Inminente invasión militar sobre Venezuela desde Colombia?


«.» Eleazar Díaz Rangel

 

[... El Comando Sur sigue siendo factor fundamental en cualquier acción, así como los reajustes en las siete bases militares en Colombia controladas por EEUU, especialmente la de Palanquero... ]

Desde el año 2001, recién llegado Chavez al poder, o más exactamente al gobierno, cuando en mayo un oficial de Inteligencia del Ejército descubrió el Plan Balboa, que la Otan desde España armaba contra Venezuela, pasando por los momentos en que comenzaba el bloqueo de armas estadounidenses y llevó a Chávez a denunciarlo en entrevista a Bárbara Walker y no descartaba la posibilidad de una agresión militar, dejando atrás incluso el decreto del presidente Barack Obama en el 2015 donde consideraba a nuestro país como “una amenaza inusual y extraordinaria” a la seguridad de Estados Unidos y a su política exterior, y aun si nos olvidamos de esas y otras épocas de tensiones, de advertencias y sanciones a la economía del país y a altos funcionarios civiles y militares, nunca como ahora el peligro de una agresión militar ha estado presente y debemos verlo como una posibilidad real en la actual política de Washington.

¿Qué me hace llegar a esa conclusión? Antes que nada, la presencia de Trump al frente del Gobierno de EEUU, con el apoyo de los sectores más reaccionarios e impronosticables de la política estadounidense, capaces de crear crisis mayores y simultáneas en Venezuela y en la península coreana. Por supuesto, no solo su presencia, sino sus palabras, y amenazas concretas.

Sin embargo, estas condiciones no serían suficientes para valorar la gravedad de la situación. Se han producido cambios importantes en la región. No contamos ni con Lula ni con Dilma en Brasil, ni con los Kirchner en Argentina, tampoco está Correa en Ecuador. No es poca cosa esa ausencia para el desarrollo de los planes de Washington respecto a Venezuela. Hay que añadir la formación del Grupo de Lima como un instrumento fiel seguidor de las líneas trazadas en EEUU en su obsesiva posición contra nuestro país.

Como si esto fuera poco, nunca la política de la Unión Europea antivenezolana había sido tan fiel seguidora de las acciones y decisiones de Washington. Y seguramente países de la región que están fuera de esas instancias seguirán el reciente mandato de no reconocer los resultados de las próximas elecciones presidenciales del 22 de abril. Y no debe descartarse que si ven condiciones, aprovechen la nueva correlación de fuerzas en la OEA para acordar la ruptura de relaciones con Venezuela, como lo hicieron con Cuba.

En el ámbito militar, el Comando Sur sigue siendo factor fundamental en cualquier acción, así como los reajustes en las siete bases militares en Colombia controladas por EEUU, especialmente la de Palanquero. Agreguemos la reciente decisión del Gobierno de Panamá de autorizar la llegada de 415 efectivos de la Fuerza Aérea estadounidense ¡con permanencia hasta julio!

Ante ese panorama guerrerista, se supone que los halcones que dirigen la línea exterior de la política de EEUU debieron llegar a la lógica conclusión de que ha llegado al momento, si no surgieran ciertas dudas. Por ejemplo, ¿Cuál será la reacción en los pueblos latinoamericanos…

12/2/2018