombre y de su libertad. En sus "Apuntes
biográficos" expresa el panorama político de la España del siglo XIX,
donde manifiesta el drama de su vida, en continua lucha con la adversidad. La
influencia de una firme creencia en Dios y la práctica de las buenas virtudes
influyeron en su conducta, pues el ateísmo de Rousseau y la inmoralidad de
Richardson le produjeron una reacción que lo condujo por la senda del verdadero
amor, evitando su relajación moral y disipando ideas antirreligiosas, como
negar la existencia de un ser supremo, creador y conservador del mundo.
En sus primeros años
de adolescencia, hasta los 18 años, la influencia de los clásicos le hace
sentirse políticamente monárquico constitucional, aunque luego manifiesta que
la República es el más lógico sistema de gobierno.
Se refugia,
ideológicamente, bajo la conducta de su formación religiosa, que le da ánimo
ante la adversidad, poniendo alma, vida y corazón a sus funciones como padre y
esposo. Su compañero de estudios y excelente amigo don Ricardo Murphy, quien
fuera poeta de grandes vuelos, muere a la edad de 26 años, víctima de
tuberculosis, a bordo de un barco, cuando regresaba a Santa Cruz de Tenerife
procedente de América (Cartagena de Indias). La muerte de su gran amigo Ricardo
Murphy y la de Patricio, hermano gemelo de Ricardo, dejan en su mente huellas
que le hacen cambiar de rumbo en sus ideas literarias. Aborrece el Romanticismo
cuando lee "La conjura de Venecia" y "Lucrecia Borgia",
cuyos efectos de la visión de otro mundo le hacen dar un giro de ciento ochenta
grados que lo conducen a rehacer su obra "Anacaena",
y escribe las tragedias "Aben-Hamet" y "Atreo" y
el drama "La noche de San Bartolomé".
Reabierta la
Universidad de San Fernando de La Laguna, regresa para continuar sus estudios,
por insinuación de su padre. Sus escasos recursos económicos no le permitían
regresar a Londres, y gracias al hospedaje que le ofreció una tía que vivía en
La Laguna, y a la colaboración de su humilde padre, logra continuar sus
estudios de Física, que no llega a concluir por su bajo conocimiento
matemático. Sin embargo, aprueba los estudios de Jurisprudencia, gracias a su
tenacidad, pundonor y aplicación.
En 1835, escribe el
drama "Zaluca", inspirado en un poema de
Mr. Bitaubé titulado "José Ensalzado". Su
vida transcurre de mal en peor, pues se casa con la hija de un militar
pensionado, sin más recursos. Le llega un hijo, al que bautizan con el nombre
de Plácido, que muere de disentería a los 18 meses, lo que le ocasiona un
terrible golpe a su corazón de padre. Entregado a su adversa posición
económica, se retira de Santa Cruz hacia la campiña tinerfeña, donde tiene la
oportunidad de leer a La Fontaine; analiza la "Divina Comedia", de
Dante Alighieri, así como "Lucrecia" de Víctor Hugo. Influenciado por
estas obras literarias, escribe el drama "María", en cinco actos, y
en la Navidad de 1838 da a conocer el drama "Elvira", en tres actos,
el cual es puesto en escena por la ya famosa Compañía Navarro, el 27 de enero
de 1839.
Su situación económica
no mejora. A pesar del trabajo desarrollado, vive dando clases gracias a sus
conocimientos de música y arte. Bajo esta influencia escribe poesías, realza el
amor a la virtud y la admiración hacia los grandes caracteres históricos.
Inspirado en una de las aventuras de su amigo muerto, don Patricio Murphy,
escribe el drama "Una mujer".
En 1840 renuncia la
reina María Cristina, y el advenimiento del general Baldomero Espartero como
regente del reino hace que sus ideales monárquicos lo decepcionen políticamente
y se dedique a la redacción del periódico "Daguerrotipo", el cual se
imprimía dos veces por semana. Fue fundado por don José Valentín Zufiría, primer oficial del Gobierno Civil de Canarias, y
por el segundo oficial don José Joaquín Monteverde. Era conocido como "el
periódico de las tres jotas" y representaba las ideas políticas del
Partido Moderado Isleño. Por traslado de Zufiría a la
Península, el "Daguerrotipo" cambia su nombre por el de "Teide", que se publica por poco tiempo, pues fue
afectado por la Ley de Imprenta, que gravó los depósitos pecuniarios.
Desaparecido el periódico
"Teide", escribe poesías sueltas y un tomo
de "Misceláneas". Antes de su labor periodística mencionada, había
escrito en el primer periódico no oficial de Santa Cruz, "El
Atlante", fundado por don Pedro Mariano Ramírez. El primer número se
publicó el 2 de enero de 1837.
Otros artículos de Francisco R. González Alonso.