Informe manipulado

 

Ramón Moreno Castilla

En el ejemplar del periódico El Día del domingo pasado se publicaba (páginas 26 y 27) una detallada información cuyo titular en grandes caracteres tipográficos decía: "La Abogacía del Estado echa por tierra las tesis de Rivero sobre las prospecciones"[1], y en cuyo subtítulo se ratificaba: "Un informe elaborado por el abogado del Estado, José Ramón Mourenza Díaz, a petición del subsecretario del departamento de industria del Ejecutivo español, concluye que las competencias para otorgar los permisos para realizar las prospecciones son únicamente del Estado"; y que "la delimitación de las denominadas aguas canarias no tiene incidencia alguna en el reparto de competencias".

Este informe, que viene a determinar, asimismo, que la tan cacareada Ley 44/2010 sobre aguas canarias es un auténtico "bluff", como ya hemos dicho en reiteradas ocasiones, constituye, además, un serio varapalo para el Gobierno de Canarias, que ha estado y continúa amenazando con frenar en los tribunales las prospecciones que pretende llevar a cabo Repsol. Hasta aquí todo normal; porque no creo que nadie haya pensado ni siquiera remotamente que un órgano del Estado español se fuera a pronunciar a favor de Canarias y en contra de la propia Constitución. Inclusive, el propio Tribunal Supremo, en sentencias que he rebatido desde estas páginas al inmiscuirse en materia de Derecho Marítimo Internacional, en el que no es competente ningún tribunal español, es claramente favorable a las tesis constitucionalistas de la primacía del Estado sobre Canarias, ¡¡que es donde radica el verdadero problema, precisamente!!

Ningún tribunal de justicia, organismo público o estamento del Estado español será nunca jamás imparcial y objetivo a la hora de enjuiciar asuntos que competan a Canarias; y mucho menos en darnos la razón sobre prerrogativas que correspondan a nuestra tierra. Ni siquiera los dos entes docentes por excelencia, la ULL y la ULPGC, cuyos rectores no son canarios, por cierto, siempre barren para España. ¿Cómo se explica que en todo este tiempo, cuando se ha estado debatiendo sobre espacios marítimos, aguas canarias, medianas, etcétera, las dos cátedras de Derecho Internacional de ambas Universidades no se hayan pronunciado sobre el particular? ¿Qué coño está pasando aquí? ¿Al servicio de quién están estas instituciones?

Aunque lo verdaderamente indignante, por la descarada manipulación que se hace en el texto, es el artículo de la página 27 titulado "Un ministro riguroso con la ley"[2], cuyo autor es el reincidente profesor de la Universidad de La Laguna (¡no será de Derecho Marítimo!), un tal Juan Romero Pi, que persiste en sus elucubraciones. Escrito que, según dice el autor, le encargó EL DÍA para comentar el dictamen de la Abogacía del Estado al que hemos hecho referencia.

Pero, antes de refutar los planteamientos de este señor, debo recordar a los amables lectores los antecedentes, nada edificantes, de este opinador. En efecto: el domingo 7 de noviembre de 2010, este periódico publicó un extenso artículo del profesor en cuestión titulado "¿Aguas canarias? [3]" que no había por dónde cogerlo, ya que, como decía en mi réplica, "Derecho Marítimo vs. opinadores"[4], publicada en este mismo diario el 21 de noviembre del mismo año, era una esperpéntica recopilación no solo por lo farragoso del texto, sino por la descarada manipulación que hace el autor del Derecho del Mar reproduciendo leyes inexistentes, confundiendo Derecho interno español con Derecho Internacional y mezclando artículos, sentencias, formativas, etcétera, en un ininteligible "totum revolutum". Con el agravante de que su escrito es una burda copia y un indecente plagio de artículos míos publicados en otros medios y en este mismo rotativo y que, además, están todos colgados en la red. Léase el artículo de referencia.

Desconozco, por tanto, qué motivo habrá inducido a mi periódico a recabar la opinión manipulada de este señor, teniendo, como tiene, un cualificado experto, de sobra contrastado y especialista en Derecho Marítimo en casa. Aunque, claro, por opinar todo el mundo puede hacerlo amparándose en la libertad de expresión; otra cosa es que se opine con conocimiento de causa, rigor y veracidad. Por ello debo replicar al señor Romero Pi, como ya lo hice entonces. Su artículo, de un trasnochado españolismo, queda reducido a una serie de diatribas constitucionalistas anticanarias que se encuadran en un discurso españolista pro colonial y cuyo rigor conceptual y expositivo dista mucho de la praxis pedagógica que cabría esperar de un profesor universitario; antes y ahora.

De toda la retahíla de leyes españolas que enumera, todas ellas disposiciones de Derecho interno, solo me referiré a una de las nombradas que hace inoperantes a las demás. Le reitero, como ya le expliqué exhaustivamente en su día en el artículo reseñado, que esa socorrida Ley 15/78 de 20 de febrero sobre Zona Económica Exclusiva española, que de forma recurrente vuelve a invocar, ¡¡no existe jurídicamente!! porque no está desarrollada. Esto es, desde la fecha de su institución y proclamación (BOE, 23 de noviembre de 1978), ninguno de los diferentes Gobiernos españoles ha hecho públicas, que se sepa, ni ha enviado copias al secretario general de la ONU, las cartas marinas con las coordenadas geográficas y el "datum" geodésico de esa supuesta ZEE. ¿Por qué sigue usted insistiendo en argumentos peregrinos que ya le he refutado con anterioridad?

Por cierto, y con respecto al bicentenario de la famosa "Pepa", solo decir que me remito a la definición de Cánovas del Castillo, cuando dijo que "español era todo aquel que no podía ser otra cosa"[5]. Yo, personalmente, no tengo ese problema, porque soy canario, ¡¡y a mucha honra!!

rmorenocastilla@hotmail.com

[1] Abogacia-Estado-echa-tierra-tesis-Rivero-prospecciones

[2] Ministro-riguroso-ley

[3] observatoriomaritimormc9.htm

[4] aguascanarias

[5] Cánovas_del_Castillo