La izquierda canaria busca el camino

 

Rafael González Morera

 

[…, buscar unos acuerdos mínimos, y superar en el caso de Izquierda Unida Canaria el burocratismo y la dependencia absoluta del centralismo de Madrid.]

El problema de la izquierda ha sido históricamente más o menos el mismo. Demasiado divisionismo, demasiada lucha intestina, y demasiado afán de tener un pequeño poder, un pequeño kiosko en donde mirarse el ombligo todas las mañanas y parte de la tarde y noche.

En estos momentos de ataque frontal de la derecha para desmantelar todas las conquistas de los últimos 100 (cien) años de los trabajadores, la izquierda sigue buscando el camino y siempre se mete en un lodazal, en un pantano de ideas, en una división permanente que no es capaz de ofrecer alternativas serias a este tremendo atentado a la democracia.

La división de la izquierda ya nació de las luchas entre socialdemócratas, socialistas, comunistas y anarquistas, mientras la derecha hizo un frente común incluso con un dictador como el General Franco. Actualmente el Partido Popular se ha unido aglutinando a liberales, conservadores, franquistas, democristianos, ateos, católicos, honestos y corruptos, mientras la izquierda sigue empantanada en el PSOE, en Izquierda Unida, a su vez más divididos que nunca, sin encontrar el camino en un programa mínimo con el que puedan hacer frente al nuevo monstruo de múltiples cabezas que atenta incluso contra la democracia.

El problema fundamental es que la izquierda discute incluso si existe la izquierda, y cuestiona al Poder vigente con veinte mil argumentos, mientras la derecha dedica su discurso y su fuerza a defender el orden establecido, a defender el sistema capitalista para reformarlo con el objetivo de lograr su continuidad.

La izquierda sigue buscando el camino, aunque siempre con las dificultades de los personalismos, de las envidias políticas, de las incomprensiones humanas, y en Canarias ahora ha surgido un nuevo intento, el Movimiento Frente Amplio, que busca romper con los moldes anquilosados de la izquierda burocrática del pasado. Un panorama de emergencia social, con miles de familias que no ingresan un euro en sus casas, una creciente desafección de la ciudadanía hacia la actual forma de hacer política de unos profesionales que viven del cuento, y que se muestran incapaces de poner freno a este desastre político y económico, hacen necesario, urgente, lograr una organización popular para hacer frente a estos auténticos atracos de la derecha cavernícola que tiene al pueblo de rodillas, angustiado, temeroso, pero cada vez con más ganas de dar una respuesta a estas injusticias.

En Canarias, mujeres, hombres, pensionistas, jóvenes, asociaciones colectivas, sindicatos y organizaciones políticas, tienen la obligación y el deber histórico de encontrar el camino de la unidad de la izquierda, construir un amplio frente de progreso, buscar unos acuerdos mínimos, y superar en el caso de Izquierda Unida Canaria el burocratismo y la dependencia absoluta del centralismo de Madrid. Dirigentes como Ramón Trujillo tienen ante sí una responsabilidad histórica cuyo límite son las próximas elecciones europeas, en donde hay que dar ya un aldabonazo de gran magnitud, una puesta en escena firme y coherente para decirle a la derecha. “¡Ya estamos aquí!”

* Periodista

30 de Julio de 2013

Fuente: canariasahora.es